A Orillas de tu Instinto (Versión 2013) [SM AU/SEIUSA]

02. sólo existe un corazón (para salvarme)

Fandom: Sailor Moon.

Rating: T (por ahora).

Resumen: Ésto ya le había sucedido una vez. Era un ciclo natural de su vida. Un aviso de la naturaleza de que estaba lista para atraer una pareja, un espíritu gemelo para que completara la mitad de su ser. Seiya lo odiaba con toda la pasión del mundo. Este es el fic donde Seiya entra en celo.

Pareja: Eventualmente Kou Seiya/Usagi Tsukino. Menciones de Usagi Tsukino/Mamoru Chiba.

Advertencia: Infidelidad. Fans de Mamoru/Tuxedo Mask, sean advertidos.

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"Si el amor fuera humano, me conocería.

Si el amor fuera líquido, me ahogaría."

-Kylie Minogue.

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Día 2.

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Podía ser que Seiya estuviera dispuesta a cumplir con su promesa de alejarse de Usagi Tsukino, pero eso no significaba que Odango estuviera decidida a hacer lo mismo.

El martirio no había aguardadó mucho en comenzar. Justamente aquella noche, horas después al ataque del caldero mágico, Usagi había llamado por teléfono al apartamento de los Three Lights, preguntando por el estado de Seiya. Mientras Taiki y Yaten habían entrado al primer round de Piedra, Papel o Tijeras para zafarse de ser la persona en hablar con ella, Kakyuu había tomado riendas del asunto, armándole toda una extraordinaria historia a Odango sobre el bicho de estómago que traía debilitada a su pobre, pobre, Fighter. ("Además, ¿dicho bicho? ¡Extremadamente contagioso! Así que, no, Serenity-sama, no es una buena idea venir de visita hasta que yo le avise de lo contrario, ¿está bien?") Y Seiya no había podido hacer nada para evitarlo. Escuchó cada mentira salida de la boca de su Hime, sentada y quieta en el sofá, como la niña buena que nunca había sido de pequeña. Sus puños apretados, así como sus dientes.

Y se había aguantado las ganas de arrancarle el teléfono a Kakyuu.

Pero, éso había sido anoche.

Hoy, con la luz de un nuevo día acariciando la anormalmente-sensible-piel de sus piernas, la única parte visible de entre las sábanas, Seiya despertó con las mismas ansías que la habían estado hostigando durante todos estos meses: las ganas de ver a Usagi. Era extraño no levantarse de la cama y no comenzar a prepararse para ir a la preparatoria, pensando en nuevos flirteos que terminaría susurrándole a la oreja de Odango en la clase de Física.

Era antinatural imaginar que hoy no vería a Usagi.

Pues acostúmbrate a la idea, Seiya atacó a su torrente de anhelo viviendo en su pecho. No es tuya. Si la amas verdaderamente, no te atreverás a dañarla.