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Jisoo y Jennie decidieron organizar el famoso baby shower, y por supuesto, querían que todo fuera perfecto.
Lisa ya tenía veintiocho semanas de embarazo, el tiempo corría y cada vez faltaba menos para el nacimiento. El evento sería sorpresa, así que las futuras madres no sabían nada sobre esto.
—Ajá, sí, justo lo quiero para ese día. Quiero al mejor fotógrafo que tengan, ¿entendido? —habló Jisoo por medio del teléfono. Se había comunicado con una agencia de fotografía, la misma que había contratado para la boda de Rosé y la pelinegra, al igual que su propia boda—. ¿Está disponible Jiyu, aún? ¿Sí?, perfecto, la quiero a ella... Vale, gracias —Jennie le miró expectante—. Lo conseguí. Fotógrafa, listo.
Jennie sonrió y colocó un ticket al lado del segundo objetivo pendiente en la lista.
Lo tercero que necesitaban era decidir como decorar el lugar, y aunque podrían dejarlo como último, no querían anda a ultimo minuto apuradas comprando.
Al llegar a una tienda con varios tipos de decoraciones, empezaron a elegir. Jennie fue a la sección de globos, tomó cuatro bolsas donde en cada una venían treinta globos; dos de color blancos, y otras dos de rosa. Al ver unas bolsas con globos transparentes, decidió también llevarse unas cuatro, a los cuales iba a ponerle dentro brillantina o algo por el estilo.
Por otro lado, Jisoo estaba comprando cartulina y goma eva. Tomó un osito de peluche blanco medio grande, tenía una idea que involucraba a ese oso y muchos globos.
Siguió caminando por los pasillos hasta ver una bolsa que contenía varios sombreritos rosados, blancos y plateados, y para Jisoo, una fiesta no era una verdadera fiesta si no había sobreritos.
Ya tenía todo listo por su parte, así que fue a pagar las cosas. Mientras el cajero iba pasando los productos a una bolsa, Jisoo miraba a través del ventanal de la tienda, por donde pudo visualizar como Rosé y Lisa iban pasando por fuera de las tiendas de bebés, y sabía que de cualquier forma, llegarían a la tienda donde ella estaba.
—Ya tengo mi parte —avisó Jennie llegando a su lado. Jisoo se veía nerviosa, y es que estaba entrando en pánico—. ¿Soo, pasa algo? —por medio del lazo, la castaña podía sentir los nervios de la mayor.
—Son ellas, debemos escondernos —miró a su alrededor para ver donde esconderse. Miró al cajero que seguía pasando los productos y sonrió encontrando una solución—. Amigo, sé que parecerá raro, pero necesitamos escondernos detrás del mostrador. ¿No te molesta, cierto? Genial —sin dejar responder al beta que estaba detrás del mostrador, tomó la mano de Jennie y corrieron a esconderse detrás de aquel mueble, agachándose para no ser vistas.
—Pero qué... —el joven iba a protestar, pero una pareja entró, eran Rosé y Lisa, se veían tan felices.
—Son nuestras amigas —susurró Jennie—, estamos planeando su baby shower, pero es sorpresa —mencionó, esperando la comprensión del hombre.
—Ellas no deben saber de esto —susurró Jisoo, la cual estaba intentando que su aroma se vaya y pase desapercibida. Para los betas, al no tener un aroma demasiado fuerte, podían ocultarlo muy bien, pero con los alfas y omegas era muy distinto.
—Esta bien, yo las ayudo —siguió pasando los productos un poco más rápido, hasta poder comunicar el valor final—. Son treinta mil cuatrocientos pesos —habló bajo, mirando desapercibidamente a la última pareja en entrar a la tienda. Jisoo sacó su tarjeta y alzó con cuidado su mano para entregarla. Cuando terminó de pagar, el joven le paso las bolsas—. Si quieren salir, este es el momento, ellas están de espalda —las chicas asintieron, agradeciendo en murmullos.
Tomaron las bolsas con fuerza y sin mirar atrás, salieron corriendo de la tienda, como si sus vidas dependiesen de ello.
Ahora solo faltaba el resto de la lista. Pero seguirían con eso otro día, ya que ahora debían volver al trabajo.
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