Capítulo 8: ¿Ah si?

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-Oh, que inesperado!, hola Sara.-  Megan sonrió 

No puede ser, lo único que podía salir mal. Trate de desviar mi mirada hacía Valentina y preguntarle si me daba un minuto, aunque no terminada ni siquiera la pregunta, ella lo entendió. 

-Valen, ¿Puedes..?- 

-Claro, no te preocupes- Sonrió 

Luego de unos instantes de silencio, Megan tomo el control de la situación. 

-Así que tú y esa chica..?, ¿eh?, estaban en el mismo cubículo y supongo que no leyendo la biblia precisamente- Me observaba con una mirada fulminante

-Eso realmente no es tu problema Megan, y aunque no tenga que darte explicaciones, solo estaba siendo amable y limpiando mi camisa, ya que regó su trago sobre mi. Y de hecho, si hubiera sido algo más, ¿a ti qué te importa?- Se notaba también mi rabia. 

-Me importa porque tú eres mía ahora, y si alguien más te tocara, Sara, estaríamos en graves problemas.- Alzó su ceja con picardía 

Sin tiempo de nada Megan tiro su vaso completo sobre mi camisa y puso sus manos firmes sobre las mías, que se hallaban reposadas en los lavabos. 

-Megan, no voy a tolerar tu estupidez ahora, no quiero verte más.- Insistí 

-¿Qué no estabas enamorada de mi?, porque siempre lo he notado, desde el primer día.- Se rio.

-Eso no cambia mi decisión de estar lejos de ti, además, me parece que eres un poco convencida, lo que estás diciéndome deberías decírselo al tipo aquel.- Con fuerza me libre de sus manos  y la empuje hacía atrás.

Al parecer ella había quedado un poco en shock por lo que le había confesado, lo que me había dado tiempo de escapar de aquel club con Sofí y Valentina. Dejé a Sofí en su casa y conversé un momento con Valentina. 

-¿Es tu novia?- Preguntó Valentina un poco preocupada. 

-¿Qué?- Respondí 

-La chica, esa que entró a los baños. Parecía molesta contigo.- Me miraba fijamente

-Ah, ¿ella?, no te preocupes, no somos nada, fue mi psicóloga las últimas dos semanas, ya sabes, cuando mi madre se enteró de mi... bueno, ya debes saber la historia.- Le sonreí 

-¿Te gusta?- Haciendo otra pregunta de nuevo con mucha firmeza 

-¿De dónde sacas eso?.- 

-Pues la mirabas un poco distinto, ¿sabes?.- 

-No te preocupes por eso Valen, mejor dime, ¿te llevo a tu casa?- 

-Si, está bien, por favor.- 

Valentina era una chica con muchos modales, siento que era perfecta para mi, de hecho hasta este punto me atraía demasiado, pero también pienso que a pesar de todo no era el momento indicado de conocernos. Pusimos música y disfrutamos del trayecto a su casa. Cuando llegamos me invito a pasar. Su familia de Holanda había llegado de visita y sus padres le recalcaban que dormiría en el suelo, a lo que Valentina se veía un poco desganada. 

-¿Y si te quedas esta noche conmigo?- Pregunté

-¿estás segura?- 

-Sí, no creo que hay mucho problema por ello- Sonreí

Valentina alistó su maleta y nos fuimos a mi casa, al llegar estacioné el coche y le pregunté si tenía hambre, a lo que respondió que no. Abrí la puerta de la casa y me dirigí a la cocina, encontré una nota de mamá diciendo que esta noche no volverían por cuestiones de la familia de mi padre. Le comenté a Valentina y sonrió. Corrió a abrazarme y la sujeté por la cintura. 

-Entonces, puedo dormir contigo esta noche?.- Sonrió con malicia. 

