ღCapítulo 2ღ

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Odiaba los jueves ya que eran los días que le correspondía la mañana entera a la materia de "Historia de la humanidad", no tenía nada en contra de dicha asignatura, pero de verdad le causaba un dolor de cabeza tantas fechas, nombres extravagantes y sucesos que muchas veces no se explicaba el porqué de saberlo.

Sí, la profesora había dicho un centenar de veces que <<Es importante saber lo hechos que marcaron a la humanidad para no cometer sus errores, y tomar conciencia. En algunos casos también aprendemos de ellos y nos guiamos en la actualidad de sus ejemplos>>.

Pero él seguía devoto a la postura que afirmaba que muchas veces no era necesario buscar en el pasado lo que en el mismo presente se poseía. Y aprender de los errores ajenos la mayor parte del tiempo era solo un dicho que sonaba bonito, y no un hecho realista, porque de diez personas solo una evitaría cometer el error sin antes haber experimentado en carne propia la consecuencia, después de todo, lo que vives te enseña mucho más que aquello que escuchas.
Para variar, también le caía mal la profesora que llevaba la asignatura.

En síntesis, de esa materia no encontraba ni siquiera un pensamiento positivo.

-Para la próxima semana quiero un ensayo y una investigación exhaustiva sobre las causas, consecuencias, involucrados y enseñanzas de la Segunda Guerra Mundial. Será el proyecto final del semestre y lo presentarán en una carpeta creativa, junto con la exposición final antes de los exámenes del cierre de año. Pueden obtener la información de cualquier fuente pero bien específicado en la bibliografía. Asegúrense de quedar conformes con sus fuentes y que éstos sean certeros, de otro modo, tendré que anularles todo el trabajo. ¿Entendido?

Tras el unisono "Sí profesora" del curso, cada uno tomó su libro de dicha materia comenzando allí la amplia búsqueda que los esperaba.

-Por cierto, pueden formarse en grupos de dos si desean -la profesora tomó sus libros de la mesa apretándolos contra su pecho para evitar que se cayeran antes de dirigirse a la puerta y despedirse-. Eso es todo por hoy, nos vemos la próxima semana chicos. No salgan hasta que suene el timbre.

Ni siquiera tuvo que girarse para visualizar todo el caos que se había formado en el aula en el momento exacto en el que la profesora había abandonado el salón. Todos los alumnos corriendo de un lugar a otro juntandose con sus amigos para ponerse de acuerdo con quién trabajarían; el grupito de chicas dividiéndose con tranquilidad y equitativamente mientras que los hombres decidían entre gritos y "piedra, papel o tijeras" con quién quedar. Del otro lado los más inteligentes del curso siendo subastados por aquellos que deseaban sus buenos trabajos sin mucho esfuerzo y lo más importante, recuperar con este proyecto todo el puntaje que en el año entero no acumularon.

Por su parte, Yeonjun no podía encontrarse más tranquilo, haría todo el trabajo él solo, como se había acostumbrado a lo largo del año y a decir verdad lo calmaba bastante ello. No tendría que preocuparse por depender de la investigación de otro, sobre averiguar si era información confiable ni si habían estudiado la parte que le correspondía.

Aunque aceptaba que sonaba algo solitario el hecho de que todos presentaran en parejas y él quedara solo. De nuevo.

-Yeon ¿Lo hacemos juntos?

Levantó la vista de su libro encontrándose con la ansiosa y destellante mirada del dueño de la muy resonada voz en su mente.

-Tú... ¿Quieres hacer el trabajo... conmigo?

No logró ocultar su tan notoria sorpresa al ver que alguien había estado dispuesto a realizar el proyecto con él.

-Claro, eres muy bueno en todo y veo que no hay nadie mejor que tú para que lo hagamos perfecto-la sonrisa que acompañaba sus dulces palabras mientras continuaba parado al frente con las manos sujetando las cintas de su mochila lograron hacer sonreír al pelinegro en grande.

Decidió que quizás era hora de ir permitiendo que aquel tierno y alto pelirrojo ingresara más profundo en su vida.

-Sí quiero Soobin. Hagamos juntos el trabajo -respondió sonriente.

Distinta a toda predicción, el menor dejó anonadado al pelinegro con su grito de emoción y el pequeño bailecito de victoria, demostrando lo feliz que se había puesto, al punto de desbordar gracia a todos lados e iluminar el lugar con el brillo intenso en sus ojos.

-¿No crees que estás exagerando?-preguntó Yeonjun divertido y un poco asustado de la reacción del chico.

Bien sabía que lo haría feliz el que trabajarán en el proyecto juntos, pero no imaginó que a tal magnitud.

-¡Me llamaste Soobin! ¡No solo Choi! ¡Estoy feliz!

Entonces esa era la razón real por la que sus ánimos se habían multiplicado, ahora lo comprendía.

-Tranquilízate, no es para tanto-soltó con una sonrisa.

Quería creer en sus propias palabras, pero a decir verdad no deseaba que se calmara, le encantaba la forma tan fresca de ser de Soobin, y de algún modo el saber que se había puesto tan alegre por el sólo hecho de que lo había llamado por su nombre le causó un sentimiento de calidez inmensa y ternura que apenas recordaba como se sentía.

-Es muy bonito escuchar de tí mi nombre-se agachó hasta rozar sus rostros sin borrar su sonrisa.

El pelinegro sintió quedarse sin aire unos segundos antes de continuar.

-¿Ah sí?

-Sip, vuelve a decirlo-irgiendose de nuevo lo tomó de la mano y mirándolo fijamente rogó por una segunda vez-. Por favor.

-No Choi -respondió riendo.

A la verdad, escuchar el nombre del pelirrojo salir de sus propios labios le supo mejor a él de lo que el menor lo imaginaba, pero no lo demostraría.

Y en ese momento no volvía a llamarlo por el simple hecho de que quería ver de qué era capaz el otro para conseguir lo que deseaba.

-Hazlo, porfavor -el menor se agachó interponiendose entre el libro y el rostro del pelinegro, nuevamente rompiendo por completo su espacio personal.

-No.

Soobin está vez se paró en frente con un puchero gruñon y los brazos cruzados. Mas no duró mucho, pues apenas segundos después se doblo de cintura dejando una vez más sus rostros al mismo nivel.

-Porfitas, porfitaaas-se acercó aún más al contrario quedando a escasos centímetros-. O te doy un beso-sonrió grandemente al ver los ojos del mayor siendo abiertos desmesuradamente y por inercia acercó sus labios a la mejilla contraria dejándole un tierno beso.

-Soo-Soobin-tartamudeo el pelinegro llevando su mano derecha a su mejilla que se sentía caliente.

-¡Si! -gritó el pelirrojo felizmente.

Quizás el menor no se percató del rápido latir de su corazón, del desorden de sus pensamientos ni de sus emociones florecientes.

O quizás sí lo hacía, pues se encontraba del mismo modo que el mayor.

Better and Better (YeonBin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora