Enamórate si quieres ascender.

Capítulo 85

Es muy amable con él.

¡Era hora de ponerse a la acción! Shen Qingxian caminaba hacia el magma y Gu Jianshen lo sostenía fuertemente de su mano por temor a que le pasara algo.

Shen Qingxian como si quisiera consolarlo habló: "No te preocupes, solo voy a echar un vistazo".

Gu Jianshen le advirtió: "Eso no puede tocarse".

Los pequeños ojos de Shen Qingxian lo miraron fijamente: "Por supuesto que lo sé".

Gu Jianshen todavía sostenía su mano con fuerza. Shen Qingxian dijo: "La iluminación en este lugar no es mala. No tienes que sostenerme todo el tiempo".

Gu Jianshen no emitió ningún sonido y no lo soltó. Shen Qingxian dijo con una sonrisa, "¿Acaso no puedes dejarme ir?"

Cuando dijo eso, Gu Jianshen no pudo evitar relajarse. Shen Qingxian se liberó de su agarre y caminó hacia adelante.

Gu Jianshen lo siguió después de unos pocos pasos...

Shen Qingxian se detuvo y miró el magma. Cuanto más lo miraba, más le gustaba. Él dijo, "¿No luce como si el sol se hubiese caído del cielo?"

¿Cómo Gu Jianshen se hubiera fijado en eso? Solo le preocupaba una persona y temía que esa persona pisara equivocadamente en algún lugar.

Y Shen Qingxian realmente tuvo esa idea.

Le gustaba mucho el color del magma. Gu Jianshen también sabría que estaría fascinado por ello y accidentalmente caería... ¡Qué natural, razonable y seguro!

Shen Qingxian avanzó paso a paso y calculó la distancia, estaba tan cerca de tocar ese rojo, ¡pero alguien lo detuvo!

Shen Qingxian: "....."

Gu Jianshen dijo con ansiedad: "Ten cuidado".

Después de eso, lo tomó en sus brazos y lo protegió cuidadosamente. El aliento cálido salió de sus labios y recayó sobre el cuello de Shen Qingxian con preocupación y conmoción.

Las piernas de Shen Qingxian estaban un poco blandas y sin fuerzas. De mala gana, apoyó su cuerpo en el de Gu Jianshen.

Gu Jianshen pensó que estaba asustado, por lo que rápidamente lo abrazó y dijo: "No te preocupes, estoy aquí".

Shen Qingxian solo se sintió más caliente al sentir el aliento contrario sobre su cuerpo. Originalmente, el calor del magma de por sí ya era muy ardiente y ahora Shen Qingxian sentía que su cuello quemaba.

Él murmuró, "Está bien, no me caeré..."

Antes de que terminara de hablar, Gu Jianshen lo interrumpió: "¡Por supuesto que no te caerás!"

Shen Qingxian pensó en su corazón: ¡pero realmente quiero caer!

No había problema. Si no tiene éxito una vez, ¡caerá con éxito la próxima!

Shen Qingxian dijo: "Tengo un poco de hambre. ¿Puedes ayudarme a encontrar algo para comer?"

Gu Jianshen habló: "Vamos juntos. Este lugar es demasiado peligroso".

Shen Qingxian dijo: "Mis logros son mucho más altos que los tuyos. ¿Cómo habría algún peligro?"

Era cierto que para Shen Qingxian no había peligro en este pequeño mundo. Pero Gu Jianshen siempre estuvo un poco inquieto. Miró la lava que soplaba y resoplaba con fuego y se sintió nervioso.

Shen Qingxian lo instó: "No quiero comer frutas. Encuéntrame algo de carne fresca. Podemos tomar prestadas plántulas de fuego de la lava para asarlas".