-Claro que si, no veo problema.- Sonreí 

Subimos a mi habitación y me recosté en la cama mientras Valentina se quitaba su ropa. estaba cansada y alcancé a sentir mi celular en mi bolsillo vibrando, era Megan. No iba a contestar mientras estaba con Valentina, no iba a arruinar nuestra noche. Megan al parecer ya tenía a alguien más, ¿para qué me buscaba?. Mientras estaba hundida en mis pensamientos, sentí como Valentina se poso encima de mi, pero no traía un pijama puesto, traía una lencería roja puesta. Me quitó mi celular y vio las llamadas de Megan. Lo apagó y me empezó a besar por el cuello. No pude evitar seguirle el juego, colocando mis manos en sus nalgas y acercándola a mi. 

-Te voy a hacer olvidar a esa psicóloga, te lo prometo.- Me dijo, con una voz dejada y la respiración acelerada 

¿Ah si?- Pregunté en respuesta. 

La besé con las ganas que no me faltaban, y toque su cuerpo con lujuria y pasión, poco a poco recorrí su cuerpo desnudándola, dejándola solo con su panti, al cual eventualmente corría hacía un lado para entrar en ella. El resto es imaginación. 

Esa noche descubrí otra Valentina, una que sentía el deseo carnal que yo sentía por su piel morena, que me dejo hacerla mía en todas las formas en que quise, que me dejo con ganas de volver a repetir aquella ocasión. Al final de la increíble aventura que involucraba recorrer todo su cuerpo, nos quedamos profundamente dormidas. Pero yo me desperté más temprano en la mañana, recordé mi celular y lo encendí, antes miré la cama, en la que se encontraba Valentina aún desnuda y dormida. Noté que tenía cantidades de mensajes y llamadas de Megan. Supongo que bebió alcohol. 

Mensajes en el celular

Megan: tienes 67 mensajes sin leer
 
En resumidas cuentas eran mensajes con solo una letra para hacerme ver el celular y responder los primero cinco que había enviado, que decían. 

-Sara, por favor, no es lo que crees. 

-Sé que piensas que para mi eres un juego pero no, podemos vernos y hablarlo.

-Por favor no me dejes así. 

-¿No fue importante para ti el beso que nos dimos?. 

-Llámame, te lo pido. 

Por el momento no quería saber nada de Megan, y en ese momento me hablo Sofí, le conté que había amanecido con Valentina y se enfado un poco conmigo. 

Sofí: Buenos días amor mío 

Hola Sofí, buenos días, ¿Cómo estás? 

Sofí: Bien y tú? 

Con una hermosa infiltrada durmiendo en mi cama 😏

Sofí: ¿QUÉ?,¿QUIÉN?. 

Valentina, creo que me gusta. 

Sofí: ¿Y lo que pasó anoche con la psicóloga? 

No lo sé. Creo que ella está fuera de mi vida

Sofí: Más te vale porque no quiero que juegues con Valentina, ella te quiere. 

Vale, vale, está bien, te lo prometo. 

Me cepillé los dientes y me bañé, cuando regresé al cuarto, Valentina ya estaba despierta, le sonreí y me abalancé a su lado. Me cubrí bajo las sabanas y acerque su cuerpo desnudo al mío.

-Sí que amaneces linda, ¿eh?- Sonreí 

-¿Por qué no me habías levantado?- Mi miro con cara seria

-¿Y para qué?, te puedes quedar todo el día en mi cama si quieres.- Sonreí de nuevo

No pude evitarlo, estaba tan natural, siendo ella, me acerque a sus labios y empecé a besarla lentamente, así por un buen rato hasta que me levanté. 

-¿Quieres desayuno?- Pregunté

-Si el desayuno eres tú, si- Se rio. 

-Te voy a prepara algo, vale?, mientras te arreglas.- Salí de la habitación un poco feliz 

Mientras estaba abajo, escuché un auto estacionarse. 

-Mierda, mis padres!- 

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⏰ Última actualización: Dec 14, 2021 ⏰

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