Al llegar al aeropuerto de Canadá un hombre alto y corpulento lo esperaba con un cartel que decía "Park Jimin"
El rubio se acercó hasta el intimidante tipo y le dijo que era él. Aquel sujeto lo guió hasta un vehículo negro y lujoso, tomando las maletas de jimin.
En todo el trayecto el hombre no dijo nada, cosa que solo lograba poner más tenso al rubio - ¿Tienes nombre al menos? - preguntó el pequeño.
- Dave - contestó únicamente con voz grave y neutra.
- Ok... Dave... Yo soy jimin.
- Ya sé.
- Sí, ya sabes... Tenías mi nombre en un cartel, fué algo estúpido decírtelo.
- Lo fué.
- ¡Oye¡ Qué grosero eres.
El sujeto siguió conduciendo y no volvió a responder nada más.
Jimin miró por la ventana lo que parecían ser mansiones con aspecto antiguo, podría decir que se veían costosas y tenebrosas, todo era color gris y blanco.
Dave se estacionó frente a un portón enorme color plata, se bajó para colocar un código y las puertas se abrieron, volviendo al auto para continuar por un camino rodeado de árboles.
- Este lugar da miedo - dijo el más bajo.
- Esto no es Corea niño, aquí no hay animé ni osos de peluche por todos lados.
- Oye, eso fué racista y el animé es japonés mayormente - respondió un Jimin muy ofendido - espera... ¿Cómo es que sabes coreano, y porqué yo apenas lo noto?
- Hablo 6 idiomas, y tu abuelo es coreano no sé si te habías dado cuenta, pero cómo sea, hay que bajar - ordenó el gran gruñón.
El menor obedeció bajándose del automóvil sin siquiera ver sus maletas, sabía que el tipo detrás las bajaría.
En la entrada de la enorme casa se encontraban dos ancianos; sonreían en espera de su nieto al cual hasta ahora volvían a ver luego de tantos años.
Al menos el abuelo.
- Bienvenido, Jimin - saludó la mujer cuando el rubio ya estaba frente a ellos - Es bueno verte al fin, estás tan grande y te pareces tanto a Mindy, he visto muchas fotos de ustedes - la anciana abrazó al pequeño que no encontraba palabras. Se sentía extraño, no conocía a esas personas aunque fuesen de su sangre.
El hombre a su lado se encontraba escaneando la vestimenta del menor dando miradas de desaprobación - Jimin... - habló el señor - bienvenido, pasa. Te mostraremos tu habitación y luego por favor baja a comer, ya todo está listo.
- Oh... Muchas gracias, pero no tengo hambre aún, el viaje fué pesado y tengo el estómago revuelto. Me gustaría descansar.
- En esta casa se come a la hora, jovencito, es una costumbre almorzar juntos, así que no puedes faltar en la mesa. Te esperamos en el comedor, después puedes ir a descansar - dicho esto se retiró.
Jimin se sintió regañado, ya no era un niño, lo menos que quería era a un maldito viejo al cual no conocía dándole órdenes todo el jodido tiempo.
- Cariño, verás... tu abuelo es algo... estricto, no le prestes mucha atención - comentaba abrazando por los hombros al pequeño a medida que lo guiaba hasta la que sería su habitación subiendo unas escaleras inmensas - solo trata de no hacerlo enojar, y todo estará bien.
Al entrar en el cuarto notó que todo era igual, tonos grises ,blancos y negros. Faltaba vida en ese lugar, era enormemente agobiante, extrañaba su antiguo dormitorio.
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Luxxxury - Kookmin
Fanfiction- Hasta que no lo folle no me dejará de joder, ¿no es así? *Smutt/ lemon *Voyeurismo *Palabras obscenas *Contenido explícito *Jk top/Jm bottom *Jk mucho mayor que Jimin Historia con poco drama, pero el necesario. Mucho smut y un poco de humor.