¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lisa estaba sentada en la cama, mirando la maleta que tenía frente a ella sin saber por dónde empezar. Rosé entró a la habitación, deteniéndose para mirar a su esposa, quien tenía la mirada perdida.
—¿Pasó algo, amor? —Lisa la miró y negó, para luego asentir—. ¿Entonces sí o no?
—Es que Joshua me dijo que sería bueno empezar a hacer la maleta, pero realmente no sé por donde empezar —la más alta sonrió emocionada.
—¡Yo la hago! —la omega la miró feliz, realmente le estresaba empacar.
Y así empezaron a hacer la maleta, Rosé buscando las cosas y Lisa recostada atenta a las acciones de la mayor.
En la maleta ya estaban los documentos de Lisa, como también los resultados de las citas con Hong. Luego Rosé empezó a empacar la ropa de dormir necesaria, una bata de algodón, unas pantuflas, pares de calcetines, y un conjunto cómodo, que era un buzo negro con una amplia polera negra, para cuando Lisa saliera del hospital.
Buscó los regalos del baby shower, donde les habían regalado varias cosas útiles. Para Suni, empacó camisetas, pañaleras con piernas, mitones, pares de calcetines para recién nacidos, unos gorritos, y algunas mantitas. Por último, varios pañales y toallitas húmedas para bebés.
Los regalos que les habían dado sus cercanos realmente habían sido de utilidad.
Ya faltaba solo unas semanitas para que Suni naciera, y quien sabe si decida salir antes de lo previsto. Era mejor tener todo listo.
La habitación de la aún no nacida estaba decorada con algunos stickers de los lindos y famosos personajes animados. Estaban los muebles necesarios, además de algunos peluches.
Y encima de uno de los muebles, estaba un mini álbum donde las fotos del baby shower se encintaban, junto con otro álbum pequeño vacío, esperando por ser utilizado.
Rosé dejó la maleta lista a un lado, visible por si la llegaban a necesitar. Se recostó al lado de la omega, empezando a acariciar su pancita. Repartió delicadas caricias, haciendo que Lisa fuera luchando por no quedarse dormida.
Cuando la omega estaba apunto de caer en los brazos de Morfeo, la voz de Rosé la hizo abrir los ojos de golpe.
—Si se adelanta, ¿quieres cesárea o natural? —Lisa soltó una pequeña risa.
—Cesárea obviamente, ni en mis pesadillas tendría un parto natural, ¿sabes cuanto duele eso? —ella negó—. Yo tampoco, pero debe ser demasiado doloroso, y realmente no quiero ni saber como se siente.
Bueno, Suni no pensaba lo mismo, pero eso no debían porque saberlo.
—Solo esperemos que no decida adelantarse —Lisa asintió. Oh, ellas no sabían los planes de su querida hija.
La pareja se puso sus pijamas y se acostaron, abrigándose con las cálidas sabanas. Rosé rodeó con su brazo la pancita de su esposa, durmiendo en posición de cucharita.
Y bueno, Suni no nacería cuando sus madres quisieran, sino que cuando se le de la gana.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
