Salí de la oficina sin percatarme que tenía un par de lágrimas cayendo por mis mejillas, tenia un nudo en la garganta y mi respiración era entrecortada.
-Recuerda mañana a las diez en punto - dijo Víctor mi psicólogo, al cerrar la puerta tras de mi.
Hace bastante tiempo no me sentía así, más tranquila y aliviada, pero no de la forma que piensas. Se que tengo el aspecto de una lunática con todo el maquillaje corrido y mi prácticamente casi ataque de asma, de igual manera me sentía con un peso menos, me sentía más liberada.
Aún no sé el "por qué" de mi gran problema, pero con Víctor todo era más claro. Era la única persona que me comprendía sinceramente, sin juzgarme ni mucho menos lamentarse.
¿Nunca han sentido una confianza tan abrumadora que es capaz de llegar al punto de consumirte? Una confianza absoluta, que te atrae como una especie de imán hacia una persona, solo me hicieron falta un par de minutos, para sentir eso. La frialdad que producían esos grandes ojos pardo en mi, me fascinaba, de hecho me gustaba bastante.
<<¿Gustar? pero que mier...>>
Una voz ahogó mis pensamientos.
-¡Eli estas aquí! ¿Por qué no has venido a la escuela? -me interrogó mi supuesta "Mejor Amiga" Annie, mientras corría con un par de libros con el título "música" y saltaba como loca a través del pasillo.
<<Sencillo. He estado en una depresión a punto de quitarme la vida y ni siquiera una llamada tuya>>.
-Viaje familiar, sólo he venido a buscar unos papeles y me iré otro par de días -mentí con facilidad.
Qué puedo decir, esto se me da.
-¡Estupendo linda! Nos vemos cuando regreses, tengo ensayo en el grupo de coro y voy tarde. ¡Disfruta al máximo! y conoce muchos bombones en tus vacaciones -dijo con sagacidad - ¡Adiós!
Se marchó sin el más mínimo interés en sus palabras. En otras circunstancias eso hubiera sido una puñalada directa a mi pecho, pero la preocupación por los amigos falsos y una vida solitaria ya estaba liberada (para ser más específica en la carta número 3).
Luego de escribirla y guardarla en el predilecto escondite, admití que mi vida estaría vacía y sin nadie con quién hablar me mis problemas, es bastante difícil sobrevivir sola, es difícil no tener un sustento para levantarte y evitar hundirte, es realmente difícil, tienes que vivirlo para comprenderlo.
Esas boberías de "te entiendo" o "tranquila todo va a pasar". Me resultan hipócritas. ¿Cómo puedes decir eso si tu no has vivido algo semejante? ¿Cómo te pones en los zapatos de alguien en situaciones completamente diferente a las tuyas? Para mi es bastante simple, por lo menos ahora.Si no lo has vivido, no juzgues.
Si no lo has vivido, no trates de calmar la situación.
Si no lo has vivido, simplemente no opines.Hasta que conocí a Víctor, un alma que tiene algo que esconder, un secreto oscuro, casi o más importante que el mío y eso me producía una grata curiosidad. Pude notarlo desde la primera vez que lo ví.
Estuve en el paradero más tiempo de lo previsto, finalmente decidí tomar un taxi y le di la dirección de mi hogar. Al llegar mi madre estaba cocinando carne con arroz, el olor era magníficamente delicioso.
-Elisabeth ¿Cómo estas? ¿Bajas a comer? -me pregunó con esa sonrisa sin vida, esa sonrisa que yo misma me he encargado de matar inconscientemente.
-No tengo hambre -respondí.
-Tienes que comer.
-Después.
Subí a mi habitación y me encerré en ella como era de costumbre, las cortinas no dejaban que ni el más mínimo rayo de luz entrara en la lúgubre oscuridad. Tome un cuaderno y empece a escribir, los ojos me pesaban pero eso no iba a detenerme, necesitaba de aquella Anestesia para sobrevivir.
Cada día pasaba más y más páginas, cuadernos llenos de mi infeliz vida, de mis temores y mis errores ¿Algún día podre dejarlo? no lo creo. Mis ojos se cerraron y me sumergí en un sueño profundo como los que no había tenido en meses.
Ahí estaba, durmiendo con algo que seria ¿paz? ¿tranquilidad? he olvidado como se sentía, me olvide de todo, aún con un lápiz entre mis dedos.
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Las nueve cartas y sus miedos.
Teen FictionMe llamo Elisabeth, mi edad no importa en este momento, sólo necesito que sepas mi historia, y trates de comprender por que cometí estos errores. Estoy pérdida en una vida falsa y llena de tormentos, traté de liberarme pero termine aún más sumergid...