Ahora tenía que ir de nuevo a la escuela ya iba a terminar el año, gracias a Dios, era insoportable ir a ver a una manada de idiotas que piensan que es gracioso insultar profesores y perder todas las asignaturas, ese día me vi con Sofía al entrar al colegio.
-¿A dónde tan linda chica?- Pregunté
-A conquistarte mi amor- Se echo a reír
-¿Cómo has estado?--Muy bien, al menos no tan perdida como alguien.-
-Han pasado muchas cosas pero supongo que luego te las contare todas muchacha, ya debemos entrar a clase.
Sonó el timbre y nos despedimos con besos en las mejillas, amaba a Sofía con toda mi alma pero solo podía verla como una amiga, aunque esperaba que fuera un sentimiento pasajero aquello de lo que habíamos platicado aquel día.
En la primera clase, entro una chica a mi salón de clases, no era de mi curso, creo que era del de Sofía, era encantadora, Pelo castaño, muchos lunares en su piel, un poco baja de estatura, una silueta esbelta y mucho glúteo. Pensé en hablarle pero mi plan murió cuando abandonó mi salón, bueno, supongo que será luego, dije a mi misma.Al salir del colegio, encontré aquella chica en un lado de la portería donde estaba hablando con Sofí, no podía perder mi oportunidad y me aproximé. Sofía inmediatamente me unió a la conversación.
-Hola Sarita, mira te presento a mi compañera de clase, se llama Valentina.-
-Hola Valentina, un placer- Sonreí mientras estiré mi mano
-Hola Sara, el gusto es mío- Me estrecho la mano y me sonrió
-Bueno y de qué hablaban- Intervine
-Bueno, pues, estaba invitando a Sofía a un bar con algunos amigos, ahora que lo pienso, sería un placer que fueras también- Explico Valentina
Sofía miro su reloj y se disculpo pero tenía que irse ya, tenía una cita en menos de una hora de odontología y tenía su tiempo limitado.
-Bueno y ¿Cuál es el bar y el motivo?- Pregunté
- El bar no sé cómo se llama, si me das tu número puedo mandarte bien la información y el motivo es mi cumpleaños.- Sonrió
-Vale, acá está mi número, háblame, ¿Cuántos cumples?-
-17- Sonrió
-Estás viejísima, Valentina- reí
Nos reímos un rato y luego nos despedimos, fue bonito conocer a aquella chica que cautivaba mis sentidos.
En la tarde luego de hacer algunos deberes me dirigí a visitar a mi psicóloga. Al llegar entre a la sala y la encontré con un tipo, estaban bastante cerca, lo cuál me pareció raro, cerré la puerta de inmediato porque no quería interrumpir lo que fuera que pasara en esa habitación.
Al rededor de 10 minutos salió el hombre con el que se encontraba Megan y me llamo a mi.
-Hola Sara, ¿Cómo estás?-
-Muy bien pero tú no pareces estar igual-
-No, la verdad es que hoy no tengo ganas de nada.-
-Si quieres me puedo ir, no importa.-
-No, no, al contrario, quiero que te quedes-
-¿El hombre que recién salió es un paciente tuyo?
Antes de que Megan contestara interrumpí de nuevo.
-Lo siento, no sé porqué pregunte eso, eso no me incumbe, no tienes que contestar-
-Ven siéntate al lado mío, por favor- suspiró
La notaba tan extraña, era como si no fuera ella la Megan que conocí, pero trate de comprenderla, después de todo, no todos los días son días buenos.
-¿Sabes? he estado comenzando a pensar que tenemos algo, las dos.-
-¿De qué hablas Megan?.- Yo estaba muy nerviosa.
-De que tú y yo, yo y tú, cuando nos acercamos, y cuando me vas a quitar el cinturón- empezó a reírse
Qué carajos estaba pasando. observe que Megan estaba bebiendo algo de un vaso, lo acerqué y era alcohol.
-Así que esto es, estás tomada- La mire fijamente
-Sí, puede ser, pero solo un poquito, eh- se echo a reír de nuevo
Vamos, si te ven así te pueden echar, incluso perder el semestre que estás cursando, te llevo a casa en mi auto, ven. Conduje hasta su casa y cuando iba a desabrocharle el cinturón recordé lo que me dijo con anterioridad, sonreí un poco, estaba empezándoselo a soltar pero ella agarro mi mejilla con suavidad y me acerco a su rostro, puso su otra mano en mi cuello, acercándome cada vez un poco más, hasta que mis latidos se aceleraron a más no poder y al fin nuestros labios empezaron a jugar, suave sentía como movía sus labios al ritmo de los míos, succionando mi labio inferior, mordí un poco su labio, dejándome entrar con mi lengua a recorrer toda su boca, sin tener noción del tiempo, el beso acabó, Megan solo me sonreía y yo no entendía que había pasado.
Recosté a Megan en su cama y me fui, a pesar de sus suplicas de quedarme con ella me tuve que marchar, tenía mucho en lo que pensar. Al llegar a casa tenía un Tomas inquiero en la sala, quien quería tener una conversación conmigo, pero la evadí, solo quería recostarme y pensar en lo que había pasado, que seguía haciéndome sentir cosquillas en el estomago.
El primer pensamiento que tuve en mente era si el beso que había tenido con Megan, era como el beso que tuve con Sofía, solo porque estaba ebria o si estaba enamorada de mi o algo por el estilo, seguramente era la primera, pero, y si era la segunda ¿Qué?, qué iba a pasar entre ella y yo, ¿Quería una relación? .Tal vez estaba sobre pensando mucho las cosas. Mire mi celular y tenía unos cuantos textos de un número desconocido, así que supuse que se trataba de la figura bonita que había conocido hoy, Valentina. Abrí los mensajes y los leí.
-Hola Sara, soy Valentina, amiga de Sofí, ¿me recuerdas?, solo quería que tuvieras mi número para que me agregaras y podamos hablar si surge cualquier cosa.-
-Hola Valen, ¿Cómo estás?. sí te recuerdo y vale perfecto, fue un placer conocerte hoy, eres muy agradable y bonita.-
-Vaya!, gracias. Tú también eres muy guapa, no me sorprendería que tengas miles de pretendientes, vamos.-
-Pues para que veas que no, pero seguro tú si, eh, guapa.-
-Ya está tarde como para estar por ahí halagando chicas, quién sabe con quién más lo harás-
-Tienes razón pero eso no cambia que eres guapísima, descansa-
-Tú igual Sarita-
YA SE QUE ES CORTO PERO SE VIENEN BUENOS CAPÍTULOS 7W7SALUDOS FANS AHRE
NO OLVIDEN VOTAR, ME HACE FELIZ XD
LOS AMOOO
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Me Enamore De Mi Psicóloga
Teen Fiction-Mamá, basta, por favor, el hecho de que sea Lesbiana, no significa que este loca, NO IRE A EL PSICÓLOGO, nunca debí habértelo dicho. -Vas a ir, punto. - Sentía como todo se derrumbaba, no podía creer lo que mi madre estaba haciendo Vi como mi mad...