Hypnosis microphone es un proyecto musical en el cual se desarrolla una interesante historia; las mujeres dominan el mundo pomoviendo la ley "H", edarricando las armas de fuego reemplazandolas por microfonos con el poder de hipnotizar al oponente de...
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- Vamos chicos, no es una mala idea.- sugirió Gentaro apoyando mi propuesta.
- ¡Eso eso!- dije dando saltitos, para después posicionarme entre los dos restantes y tomarlos por los hombros, o por lo menos un intento, ya que no llegaba a la altura de Dice.- Será muy divertido, además nosotros los protegeremos, ¿no es así?- dije mirando animada a mi amigo escritor, el cual sonrió.
- La verdad no, solo los dejaremos en el medio de la atracción.-
- ¡Waaaah!- grito el de cabellos rosas.
- El solo está mintiendo, iremos los cuatro juntos.- eso si era una mentira.
Verán, Dice me gusta desde hace mucho tiempo cosa que solamente lo sabe mi mejor amigo, el cual me hizo el favor de presentarmelo al de cabellos índigo y a Ramuda, para así poco a poco hacernos amigos. El de cabellos castaños y yo habíamos ideado una salida para que yo pudiera pasar tiempo a solas con el apostador. Habíamos encontrado una casa embrujada donde había que entrar de a números pares, porque en el camino hacia la salida había que separarse por dos caminos, situación que me venía venía anillo al dedo. Podria ir sola con Dice sin la intromisión del "pequeño chaneque" como le suelo decir al más bajito de los cuatro.
- ¡No, no iré!- se negaba el de cabellos color índigo.
- ¿Y si pago la comida luego?- sugerí como última chance de realizar el plan. Y realmente funcionó mejor de lo que esperaba.
- ¡Entonces vamos! ¿Que hacen ahí parados? ¡Llegaremos tarde!- y así salio rápidamente del estudio del diseñador.
Rápidamente salí detrás de él, tomado la mano de Ramuda, el cual hizo lo mismo tomando a Gentaro. La atracción no estaba muy lejos, asi que fuimos a pié tranquilamente. Hablábamos de cosas triviales, sin que falte el tema de donde y que íbamos a comer luego.
- Llegamos...- dijo el apostador con un tono realmente extraño, pareciera que se arrepentiese del trato que habíamos echo hace tan solo 15 minutos.
- ¿E-estan seguros de esto?- pregunto el de cabellos rosas dando unos pequeños pasos hacia atrás.
Mire la casa con detenimiento; era de tonalidades oscuras destacando entre estas el color gris y el negro, habían tablones tapando las ventanas, telarañas en cada esquina, moo en las extremidades de los simientos. Era realmente tétrico a la vista. Junto a la puerta se exontraba una pequeña fila de adolescentes, los cuales estaban esperando para entrar siendo controlados por un hombre pálido de traje negro. Nosotros nos colocamos detrás de estos.
