Esta mujer era la jefa en Liverpool de la organización, sinceramente es alguien a quien quieres de tu lado y es alguien con quien no quieres tener problemas; demasiado poder y tantos contactos la hacían peligrosa, sin mencionar lo despiadada que dicen que era. La cosa es que Ben se dedicó a prestarle atención a Diane, necesitaba saber qué tenía de especial, necesitaba saber qué la llevó a ser tan importante y a llegar tan lejos. Pocos minutos pasaron y lo único que rondaba por su mente era: "que mujer tan inteligente".Bastó sólo eso para que le llamase la atención. Obviamente se sintió triste al saber que un simple mecánico no tendría ni la más mínima oportunidad de acercarse a alguien como ella. De todas formas se mantuvo sereno y continuó en lo suyo.
Después de analizar el último evento, se pidieron ideas para mejorar el siguiente. Sin aspiraciones de nada Ben decidió hablar y dar sus ideas ya que notó que hubo un par de espacios en blanco que podían mejorarse. Ahí comenzó una de las mejores intervenciones de su vida en la que detalló, paso a paso, cada cosa que debían hacer para que la próxima presentación de la organización tuviese éxito. Se sintió maravillado al ver cómo los presentes aceptaban sus sugerencias y estaban de acuerdo con él, un simple desconocido.
Hubo un gran silencio incómodo luego de dar las gracias y todos miraron a la jefa, ella le sonrió por primera vez. Es difícil describir lo especial de su sonrisa, pero lo llenó de felicidad. Al terminar la reunión, ella se acercó a él, empezó a sentirse muy nervioso. Ben sabía que venía a su mesa, porque tiene la costumbre de sentarse en las esquinas para estar un poco alejado de la multitud; pero era una realidad, ella venía con ese aura imponente, esa mirada sobria y, su brillante belleza. Se sentó frente a él y le dijo:
_ Asombrosa intervención, Henderson, no imaginaba que tuvieses pensamientos tan acertados y tan buena visión de las cosas, ¿Qué te trajo hasta acá?
Luego de explicarle que su amigo John le había acercado a este mundo de discursos y burocracia, le dijo que estaba encantado por ayudar de la manera que fuese posible al equipo porque había encontrado pasión en eso.
A partir de ahí ella comenzó a contarle un poco del movimiento y a explicarle ciertas cosas, las cuales, aún no tenía claras. Él estaba totalmente asombrado, su forma de expresarse, su mirada, su inteligencia, eran cosas que estaban a punto de hacerlo delirar. Entonces se detuvo a pensar que sólo era una cortesía de su parte, porque, ¿qué motivos tendría alguien tan importante para ayudar a alguien como él? Entonces la ilusión absurda que se había creado desapareció, pero, aún quería estar con ella, quería seguir disfrutando de ese ángel lleno de belleza y sabiduría que estaba frente a él. Ben se arriesgó al invitarle un trago, pero aceptó, compartieron una copa de ginebra irlandesa y le interesó conocer a esta mujer, no a la político, a Diane como persona, así que comenzó a preguntarle de su vida, del viaje hasta acá, de sus pasiones y sueños.
En realidad, creo que Ben ya estaba enamorado y no se había dado cuenta, es un poco absurdo decirlo así, pero creo que esa atracción a primera vista existió y además le gustaba todo lo que decía. La tensión subió cuando comenzó a preguntar por su vida, ¿qué le podía responder? Era un humilde mecánico con un hijo y, una esposa muerta, además que nunca tuvo el dinero suficiente para aventurar, sólo contaba con las anécdotas de camino que fue haciendo con sus amigos. Se podría decir que el don de esa familia era la agilidad mental que poseen, la usó al máximo para decidir en menos de un segundo el qué decirle. Siempre ten en cuenta, que para enamorar a alguien, lo más importante es la sinceridad, así que le dijo sin pena alguna quien era... ella le sonrió.
Para algunos hombres, el rechazo es tan común que cuando existe una oportunidad real, no saben cómo manejarla; para su suerte, la familia de Ben está repleta de hombres inteligentes, humildes y nobles, porque la belleza física es subjetiva, pero la belleza del alma está a la vista de cualquiera.
Luego de esa sonrisa, sinceramente se quedó sin ideas, esperaba que sólo fuese amable y cambiase de tema pero no fue así, para su asombro, ella comenzó a preguntar más y más por su vida, mucho tiempo después fue que se pudo enterar del por qué se sintió motivada a indagar. La conversación siguió, pudo conocer a esa mujer que tanto le llamaba la atención y ella pudo conocerlo a él, pasaron las horas y ambos seguían sonriendo por una razón que aún no comprendían; en un momento estaban dándose la mano y en otro se sorprendían al saber que ya estaban por cerrar y debían irse. Que lindo es compartir una buena conversación y sentir que el tiempo no existe.
La acompañó a su casa y pasó todo el camino de vuelta pensando qué había pasado, la mujer era perfecta y pasaron tres horas conversando acerca de sus vidas. Durante la mitad del camino se estuvo negando la idea de que ella se hubiese sentido cómoda estando con él y que haya disfrutado tanto de la conversación como Ben lo hizo, pero, vamos, nadie pasa tres horas hablando contigo sólo por ser amable, no digo que yo él interesase, pero sí pudo haberle agradado. Llegado a su casa y luego de un rato, aún no podía sacarse a Diane de la mente. Recordaba cada palabra que le dijo, recordaba sus anécdotas de la niñez y cada aventura que, con confianza, le contó. Le encantó saber que era una mujer simple, no vacía, sólo sencilla para vivir; trabajo, familia y, pasión, era lo que notó en ella.
Le contó que tuvo una linda infancia, algo tranquila, la verdad, que su hermano había fallecido cuando era adolescente y que lo que más extrañaba de esa época era disfrutar de la belleza de la vida, disfrutar de la naturaleza y sus detalles. Ben constantemente recordaba cuando ella le contaba que más allá de la política, su pasión era ayudar a las personas, que era feliz haciendo feliz a los demás, incluso le confesó que logró, gracias a su padre, estudiar medicina y graduarse. Él tenía frente a una mujer maravillosa que compartía esa visión sutil y sublime acerca de la vida.
Para la suerte de Ben, ella le dijo que le escribiese la semana próxima, obviamente, por motivos laborales, pero iban a estar en contacto y eso lo emocionó. Los días en el taller pasaron volando y el siguiente evento de la organización era en tres días, la verdad es que sí se le habían ocurrido un par de ideas que consideraba buenas, así que tomó papel y pluma para escribirle una carta a Diane pedirle su opinión. Luego de enviarla, hay que admitir que no sabía si le iba a responder; siguió con sus labores normales para ocupar la mente. La mañana siguiente recibió una carta con el perfume más dulce que haya olido en su vida, efectivamente era ella. Diane le corrigió un par de cosas pero llevaron adelante lo que Ben le sugirió. Para hacer aún más impactante su carta, ella cerró con un: "espero verte pronto".
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Un año de mi vida
RomansaInglaterra, 1919. Un hombre viudo que no fue a la guerra encuentra el amor, un amor que no duró. Tiempo pasó y el movimiento socialista lo sedujo, estando dentro conoció a quien sería el amor de su vida.