Capítulo 3

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A la edad de quince años, Kyle Broflovski descubrió que si podía gustar de una chica. Y todavía mejor, descubrió que podía ser el novio de una.

—¿Seguro que es buena idea?—Pregunta Heidi mientras comprueba su aspecto una última vez frente al espejo, su cabello marrón ligero combina bien con su vestido verde limón—Creo que no les caigo bien a tus amigos.

—Cartman odia a cualquier persona más inteligente que él, así que es normal—Responde Kyle mientras se pone un abrigo naranja—No te preocupes, les caes bien, solo un poco intimidados.

—¿Intimidados, porqué?

—Eres inteligente y hermosa, es normal—Kyle se acerca y la abraza suavemente mientras toma un mechón de su cabello—Tranquila, es año nuevo, un nuevo comienzo.

—Bien—La chica sonríe tímidamente—Ya estoy lista, ¿tu padre nos va a llevar?

—Nah, está disfrutando de su propia fiesta—Kyle sonríe con emoción—Pero me prestó las llaves del auto.

—No tienes edad para conducir, pero...es año nuevo, lo puedo permitir, aunque espero que papá no se entere.

—Si se entera me castrará, andando.

Salen de la casa de Kyle y entran al auto de enfrente; cada uno de coloca su propio cinturón de seguridad. Kyle no suele respetar mucho ese tipo de protocolo pero Rebecca suele recordárselo.

—Wendy compró un vestido exclusivo para la ocasión—Comenta Heidi mientras Kyle sigue conduciendo con el estereo a poco volumen—Se verá lindísima, siempre ha tenido buen gusto con la ropa.

—Que irónico, ahora soy yo quien piensa que le cae mal a tus amigas.

—Tonterías, Wendy y Bebe son amables, te adoran.

Kyle no puede evitar sonrojarse. Siempre ha tenido cierta popularidad entre las chicas, pero nunca se ha atrevido a invitar a una a salir, pero Heidi es la excepción. Siempre le ha gustado las personas amables, inteligentes que saben que decir y hacer en el momento correcto.

Quizás por eso también le gustaba…

—Oh, parece que no somos los primeros en llegar—Dice Heidi mientras se asoma por la ventana, observando un par de autos frente a la casa de los Marsh; incluso se escucha algo de música—Escuche que Token traería un telescopio, la lluvia de este año promete muchas estrellas azules.

—Si, es temporada de azules.

—Me gustan mucho, me recuerdan a la aurora boreal.

A Kyle también le gustan mucho, pero últimamente le gustan más las verdes; ¿y porqué? fácil, es su color favorito.

Tras estacionarse, salen del auto. Caminan hasta la puerta y Heidi lo golpea suavemente. A los pocos minutos Kenny, con una lámpara en la cabeza, abre la puerta con una cerveza en la mano.

—¡Kyle y su bonita novia!—Exclama el rubio de capucha naranja—La fiesta está en el jardín, destruyan todo, total no es nuestra casa.

—Stan fue amable en organizar una fiesta—Comenta la castaña con una sonrisa alegre. Los tres caminan hasta el jardín, donde el desmadre está alto. Un equipo de sonido, una mesa con un banquete listo, y un telescopio, donde Wendy y Stan observan de cerca las estrellas.

—Wow, no sabia que las estrellas rojas son ligeramente más grandes que las demás—Comenta Wendy mientras observa por el telescopio—Son muy bonitas, echa un vistazo Stan.

—Ok—Stan se asoma por el ocular, cerrando uno de sus ojos—¿Es buena idea ver las estrellas amarillas de cerca?

—No, son jodidamente relucientes—Entonces la pelinegra mira a su amiga a lo lejos—¡Heidi, aquí!

Una sonrisa entre multicolores (Style)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora