Hacia más de un mes todo tomó un giro drástico, y no se refería a su hogar porque allí, en realidad, no hubo ningún cambio. Se refería a su persona, sus lágrimas disminuyeron, y las sonrisas que creia que nunca más volvería a mostrar reaparecieron lentamente.
Desde que Soobin ingresó a su vida se había encargado personalmente de ser su fuente de energía.
Sin darse cuenta se fue acostumbrando a verlo en la entrada del instituto esperándolo con su bonita sonrisa, a reir de sus chistes malos y apreciar cada acción del menor, del mismo modo, las miradas llenas de admiración y ternura proporcionada hacia él no pasaron desapercibidas
Pero pese a toda señal dada, a toda muestra de afecto o perseverancia del menor, Yeonjun no estaba listo para romper la capa de hielo que protegía su débil y agonizante corazón. Su rostro seguía siendo tan indescifrable en todo momento.
Ni siquiera podía considerarlo su amigo, porque una amistad no puede existir unilateralmente, y el mayor se negaba en todo momento a formar cualquier vínculo con el pelirrojo.
Muchas veces, como en ese instante, acostado en su cama con la mirada perdida en el techo, se confrontaba a sí mismo si hacía lo correcto siendo tan insensible con Soobin, encontrándose en el mismo dilema en el que siempre se veía envuelto.
Por una parte su corazón le rogaba a gritos que no desperdiciara el tiempo y aceptara al menor pues había comprobado que éste realmente se mostraba sincero en cuanto a sus sentimientos, que permitiera que con su ayuda se reconstruyeran las piezas que le faltaban para ser feliz, que ya era hora de abrirse y olvidar todo lo que no hacia nada más que hundirlo cada día, pero por otro lado, su mente le advertía que aún las heridas no estaban sanadas y que no arrastrara a nadie más a su abismo, que aún no era tiempo confiar en nadie y si los sentimientos del menor eran realmente fuertes podrían permanecer hasta encontrarlo completamente sanado y listo para entregarse de nuevo.
Por más feliz se encontrase nunca sería realmente dichoso. Se convenció en ello.
Sin ánimos de volver a romper en llanto cogió el celular obsevando la hora.
-Bonito -susurró refiriéndose a la imagen que tenía como fondo y pasó los dedos sobre la pantalla pintando una ligera sonrisa en sus labios.
Parecía absurdo que por más que tratara evitar todo lo concerniente al menor, le parecía simplemente imposible, de un momento a otro se vio en la problemática de que en todo lo veía: el sol de la mañana era la representación de aquella bonita sonrisa suya, y la foto que reposaba sobre su mesita de luz había sido obsequiado por Soobin cuando éste se compró su primera cámara y emocionado fue a contárselo, le causó ternura que aquello tan mínimo le alegrara tanto y no se percató el momento en dónde lo fotografió, solo supo que minutos después había conseguido una foto suya, también su fondo de bloqueo lo recordaba, pues mostraba el pequeño y bonito erizo que Soobin tenía como mascota.
Cada pensamiento lo llevaba a la misma persona. Pudo ser por ello o porque inconscientemente sabía que lo extrañaba que naturalmente sus dedos teclearon buscando un contacto en especial.
Cuando pudo percatarse de lo que había hecho fue tarde, porque el menor había respondido al primer timbrado.
-¿Yeon?
Puso toda la poca voluntad que le quedaba para no sonreír debido a la somnolienta voz del menor, podía imaginarlo con el cabello desordenado tallando sus ojitos y bostezando antes de rascarse la nuca quizás algo desconcertado por la repentina llamada.
-Hola ¿Te desperté?
-Hmm...n-un corto bostezo fue percibido del otro lado- -no... estaba despierto. ¿Pasó algo?
No fue hasta ese momento que se encontró con lo más cercano a una crisis mental ¿Que le diría?
Estaba pensando en tí y sin darme cuenta terminé llamandote pero la verdad es que no lo quería, aunque si lo pienso bien sí, porque te extraño mucho aunque solo ayer nos encontramos por última vez.
No, definitivamente eso no podía decir.
-No, nada, solo disqué mal el número.
-Bien -la voz levemente apagada no fue pasada por desapercibida y menos el sonido que parecía ser la del colchón hundiéndose, lo que le dió a entender que el pelirrojo se había sentado para hablar más comodamente.
-Entonces... voy a cortar ¿está bien? -pronunció esperando secretamente la negativa del chico al otro lado de la línea.
-Nooo -sonrió al escuchar el sonidito de berrinche emitido por Soobin, imaginando en su mente el lindo puchero que el menor debía de estar haciendo -, ya que estamos aquí ¿te parece contarme de tu día?
-Ya es tarde Choi.
-Bien, lo hago yo. Hoy fuimos al parque con mi hermana y aproveché para sacar a pasear a Odi...
-¿Y te has divertido?
-Sí, tomamos helado en una nueva heladería que se ha abierto, a la próxima me gustaría ir juntos, su helado era realmente delicioso.
Pasaron horas y horas hablando de cualquier tema que se les ocurrieran, compartiendo risas en algunos momentos e inclusive palabras de coqueteo por parte del menor.
Su sonrisa no desapareció en ningún momento e imaginar a Soobin del mismo modo creaba lentamente una cálida manta para su corazón, una que prontamente iría derritiendo el hielo que lo cubría. Solo era cuestión de esperar.
-Bien, ya son cerca de las dos de la mañana-un bostezo interrumpió-, si mis padres se enteran de que todavía sigo despierto puedo apostar que hasta Hitler sería más compasivo.
-Esta bien, la verdad ya es hora de descansar. Buenas noches Choi, que descanses.
-Buenas noches Yeon ¿Nos vemos el lunes entonces?
-Nos vemos el lunes-se deleitó en aquellas palabras sabiendolas dulces por primera vez en mucho tiempo.
Sí les agrada la historia les pido que porfavor recomienden y compartan para que llegue a más personitas bomnitas
Eso mero, muak
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Better and Better (YeonBin)
FanficTu amor es el sol que me despierta. Mi frío corazón está coloreado por tí. Tú eres el único que logra hacerme mejor y mejor. ღAdaptación al Yeonbin de la obra "Special (SoonHoon)", de mi propia autoría. ღHistoria corta. Prólogo + 7 capítulos + Epílo...