MalaꜜHierba [BadꜜWeed] ©

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[Quinta Escena]

Jimmy.

Aun me encuentro en el hospital esperando a mis padres; mi cuerpo se siente cansado y la parte trasera del cabeza se siente una ligera pulsación, me muero de sueño y el doctor ha dicho que me encuentro bien pero deben descartar todo tipo de anomalía y deseo con todas mis ganas ver a mis padres.

Cuando uno se encuentra en estos casos es cuando se siente todo un niño aun, solo en un lugar donde uno va porque está enfermo o necesita ayuda, da pavor.

La ingeniera hace un par de horas que se ha ido, dejándome solo, aparte que ellos me han causado todo esto, era evidente que se hubieran hecho responsables; creen que venir a visitarme uno de ellos y para acabarla, con la chica de su grupo las cosas quedaran estáticas, tranquilas, sin ningún problema pero no, esto lo pagaran.

--No puedes hacerme esto, estoy borracha, sin comer, sin dormir y sola... -escucho las palabras arrepentidas al borde del llanto; abro los ojos acostumbrándome a la luz y ahí está esa chicha que conozco como la ingeniera de la universidad, es una de las pocas que estudia dicha carrera y aparte, es amigas de nuestros enemigos.

Se sigue lamentando, subiendo sus anteojos porque estos se resbalan por que baja su rostro y aprovecha para tallar sus ojos verdosos húmedos e irritados.

Realiza un puchero cuando me nota que la observo pero abre sus labios asustada cuando vuelvo a la posición de inicio, dejándome recostar con los ojos cerrados con fuerza esperando que el dolor termine.

--La ingeniera... - menciono recordándola sentada junto a mí; cabeceando de vez en cuando por el sueño y después cuando le entregue su teléfono celular. Una estatura promedio, más baja que yo, cabello corto hasta los hombros en negro muy claro, casi grisáceo oscuro, anteojos grandes y gruesos, ojos almendrados de un verde intenso, nariz alta, espigada y labios rosado, húmedos y gruesos.

»...La ingeniera.

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--¿Cómo te sientes? – me pregunta el hombre elegante alto de bata mientras anota mi proceso.

Termino de tomar mis medicamentos – Me siento mejor.

--Del uno al diez... ¿Qué tanto duele?

--Un cinco, podría decir.

--Muy bien, es intenso tolerable pero sigue molestando – me interroga moviendo una de sus manos, sí que sabe.

--Si.

--Tenemos que realizar una tomografía para descartar un daño severo y seguir tomando los medicamentos ¿de acuerdo?

--Claro.

Me realizaron una serie de estudios en totalidad, mis padres pagarían una fuerte cantidad pero valdrá la pena por los resultados; algunos fueron incomodos, otros dolorosos y la mayoría agotadores.

Mis padres permanecieron conmigo en todos los momentos lo cual estoy agradecido, pero apenado por su vida laborar estática, parece no importarles pero causa en mi un cargo de conciencia.

--Buscaremos a la persona que e hizo esto, debe ser la misma que pago tu noche de ingreso.

Suelta de repente mi padre para pasar a responder una llamada.

--¿Por qué?

--Debe ser el responsable de todo esto, mira lo que te hicieron – me responde aun con el celular en su oído pero se gira para responder a la persona del otro lado de la línea.