Capítulo uno

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Me presento soy Samantha Montegro, tengo 23 años, vivo en Londres. Estoy estudiando leyes mis padres son unos grandes abogados, los padres de ellos lo fueron. Yo estoy estudiando porque es algo que me apasiona y siempre me ha gustado desde niña.

Actualmente vivo con mis dos mejores amigas Camila y Lucía ese par de mujeres están locas, bueno las tres lo estamos nos complementamos entre si, somos algo así como trío dinámico como nos llaman algunos.

Las tres somos de buenas familias vivimos bien no nos podemos quejar, cuando cumplimos 20 años tomamos la grandiosa idea de irnos a vivir las tres juntas ya que pensamos que teníamos que empezar con nuestra vida adulta y aparte siempre ese fue nuestro sueño vivir juntas.

Después del caluroso despertar que tuve con Alex me dirige a nuestro apartamento que está ubicado en unos de los mejores barios de Londres al sur de la ciudad es un edificio alto de 15 plantas. Subo al elevador y pongo el piso diez el cual es el que comparto con mis dos mejores amigas. Cuando abro la puerta del apartamento el rico olor de huevos y baicon llega a mis fosas nasales, nuestra ayudante Marie esta haciendo desayuno ya que hoy es lunes y tenemos que ir a nuestras respectivas clases.

Entro a nuestra gran cocina blanca con detalles negros y dorados... si lo se se escucha súper glamouroso pero que te diré mi amiga Camila esta estudiando para ser decoradora de interiores y ella es la que se ha encargado de decorar todo nuestro piso, el cual en su mayoría lleva esos tres colores, blanco, negro y dorado ella dice que esos son los colores de la gente con clase y buenos gustos y pues la verdad yo no me quejo me encanta como ha hecho nuestro apartamento se ve lujoso pero no exagerado.

Marie esta de espalda concentrada cocinando en nuestra cocina se voltea al escuchar que me arcero me mira de pies a cabeza y niega con la cabeza mientras me sonríe y se termina de voltear y me dice.

-Sam, cariño tu aspecto grita que tuviste una noche agitada. Me señala con sus dedos mientras evalúa mi aspecto. Me río fuerte y le digo.

-—Algo ya tu sabes como soy. -Ella es como una madre para todas nosotras siempre esta a nuestro lado nos ayuda, cuida y siempre nos da su hombro cuando necesitamos desahogarnos.

- Báñate y levanta a las demás que están igual o peor que tú. El desayuno ya va estar y se hace tarde para la Universidad.

Le sonrió y sigo caminando hasta subir las escaleras. Cuando llego al final de ellas empiezo a escucho unos ruidos raros pero ya conocidos para mi estos dos largos años viviendo con estas locas ya me tiene acostumbrada. Mi amiga Lucía empieza a gritar más fuerte pidiéndole a quien sabe quien que le de más duró. Jajaja, mi amiga no sabe ser sutil y le encanta montar un show cuando folla, digamos que a ella le da igual que la escuchen o vean cuando se convierte en una gata en celo. Toco la puerta tres veces y entro... Me encuentro a mi amiga siendo follada por el ligue del fin de semana. Están todos sudados y rojos. Mi amiga sale de su loca nube de placer y me mira mal.


-Samantha cuando aprenderás a tocar la puerta, loca.- me grita.
La miro mientras sonrio y le digo.
   
—Buenos días para ti también, el desayuno ya va estar y se hace tarde para las clases. Aunque bueno a ti ya te están dando tu desayuno, rio.
El chico con el que el estaba follando se pone aún más rojo mira a todos lados menos a mis ojos y le dice a mi amiga.

—Mejor me voy.- ella le dice.
—No tú termina lo que estabas haciendo que a mi no me dejas con las ganas.

—Samantha lárgate para así terminar de follar o si quieres te nos unes. Me dice mientras me guiña un ojo y se echa a reír. Yo me voy y cierro su puerta mientras escucho que le ordene al chico que siga.

La Historia De Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora