Come back to me

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  Al día siguiente Jimin se encontraba en su habitación terminando de ordenar sus cosas cuando escuchó unos golpes en la puerta.

— Adelante — dijo permitiéndole pasar a quien tocaba.

  Taemin entró y no perdió rastro del hermoso rubio que tenía en frente. Jimin llevaba unos pantalones de pijama y nada más, dejando ver su abdomen marcado y su piel lechosa y perfecta.

  El más bajo se dió cuenta de la mirada que le estaba propinando el mayor y sonrió orgulloso de si mismo — Si ya terminaste de escanearme puedes decir a qué viniste —  volvió a darle la espalda ordenando algunas cosas en su closet.

  Los ojos de su primo fueron directo al culo bien formado del rubio, pensando que jamás había visto nada semejante.

— Hmm, sí — tragó saliva — yo vine a darte esto — Jimin prestó atención — Minwoo dijo que te lo entregara, y que por favor seas discreto, el abuelo es algo estricto con algunas cosas, cómo por ejemplo: no usar el celular mientras estamos comiendo, o hacer tus deberes primero y luego puedes estar en el celular, a mí ya no me jode tanto, sin embargo aveces es insoportable — le entregó el aparato en las manos al más bajo.

— Gracias, Taemin ¿Puedo preguntar algo?

— Por supuesto — dijo rápidamente.

— ¿Eres gay?

  El pelinegro casi se atraganta con su propia saliva — Yo... No digas eso tan fuerte, si el abuelo te escucha estoy jodido.

  Jimin río — Entonces sí lo eres. Mi radar no falla.

— Sí, pues... Tú también lo eres ¿O me equivoco?

— No, no te equivocas, vivo por una buena polla ¿Acaso creés que este hermoso atributo que Dios me dió se puede desperdiciar? — dijo refiriéndose a su retaguardia.

— Dichoso el que pueda entrar en tan perfecto atributo — Le regaló una sonrisa coqueta animándose a preguntar mas — ¿Tienes novio, Jimin?

— Sí, tengo novio, pero está en Corea — Suspiró — lo extraño tanto, necesito verlo pronto, estoy necesitando de él.

  El rubio caminó hasta su cama acostándose boca abajo mientras le enviaba un mensaje a su madre pidiéndole el número de Jeon.

  Taemin seguía parado en medio del cuarto.

— Estoy en la habitación de al lado para cuándo me necesites — dijo sugerente.

— No creo necesitarte — contestó el pequeño — pero gracias, ya puedes irte.

  El mayor carraspó la garganta y tras darle una última mirada a la curva que hacían las nalgas de Jimin acostado de esa forma salió de la habitación.

— Idiota, cree qué puede estar entre mis piernas —  habló el rubio para si mismo.

  5 minutos después Mina le había mandado el número de Jungkook, y no dudó ni un segundo en llamarle.

— ¿Sí? — esa jodida voz, Jimin la amaba, era la voz más caliente que había escuchado en su vida.

— Jungkook, soy yo.

— ¡Bebé! Por Dios, estaba muriendo por escucharte ¿Cómo estás?

— Podría decirse que bien — suspiró — me acaban de entregar el celular así que... soy todo oídos.

  Jungkook exhaló listo para hablar —  lamento no haber estado en el aeropuerto, ese día en la noche me fuí a encontrar con un amigo y tomé de más, te llamé a tu celular pero lo dejaste en mi departamento, no ví tu mensaje sino hasta después de medio día que desperté, me dolió el alma haberte dejado ir sin despedirme, y te pido que me perdones, esa es toda la verdad —  se escuchaba sinceridad en su voz y arrepentimiento de no haber estado en ese momento.

Luxxxury - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora