ღEpílogoღ

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⚠️ Capítulo más largo todavía ⚠️

El amor es algo inexplicable; asombroso y fantástico pero doloroso y sufrido a la vez.

Lo habían explicado las tantas situaciones, dificultades, sentimientos, lágrimas y sonrisas que había vivido junto a su precioso chico.

Nada fue sencillo y bonito todo el camino, como normalmente tendían a pintarle las distintas películas de amor. No, definitivamente no lo fue, le había costado un sinfín de lágrimas, mucho tiempo de anhelo, impotencia y dolor punzante por sentirse inútil ante su situación. Pero valía la pena al saber que después de todo, Soobin estaba a su lado y lo amaba, tanto como él lo hacía.

Cada día al despertar a su lado se recordaba que había sido el hombre más afortunado del planeta por encontrar a aquel hermoso ser, quién al tornarse mayor se había hecho tal vez un poco más gruñón, pero seguía siendo tan maravilloso y reluciente como el mismisimo sol.

Reía en todas las ocasiones dónde sus recuerdos de los últimos años lo azotaban, desde que había vuelto a su país supo que muchas cosas habían cambiado, no solo en él, sino que también en el alto y guapo pelinegro que tenía como novio, el mismo que en ese preciso momento cruzaba la puerta de su departamento dejando su maletín en el sofá sin darse cuenta siquiera de que él ya estaba en casa, observándolo desde el marco de la puerta de su habitación através del pasillo que conectaba la entrada a su lugar.

-¡Por fin un momento de paz! ¡Ah! -gritó exasperado el pelinegro pasando sus manos por su cabello mientras iba vestido formalmente bajo su bata de médico.

Rió silenciosamente para de esa forma no alertar de su presencia al menor. Mientras éste seguía peinandose con sus dedos tratando de calmar sus nervios para contestar el teléfono Yeonjun ingresó por completo en la habitación acostándose en la cama de un salto; así quedó de lado con el brazo izquierdo flexionado y su cabeza sobre su mano hecha un puño.

No tuvo que esperar mucho para ubicar de nuevo a su novio en su campo de visión pues éste apenas minutos después ingresaba con el celular pegado al oído.

Bastante bien sabía que el menor luego de un largo día de trabajo lo primero que buscaba era la ducha, aunque más explícitamente: la tina de gran tamaño que solo se encontraba en el baño privado de la habitación.

El pelinegro aún ignorante de la presencia del mayor se fue desvistiendo la parte inferior mientras todavía seguía refunfuñando sobre el notable error de su cuñado através del celular.

-Claramente recuerdo haberte dicho Kai que ¡ese era el horario de Chan! No la de Kwannie ¡Te he dicho mínimamente unas veinte veces! -continuó luego de una pausa en la que su fastidio era notorio-...¿Qué? No me vengas con cuentos idiota, era tu responsabilidad asegurarte de que hayan entendido... ¡No lo sé! ¡Y no me cortes la palabra!... No, ¿sabés que? Vé como arreglartelas tú. Cuando termine de ducharme veré si me quedan ánimos para organizar algo y si no, tendremos que ver cómo lidiar con la señora Lee, está más que molesta. Adiós -cortó y arrojó el celular sobre la cama enviándolo directo al hombro de Yeonjun quien con sumo esfuerzo intentó no emitir sonido conformándose con una mueca de dolor, en tanto Soobin seguía inmerso en su mundo con los ojos cerrados acariciándose el puente de su nariz con sus índice y pulgar.

Finalmente soltando el aire que había tenido retenido el menor prosiguió a deshacerse de la última prenda que aún poseía girando luego para coger de uno de los cajones del armario blanco una toalla.

-No puedo creer que Huening una vez más me meta en líos. Dios, que dolor de cabeza -habló de nuevo el pelinegro todavía cabreado.

-Nunca te presta atención ¿No? -habló calmadamente a su novio mientras secretamente apreciaba su preciosa anatomía.

Better and Better (YeonBin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora