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Cuando la fiesta se dio por terminada, todos se volvieron hacia sus casas, mientras que Narumi y Natsu regresaron a su pequeña habitación luego de haberse despedido de sus abuelos y amigos.
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—A pesar de todo, fue un buen cumpleaños. —Sonrió animado— hicimos nuevos amigos.
—Así es. —Sonrió y se acercó para revolver su cabello— es tarde, es mejor que te acuestes a dormir.
—Sí! —le devolvió la sonrisa para acostarse en su cama, mientras Narumi se dirigía a la suya— buenas noches nita.
—Buenas noches niño. —Dijo soltando un suspiro y acostándose y cerrando momentáneamente sus ojos— "... Bueno, ¿qué haremos ahora? Viendo que Naoki es el líderdel clan Namikaze, queda claro que.. espera, ¿cómo se le dice? Claro! Nos exiliaron.. Aunque ahora el abuelo Hirusen nos dio el título de líderes Uzumaki.. Uhm.. ¿Será posible ir a un lugar mejor y alejarnos con esos títulos? No quiero seguir aquí.
Abrió sus ojos y su mirada se dirigió a Natsu, el cual descansaba cómodamente, luego su mirada recorrió la estrecha habitación, pequeña y lúgubre, su mirada enconces se detuvo en la mesita de noche y exactamente en la foto polvorienta de la última y única foto con sus padres y hermanos, en la cual tenían apenas dos años de edad. Suspiro.
—No podemos seguir aquí.. Viéndolos, ellos ya hicieron su elección de quienes son sus hijos y lastimosamente, nosotros no somos parte de su historia." —Pensó con amargura antes de cerrar sus ojos nuevamente, está vez perdiéndose en el mundo de los sueños, bueno, eso pensaba.
