Inicio descriptivo

2 2 0
                                    

Me levanté, y al instante note que necesitaba una ducha urgentemente, a si que me desnude puse algo de música y me metí a el baño, no había desayunado nada y ya estaba bailando en el baño, como es normal me mareé un poco y tuve que relajarme y respirar con tranquilidad, 40 minutos después salí vestida y con el pelo seco a la cocina.

Le di de comer a botas peludas y me puse a navegar por internet, se me pasó el tiempo volando a si que me vi obligada a salir casi corriendo.
Cuando me faltaban unos minutos para llegar llame a mis amigas por el grupo y les pregunte a ver donde estaban, no me hacía gracia entrar sola.

Cuando por fin contestaron me sentí mucho más segura sabiendo que no sería la única en clase, me encamine al encuentro de mis chicas y cuando por fin las distinguí en la distancia sonreí y acelere mi paso. Estaba encantada.

Lilith, Marie y Robin, llevábamos juntas bastantes años, menos Robin que se había incorporado el año pasado por temas de salud, pero aún así la conocíamos desde hace mucho también.
Estábamos muy unidas, Después de todo la necesidad nos había juntado en un grupo imparable.

Entramos lentamente en la universidad, poco después nos separamos de Robin y Marie ya que iban a economía y abogadia, una vez habíamos dado nuestras mejores palabras de aliento, las unas a las otras al ala de filosofía, teníamos una amplia clase con forma circular orientada a un pequeño atrio y una mesa donde se colocaban los docentes para comunicar las clases.

Escogimos cuidadosamente nuestros futuros sitios ya que serían probablemente los mismos el resto del año, en la tercera fila. Ni muy delante ni muy atrás ya que yo usaba gafas y Lilith no escuchaba muy bien.

Colocamos nuestro material y mientras esperábamos al profesor nos pusimos a charlar. El viernes pasado habíamos ido todas juntas a tomar algo a si que no había mucho que no supiera.

La profesora encargada de darnos filosofía política entro con aires alegres dispuesta a presentarse y dar así comienzo al curso.

Las primeras tres clases hasta el recreo fueron bastante relajadas, había un par de compañeros nuevos, un chico bastante atractivo y una de las chicas había hablado un poco conmigo al pedirme un bolígrafo.

Estaba bastante contenta, las personas de años pasados no habían cambiado mucho.
Estaba Mark que le gustaba andar en bici y llevaba bastante tiempo con su novia, de la cual hablaba sin parar. Quería estudiar política pero no había carrera donde el vivía y tuvo que cambiar de opciones.

También compartía clases con Alexandra, que su padre era un escritor fantasma y le había prometido que le pagaría la universidad si estudiaba filosofía, además de que tenía un perro llamado Argo y le gustaban los chalecos de flecos. (Una chica un poco rara)

Y por añadir también estaba Rodric que era un poco raro y tenía la tendencia de pensar demasiado las cosas, tenía frecuentes reflexiones bastante turbias que no dudaba en compartir con la gente de vez en cuando, le gustaban las series largas y las palomitas.

Había algunos más, pero no suficientemente cercanos como para que recuerde buen el nombre de todos y sus aficiones... Recuerdo un par de cosas, suficientes como para parecer sociable

Salimos al descanso para encontrarnos con el resto del grupo y comer algo, le robe medio bocata a Marie y comí una manzana que había traído yo, pero para no sentirme tan mal le di alguna de las galletas que llevaba siempre en la mochila, para casos de emergencia, o pequeños detalles galleteros como estos.

Los lunes los martes y los miércoles traíamos comida de casa pero los jueves y viernes nos dábamos el capricho de pasar a una cafetería cerca de la universidad para celebrar que se acababa la semana.

Después de una intensa charla de Marie, y como le iba con su maravilloso novio, además  de burlarnos un poco de ella por haber caído tan fuerte por un hombre nos relajamos un poco, y terminamos de comer.

Nos tocaba volver a las últimas dos clases y a mi me tocaba por fin clase con Alan.

Ese desgraciado dios griego con forma terrenal, que se había escapado de lo mas fondo de mis sueños húmedos, para molestarme con esos ojazos. 

Le había visto por el rabillo del ojo cuando salía del campus y había podido observarle bien. Salía de su coche. Tenia un  Ford mediano como coche de un color gris suave, en la guantera llevaba algunos papeles desordenados y algún adorno.

No estaba muy obsesionada si no que era observadora y no me podía resistir a querer saber más sobre el, cuando un hombre como este se te cruza por delante como poco giras la cabeza.

Cuando había conseguido echarle el ojo mientras entraba a la universidad, note que llevaba unos vaqueros negros holgados, unas deportivas con detalles rojos y un jersey de lana bastante antiguo.

Sin embargo al entrar a clase me lo encontré quitándose el jersey para dejar ver una camiseta manga corta gris de una marca desconocida para mi, toda una vista y un lujo para mi, la verdad sea dicha.

Lo que también pude ver fue como poco a poco el jersey que se quitaba levantaba su camiseta dejando ver su bajo vientre, tenía una pequeña línea de bello  hasta el ombligo, su cuerpo se veía delgado, no demasiado ejercitado pero sano, ya que sus brazos ahora desnudos por la camiseta que llevaba se notaban bastante fuertes.

Después de sonreír por el descuido del profesor al dejarse ver de esa manera le salude y me senté con Lilith.

Nos dio una cálida bienvenida a la universidad y nos deseo buena suerte en nuestro último año con un deje de nostalgia en sus palabras. La mayoría habían coincidido con el muchas veces y estaba contento de tenernos en clase.

Nos dio una presentación y explicó cómo era la planificación que tenía para los primeros meses. Muy entrañable, una primera clase muy atractiva desde luego, pero yo ya me estaba exasperado debido al exceso de materia que teníamos que dar este año, era una locura, casi tres veces el temario del año pasado.

Cuando termino de hablar nos dio el resto de la clase libre y aproveché para ir a hablar con el... No estoy muy bien de la cabeza.

Me duelen los dedos. Escribir es más difícil de lo que parece

dejame mostrarte... lo que es el verdadero placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora