Fudo siempre ha pasado desapercibido. Es demasiado callado, pero no por timidez sino por desinterés. Con ciertas personas sabe que no hay nada que decir, y aunque le pregunten (sobretodo con quien le desagrada) es normal que no conteste. Su rostro común es serio, pero no de enfado sino de reflexión. Le gusta observar pero no ser observado, eso le irrita porque le pone nervioso que alguien se le quede mirando mucho tiempo. Si miras, disimulas, como hace él.
Es un chico determinado que normalmente tiene claro lo que quiere y no va dando tumbos por la vida. Siempre tiene todo bajo control, o al menos eso es lo que parece, que nada se le va de las manos. Es difícil hacerle reír pero sonríe a menudo, sobretodo cuando tiene razón. Le encanta tener razón. A pesar de su aparente tosquedad y severidad es en realidad agradable y un completo caballero, excepto cuando le piden que no lo sea.
El cabello de Fudo es castaño oscuro, casi negro, y lo lleva corto. Odia los cambios de imagen así que siempre viste con ropa parecida y nunca se cortaría el pelo de una forma diferente. Sus ojos son verdosos y algo rasgados y contrastan con su piel blanca. Tiene los labios más gruesos de lo que pueda parecer a simple vista, porque cuando piensa o está en un lugar en el que no se siente cómodo o algo le desagrada los frunce y eso pasa a menudo. Mide 1.70, no es demasiado alto. Su cuerpo es generalmente musculoso porque le gusta tomar un tiempo al día para hacer ejercicio, y se enorgullece de ver resultados.
• A Fudo le enseñaron a ser noble y educado, pero en su vida ha hecho cosas de las que no se siente orgulloso. A veces siente la necesidad de redimirse y transformarse en la persona alegre y honesta que era antes, porque sabe que no es ni la mitad de lo bueno que podría ser.
• Sufrió acoso escolar, por eso dejó los estudios a los 14 años a pesar de que fuera ilegal en su país. Finalmente se obligó a retomarlos un año después y se convirtió en uno de los alumnos más brillantes de su localidad. Ahora acaba de terminar la carrera de enfermería.
• Tiene un hermano menor de 19 años que le saca de sus casillas. Nunca se han llevado bien, ni siquiera cuando eran niños, porque son muy diferentes. Librarse de su impertinente presencia fue una de las ventajas de independizarse y mudarse a otra ciudad.
• No sabe apreciar el arte. No le llama la atención por mucho que se haya esforzado en entenderlo, en ir a museos y analizar cuadros o ver espectáculos de danza. Es algo que no le gusta e incluso le molesta porque le encantaría tener una mentalidad artística e imaginativa.
• Le gustaría tener en un futuro no muy lejano - aunque para él esto es más un sueño que algo que vaya a hacerse realidad - una vida estable, una casa grande y una familia. Una esposa bonita y agradable y también hijos. Aunque en realidad tiene ciertas dudas respecto a esta vida porque no se ve siendo padre o esposo.
