𝐀𝐦𝐩𝐡𝐢𝐛𝐢𝐚 ꕥ 𝐷𝑟𝑎𝑏𝑏𝑙𝑒𝑠 & 𝑂𝑛𝑒-𝑆𝘩𝑜𝑡𝑠

Enamorada「𝐌𝐚𝐫𝐜𝐚𝐧𝐧𝐞」

Pairing: Marcanne.

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Había recolectado pilas de libros a su alrededor. Investigaba minuciosamente en cada uno de ellos, en busca de una respuesta concreta a su condición.
Colocó una mano en su mentón y releyó con sumo interés determinado párrafo. Una de sus cejas se enarcó dubitativa.

"¿Pero qué diablos, Marce?" La concentración de Marcy se esfumó en cuanto la muchacha de cabellos dorados intervino. Sasha hizo una mueca de disgusto al pasear la vista a través de los libros que habían en la mesa de trabajo.

"¡Hey, Sash!" Marcy apartó los ojos de su interesante lectura y saludó a su amiga con la mano. La rubia no cambió su expresión contrariada.

"¿Se puede saber por qué hay tantos libros aquí, nerd?" La biblioteca de la escuela no era su lugar favorito. A decir verdad la detestaba. Estar rodeada de cerebritos que devoraban libros a diestra y siniestra le incomodaba mucho.

"¡Oh, sí! ¡Claro, claro! Espera un segundo..." La niña de cabellera oscura cerró el libro que estaba leyendo y lo depositó junto a los demás. Aún no se encontraba satisfecha con la información obtenida, por lo que le pareció buena idea citar a Sasha para que pudiera consultar ciertas dudas al respecto. "Verás, tengo un par de cuestiones acerca de... algo que me ha estado molestando en los últimos días."

"Ya veo. Debe ser algo difícil como para que ni las enciclopedias te hayan ayudado. Además tú eres la sabelotodo aquí." Jaló una de las sillas, sentándose frente a la otra chica. "Bien, suéltalo, amiga."

"Sí, bueeeno..." Rascó su mejilla ansiosa. "Encontré unas cuantas cositas, pero sigo sin entender bien." Suspiró profundo. Jugueteó ansiosa con sus dedos, luego ahogó un gritito de frustración y enterró las manos en su cabello. Sasha la observó extrañada, porque no era habitual ver a la más lista de la clase mortificándose por un dilema. Marcy se tumbó en la mesa, derrotada. Un par de libros cayeron en su cabeza. "Es que, últimamente, me siento... ¿extraña?" Inició su explicación con los ánimos decaídos. A penas elevó la vista para ubicar a su compañera preocupada. "Como te explico... No sé, siento que mi corazón late muy rápido a veces y me siento muy ansiosa. Además, mi temperatura corporal suele subir de repente."

"Vaya, eso no suena bien, Mar-Mar. ¿Has ido al médico?" Sasha alargó la mano tocando la frente de Marcy. "No parece que tengas fiebre."

"También me sudan las manos y me vuelvo muy torpe..."

"Marcy, tú siempre eres torpe..." Interrumpió con severidad.

"Y tampoco puedo concentrarme en clases." Continuó describiendo sus terribles síntomas. "Es raro, porque jamás había experimentado algo similar. No es malo, solo extraño." Se irguió de golpe, clavando su mirada en Sasha. "¡Y todo eso me pasa cuando Anne está conmigo!" Puntualizó exhibiendo un matiz angustiado.

Silencio.

Un silencio abismal se instaló entre ambas niñas, algunas personas que estaban en la biblioteca clavaron su atención en ellas luego del grito de Marcy. Un tic nervioso atacó el ojo de Sasha. Marcy se desconcertó ante su reacción. Se acerco a ella, pero lo único que recibio fue un grito que sacudió sus neuronas.

"¡¿Qué rayos, Marcy?!" Estampó una de sus manos en su cara y la arrastró rendida hasta su barbilla. En ese instante quiso golpear a su amiga por lo tonta que podía comportarse. No obstante, aspiró hondo, tratando de mantener la calma. "¿Estás tratando de decirme que estás enamorada?"

Otra pausa larga.

"¿Qué?" Marcy graznó. "¿Enamorada?" Parpadeó, recordando los mangas de romance que había leído a lo largo de su corta existencia. La bombilla en su cerebro se encendió y su rostro se iluminó con asombro. "Oh... OH...¡OOOH!" Y la revelación estuvo hecha; todo encajó como piezas de un puzzle. "¡Entonces de eso se trata!"

"Por Dios, no puedo creer que no lo hayas considerado."

Marcy se recuperó, eligiendo rápido uno de los libros que yacían a su lado. Rebuscó en sus hojas y leyó en voz alta, marcando con el dedo.

"Ahora que lo dices, ¡tiene sentido! Aquí dice que cuando nos enamoramos se registra un aumento en los niveles de dopamina, un neurotransmisor relacionado con la sensación de gratificación, de placer, y..."

"¡Hey, hey, Marbles, basta de eso!" Le cortó el discurso, cerrando de golpe su libro. Resopló cansina, masajeando el puente de su nariz. "Tonta, no hace falta consultar un libro para saber que estás enamorada de Anne." No le sorprendió lo último mencionado, ya concebía sospechas, pues desde hacía mucho se había fijado en la manera en que Marcy veía a Anne. Marcy era la única boba que no se había dado cuenta de eso.

Marcy se hundió en su asiento, adoptando un semblante pensativo.

"¿Tú crees, Sash?" Ciertamente, la tailandesa se le hacía muy bonita. Incluso había adquirido interés por sus gustos. Y además quería compartir más tiempo con ella, sin duda era feliz a su lado.

"No, no creo, estoy segura." Acotó rotundamente. "¿O acaso te sucede lo mismo cuando estás con otras personas?"

"Ummh, nop." Negó con la cabeza. "Puedo hablar muy bien contigo, por ejemplo."

"Ahí lo tienes." Sasha se relajó poco a poco. Habían encontrado el generador del problema que asediaba a la taiwanesa. Entonces, ahora requería informarse de la situación con lujo de detalles. "Muy bien, mi querida Mar-Mar." Acomodó una de sus brazos sobre la mesa y descansó la mejilla en su palma. En sus labios se ensanchó una sonrisa pícara. "Ahora me tienes que contar cuando empezaste a sentir todo eso. "Chisme era chisme, y más si involucraba a sus dos mejores amigas.

La asiática indagó en sus memorias, rememoró con exactitud el segundo en que quedó prendada de Anne. Casi de inmediato su rostro se ruborizó y sus latidos se aceleraron. Sí, le ocurría justo como a las protagonistas de esos animes románticos que había visto o de esas novelas visuales que solía jugar.

"Uh... creo que todo comenzó cuando olvidé mi consola un viernes, y me vi en la necesidad de asistir a uno de los partidos de tenis de Anne..."

Allí permanecieron las dos muchachas en lo que duraba el receso de clases, con una Marcy ligeramente avergonzada al contar cómo se había enamorado de su amiga de la infancia, y una Sasha entusiasmada por escucharla.

«Esta esta perdidamente enamorada», Sasha se rio de la cómica situación. Aunque estaba contenta por sus amigas. Sobre todo porque era más que obvio que Anne sentía lo mismo por Marcy.