Enamórate si quieres ascender.

Capítulo 1

Lord Lianhua, Shen Qingxian.

En el mundo de la cultivación, el Honorable Lord [1] Lianhua era practicamente un sinónimo de Dios.

Por no mencionar a sus discípulos personales, quienes eran considerados como los tres Santos, o como los discípulos de sus discípulos quienes controlaban las Seis Grandes Sectas del mundo de la cultivación. Incluso el sirviente que barría su patio había establecido una secta, convirtiéndose en su líder.

Todo lo que tocaba Lord Lianhua, ya sean flores pequeñas o briznas de hierba, sería extraordinariamente bendecido con buena fortuna, logrando entrar al Dao [2].

Aquello era suficiente para ver cuán supremo era Lord Lianhua.

Y en este instante, el Lord Lianhua que podía hacer temblar los tres mundos con el chasquido de sus dedos, estaba preocupado.

Después de cien años de cultivo a puerta cerrada, finalmente había llegado a ver el camino de los cielos. Pensó que ascender a los cielos estaba al alcance de sus manos, pero nunca podría haber imaginado la escena que sus ojos capturaron.

Entre las nubes, el brillo de los rayos solares inundaba el cielo. La Escalera Celestial colapsada se transformó en estrellas, esparciéndose y cayendo en todas direcciones. Su brillo, similar a las luciérnagas del bosque, era aterradoramente débil.

Si se miraba detenidamente, el contorno de la Escalera Celestial todavía era visible. Pero desafortunadamente, sin la base, no había forma de avanzar un solo paso.

Por miles de años, ni una sola persona en el mundo de la cultivación había ascendido.

Shen Qingxian[3] había creído que era porque los corazones daoístas de los cultivadores eran deshonestos, habían sido incapaces de atravesar el Abismo Celestial. No había pensado en la posibilidad de que el camino hacia los cielos se hubiera derrumbado, cortando el camino a la ascensión.

¿Solo podía llegar hasta aquí?

Luego de la ascensión de su Shifu [4], ¿su generación estaba destinada a detenerse aquí?

No solo era él, después del derrumbe de la Escalera Celestial, las futuras generaciones tampoco podrían avanzar más.

Cultivando con esmero, preguntando meticulosamente sobre el Dao y al final... terminó sin llegar a ninguna parte.

¿Cómo podía aceptar esto de buena gana?

Shen Qingxian cerró los ojos y juntó las manos. De repente, un rayo de luz deslumbrante se elevó desde el suelo con un resplandor extremadamente magnífico. ¡Incluso en este mundo vacío, silencioso y sin viento, el brillo desencadenó una fuerza majestuosa como los océanos que alcanzan el cielo!

El resplandor creció y se expandió. Cubrió los cielos y la tierra con su poder efusivo, como si el sol del mediodía se hubiera convertido en una noche oscura e iluminara el mundo en un instante.

Shen Qingxian había usado esta técnica una vez antes, hace seiscientos años.

En ese momento, una disputa entre dos de sus discípulos se había expandido en una feroz batalla que resultó en la muerte de incontables vidas y numerosas ciudades reducidas a cenizas.

Shen Qingxian usó esa técnica para salvar cientos de miles de vidas y restaurar todo a su apariencia original.

Y esta poderosa técnica de restauración... ni siquiera provocó una cosquilla en la Escalera Celestial.

Restaurar la Escalera Celestial... ¿Era en realidad un sueño delirante?

Shen Qingxian estaba pensando eso cuando un inesperado rayo escarlata se elevó hacia el cielo. Inmediatamente después, apareció un pequeño resplandor color jade, suspendido en la silueta de la Escalera Celestial colapsada.