T R E S

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Aunque...ahora lo dudaba menos. Justo porque habían pasado seis años. Había hecho amigos en el extranjero, parecía haber superado lo que pasó y se notaba más ligero...pero seguía asegurándole esos absurdos sentimientos, ¿entonces antes no se lo había dicho solo por sentirse solo?

No, seguro que sigue creyendo aquello por los recuerdos de cuando lo ayudó.

--. Maldito bastardo -- Gruñó apretando con fuerza las manos.

Respirando fuerte y en un ataque de rabia explotó accidentalmente el volante. Al notar que ahora incluso había perdido el control de su propio quirk golpeó enloquecido todo el tablero del auto, lanzando golpes a diestra y siniestra como poseso imaginando el rostro pecoso en cada rincón. Cuando se detuvo el interior del auto estaba destrozado, las ventanas agrietadas y el techo negruzco. Parpadeó repetidamente dejando caer la cabeza en el respaldo.

--. ¿Quién mierda te necesita de todas formas? -- Espetó después de segundos sin hacer un solo movimiento. Tomó de vuelta su celular y marcó algún número de algún ayudante de su agencia -- Quiero otro jodido auto para mañana a primera hora, este ya no sirve -- Demandó y colgó.

Ashido lo reprendía continuamente diciéndole que eran héroes no sus secretarios pero le valía un carajo, habían firmado el jodido contrato, que no se quejaran.

Para cuando entró en su vacío departamento se sentía exhausto de todas las maneras posibles, pensar que tenía que trabajar al día siguiente le causaba repelús. Se dió una ducha y finalmente apagó su cerebro en cuanto se dejó caer sobre la cama mullida corriendo desesperado a los brazos de Morfeo.

--. Qué día de mierda -- Murmuró contra la almohada cerrando los ojos.

Al día siguiente, siendo despertado por la ruidosa alarma, se levantó con lentitud y molestia. Apagó el aparato y por simple costumbre encendió el televisor mientras se desperezaba estirándose todo lo que podía, escuchando tronar sus huesos de forma placentera.

--...visto en el aeropuerto el día de ayer! Sin duda exigimos la primicia de la primera entrevista. Deku, si estás viendo esto, queremos que sepas que nunca fuiste olvidado, ¡eres y seguirás siendo el héroe número uno! Y aprovecho para darte un agradecimiento público, ¡tú salvaste a mi hija!

Se detuvo en seco al escuchar toda la palabrería de la mujer en las noticias. Cierto, Izuku ahora estaba allí. Enseguida puso mala cara recordando todo lo del día anterior, casi prefería seguir sintiéndose patético pero con el peliverde en otro país.

--. Pero no pierde el tiempo. Hace solo minutos se le vio entrando a la agencia de Shõto, todo parece indicar que serán compañeros durante su estadía en Japón.

--. Si es que se queda seguro que abrirá su propia agencia. Estoy ansioso, se puede escuchar el temblor en los huesos de los villanos ya -- La mujer rió por el comentario.

--. Como si con Dynamight no tuviéramos suficiente ¿eh?

--. ¡Pero es que Dynamight hace temblar a todos por igual! -- Katsuki hizo una mueca de irritación por la exagerada expresión de terror en el rostro del tipo. En la vida había hablado con él, ¿por qué diablos tenían que actuar así? -- Y si tenemos a Shõto y Deku trabajando juntos entonces tal vez en un futuro el Wonder Duo regrese ¡y más fuerte que antes!

--. Quien sabe y hasta obtengamos al trío combatiendo a los villanos esta vez. Recordemos que son los antiguos The Big Three de la Yuei.

--. ¡Cierto, casi se m-!

Apagó el televisor.

Si claro. Pura mierda, eso era. Pu-ra mier-da.

Negación - DekukatsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora