Tear: pov jungkook

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  Tener su frágil cuerpo entre mis brazos provocaba en mí una sensación grande de angustia, ahora que lo podía tener temía mucho perderlo.

  Después de 2 días en los cuales lo mantuvieron sedado haciéndole exámenes y pruebas por fin había despertado, por fin pude ver sus hermosos ojos color miel de nuevo.

  En este momento nos encontramos en su habitación tratando de ver alguna película pero mi mente está trabajando a toda marcha pensando que en cualquier momento él se tiene que ir. Estoy ideando alguna manera para qué se quede conmigo.

  Permanecía perdido en mis pensamientos cuándo sentí una suave y pequeña mano acariciar mis piernas, ya sabía por dónde venía y sabía lo que quería, pero no podía ser tan hijo de puta, acababa de salir del hospital y aunque muriera por follarlo ese no era el momento.

  Le dije que no podíamos hacerlo porqué temía lastimarlo pero el muy descarado me amenazó con meterse al baño y masturbarse; así que, cómo el noble hombre que soy, terminé complaciéndolo y dejando que me montara hasta corrernos juntos.

  No me cansaría jamás de su cuerpo, su piel tan suave, sus gloriosos gemidos, sus besos, estar con él es lo mejor.

  Después de ese día Jimin estuvo conmigo en mi departamento hasta que llegó la noche y lo llevé a su casa porque así me lo pidió, aunque yo quería que se quedara conmigo a dormir pero al parecer él no lo deseaba.

  Durante el trayecto devuelta a su hogar estuvo muy pensativo. Casi no me dirigió la palabra ni me miró.

  Algo en mí estaba en modo de alerta, tenía un presentimiento extraño que no lograba descifrar.

  Al llegar a su departamento lo acompañé hasta la puerta de la entrada colocando mis brazos alrededor de su cintura ya que él aún cojeaba al momento de caminar. Al despedirnos y mirar su rostro tuve el impulso de besarlo y decirle que lo amaba pero no me respondió, supongo que no se sentía preparado para ello o tal vez pensó que no valía la pena decirme que él también, ya que en algún momento se iría y me dejaría.

  Estaba helando así que con cuidado abrí la puerta detrás de él y lo hice adentrarse al lugar. Dejé un nuevo beso en sus labios, no quería despedirme pero lo tuve que hacer así que me fuí.

  Al estar de nuevo en mi auto no sabía qué hacer, no quería estar en casa solo, no quería seguir sintiéndome así y con esta extraña sensación que se estaba apoderando de mi cuerpo y de mi corazón. Tomé mi teléfono y llame a la única persona que, aunque daba unos consejos de mierda sabía que estaría para mí en cualquier momento y me escucharía.

— Nam...

— ¡Hermano, pensé que ya no sabría más nada de ti! -— habló mi amigo del otro lado casi gritando.

— ¿Dónde estás? Se escucha mucho ruido, quisiera verte para hablar...

— Estoy en una fiesta, es en un bar cercano al centro, te enviaré la dirección se llama "Singularity".

  Colgando la llamada recibí un mensaje segundos después con su ubicación exacta así que conduje hasta allí.

  Al llegar al sitio estaba repleto, habían luces multicolores y muchísima gente. El lugar apestaba a alcohol y cigarrillos; saqué mi teléfono nuevamente para avisarle a Namjoon que había llegado y caminé entre las personas hasta que lo vi sentado cerca de lo que parecía ser una barra. Mi amigo siempre tan borracho... ¿Cómo no pensé que podía estar en la barra? en fin. Me hizo una seña con la pantalla de su celular encendida para que viera donde estaba, como si ya no lo hubiese visto. Me acerqué hacia él y de inmediato se puso de pie para estrecharme en un abrazo al que yo correspondí necesitado.

Luxxxury - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora