❝Cariño, sigues mintiendo cada vez que dices que lo amas❞
↪Historia completamente de mi pertenencia
↪Mini-Historia
↪Pareja principal: Hyunin
↪Mención de otros shipps y idols
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Chapter One: Comeback
5 años después
Un cargado suspiro salió de sus labios mientras observaba a su alrededor, sintiéndose completamente ansioso, con los nervios inundando en cada rincón de su cuerpo, mientras trataba inútilmente de alejar lo más lejos posible todos aquellos recuerdos que se querían apoderar de su ser en aquellos momentos, los recuerdos que él tanto se había empeñado en enterrar en lo más profundo de su corazón y de su memoria, porque definitivamente traerlos devuelta solamente le lastimaban de una manera dolorosamente cruel. Porque todos aquellos cinco años que se había mantenido lo más lejos posible de aquel lugar, él lo había intentado, realmente había intentado olvidarse de todo lo que había vivido antes de volver a Japón, sin embargo, no lo había logrado por completo, es más, estaba completamente seguro que probablemente jamás podría olvidarlo.
Porque desde hacía cinco años, cuando había regresado a Japón nuevamente al lado de su familia, Hyunjin estaba completamente seguro que toda su vida había cambiado en todos los aspectos posibles, empezando por el hecho que, desde que había abandonado Corea, su Alfa se había mantenido completamente escondido en lo más profundo de su interior y Hyunjin realmente se hubiese asustado de no ser, porque este salía solamente cuando era necesario, de lo contrario se mantenía escondido y Hyunjin sabía que aquello probablemente se debía a que su Alfa se encontraba molesto y resentido con él por haber abandonado a aquel lindo Omega que los traía completamente enamorados. Sí, Hyunjin había sido un cobarde, había huido como siempre solía hacerlo cuando se encontraba en una encrucijada, sin embargo, sabía que había sido lo correcto para su corazón, aun si con aquella decisión había formado una enorme barrera entre su Alfa y él.
Había huido hacia Japón hacia cinco años para finalmente solucionar muchos problemas y enterrar finalmente todos aquellos demonios de su pasado que constantemente lo habían aturdido por mucho tiempo. Por primera vez en su vida, sentía que había hecho lo correcto, especialmente porque notaba que de cierta manera su vida y la de los de su alrededor había cambiado para bien y eso le hacía sentir un poco orgulloso de sí mismo.
—¿Cómo te sientes? —Preguntó su hermana, la cual se encontraba a su lado, luciendo igual de hermosa que siempre, lo que hizo sonreír débilmente al rubio, el cual volvió a suspirar.
¿Cómo se sentía? Aterrado, nervioso, abrumado y especialmente dolido, porque el estar nuevamente en Corea luego de tanto tiempo en el que se había dedicado a sanar lentamente todas aquellas heridas que había recibido por parte del Omega que tanto llegó a amar, se había dedicado a sí mismo, a olvidar por completo a aquel chico que le había hecho amar como nunca antes lo había imaginado, aquel que le había brindado los mejores momentos de su vida y creía haberlo olvidado casi por completo, aun cuando era consciente que Yang Jeongin estaba tatuado en lo más profundo de su corazón. Y ahí se encontraba, nuevamente en aquel lugar al que había jurado no volver, donde había dejado gran parte de su corazón a aquel Omega tan valioso que había creído alguna vez tener. No negaba que sentía completamente aterrado de estar nuevamente en Corea, porque sabía que, con ello, se abriría nuevamente aquella herida que él había creído sanar por completo, sin embargo, estando ahí, en aquel Aeropuerto le hacía ser consciente que, probablemente había estado engañado y aquella herida jamás podría sanar por completo.
