Pasaron algunos meses, en donde Andréa y yo estuvimos con trabajos y sofocantes proyectos, el primer semestre a nuestro parecer era el más difícil, por el cambio de ambiente, pero al fin habían llegado las vacaciones, hoy era un viernes por la noche, de esos que le encantaban a Andrea y no voy a mentir a mi igual, Decidí llamarla para hacer planes, ella siempre era la creativa.
—Hola, me gustaría saber que está haciendo señorita —dije con voz elegante y a la vez divertida—. ¿Le gustaría salir esta noche madam?
—Me gustaría pero no crees que ya es muy noche para encontrar algo abierto—dijo sin seguirme la corriente.
—hay pero que humor —reímos al mismo tiempo—. ¿Y qué te parece una pijamada? Mi madre no está así que el ruido no será un problema.
Guardo silencio por un momento pero después acepto, mientras llegaba, reuní todo lo que encontré para estar cómodos, comida, frituras, dulces, traje unas cuantas películas al cuarto y listo todo estaba bien, el único problema era que solo había una solo cama, pero no era algo con importancia ya lo arreglaríamos, un paso a la vez.Se escuchó el timbre, así que baje corriendo las escaleras y abrí la puerta, ahí estaba ella, con un montón de sábanas y almohadas, sin darme cuenta una sonrisa acaparó todo mi rostro.
—Hola Alan, cuanto tiempo que no hacíamos algo así verdad, alguien amargado nos diría que ya estamos muy grandes para esto, pero yo no lo creo —dijo también con una g sonrisa en su cara.
—Completamente de acuerdo, ven pasa, es arriba —La tome de la mano y la guié hacia arriba, ya que abajo estaba obscuro.
—Ahora que ya estamos aquí, juguemos a algo, que te parece a confecciones —acepte, un poco confundido—. Porque creo qué hay muchas cosas con las que tenemos que ponernos al día.
—¿Sigues con Mike? —Nose porque me interesó tanto pero dije sin más, esperando una repuesta.
—Mmm... No rompimos hace 4 meses, no encajamos del todo y se terminó —Lo dijo con tanta sinceridad que lo sentí como un abrazo de confianza.
—¿sigues con Emily? —Procedió a preguntar también—. La pregunta me dio un pinchazo por dentro ya que ella fue alguien muy importante en mi vida.
—No, se encontró a alguien mejor —dije sin querer explicar más.
El amor no era lo mío, no podía expresar mis sentimientos en el momento que la persona necesitaba ser amada, tal vez parecía que no me importaba, pero por dentro trataba de dar lo mejor de mi.
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Corazón anónimo.
RomanceMuchas veces las cosas cambian sin darte cuenta y una vez que empiezas a sentir, ya no lo puedes reprimir. Solo queda ser feliz. Como se podrán haber dado cuenta, este libro no tiene sinopsis o prólogo alguno, con la finalidad de que el lector vall...