✒ Prólogo

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La oscuridad de la noche se apoderaba del lugar, cubría las casas, las tiendas, y las calles de piedra por las que suelen caminar las personas que viven ahí. Era casi media noche, obviamente los niños ya dormían al igual que sus familias. Pero al fondo de ese oscuro lugar que casi pareciera abandonado había luz, parecía ser la zona en la que se denegaba a dormir, cuánto más te acercabas esta luz se hacía más grande.

El sonido de música animada y alegre hacia presencia a sus oídos, así como risas y bullicio que hacían hasta olvidar la hora que era. En uno de los costados de ese camino de piedra se podía observar un taberna de la que provenía todo aquel ruido.

Ingreso por aquella puerta de Vaivén de color café, no llamó la atención de nadie pues era muy normal que a esas horas ingresarán más clientes al lugar.

Cómo se suponían, incluso estando solo en el exterior, dentro de la cantina habían borrachos riendo, unos músicos tocando y varias risas y conversación entre camaradas. Algo muy común más que todo los viernes. El lugar estaba bastante lleno siendo la única taberna abierta ese día. Al lugar solo se le podría llamar así en las noches ya que durante el día era un restaurante y un centro donde se ponían misiones simples, habían varios en el pueblo.

Ignorando a los aventureros y vendedores ebrios, que se tambaleaban de un lado a otro siendo casi imposible que mantuvieran el equilibrio, camino hasta la barra con mirada sería e imponente dando a entender que no quería que nadie se le acercará. Se sentó en uno de los bancos de madera, los cuales no eran muy cómodos, y espero a que la cantinera que atendía a unos clientes se desocupara.

Al notar la presencia de un nuevo cliente se acercó a él para tomar la orden._ Que raro verte por aquí Katsuki._ Comento la peliverde peinada con una media moña y al final de su cabello este estaba atado de tal forma que pareciera un moño, llevaba un delantal y un corset del mismo color que su cabello pero siendo el corset de un tono más oscuro, debajo de este tenía una camisa blanca con mangas cortas y una falda que llegaba hasta sus tobillos con un diseño de franjas verticales rojas y blancas.

_ Solo vine a tomar algo al igual que los demás imbéciles que están en este lugar._ Respondió con simpleza e indiferencia dejando una bolsa pequeña de color café sobre la barra, al chocar con la madera de roble de esta se escuchó el inconfundible sonido del oro chocando entre si. La peliverde la tomo para abrirla verificando que lo de adentro sea real._ Es suficiente como para que me des dos no es así?_ Respondió con una sonrisa.

La chica guardo las monedas de oro en un bolsillo de su delantal y se volteo hacia los barriles que contenían el alcohol._ De dónde sacaste dinero para cumplir un capricho como venir a beber? Hasta donde se no has tomado muchas misiones._ Cuestionaba Tsuyu tomando uno de las jarras sirviendo el primer vaso del cenizo.

_ Ni creas que te responderé algo, es obvio que quieres tener algo de chisme para compartirlo con tus demás clientes. Te daré un consejo no seas sa-pa._ Respondió con aires altaneros esperando su cerveza.

Está solo giro los ojos ante la respuesta que dió Bakugou, dejo el tarro enfrente del chico y se retiró para atender a sus otros clientes.

Comenzaba a sentir el calor del lugar volviendolo fatigante y haciéndole imposible disfrutar de si bebida, quitó de sus hombro su capa roja como la sangre y la puso sobre sus piernas, dejando de su cintura para arriba totalmente descubiertos.

Tomaba de su tarro cervecero hecho de madera sin darle mucha importancia a su entorno. O al menos así era hasta que retumbó una voz que hizo que todos en el lugar se callarán al escuchar sus palabras._ UNO DE LOS CABALLOS DEL CASTILLO TODOROKI!_ Gritaba a todo pulmón el sujeto que volteo solo en segundo su mirada hacia la ventana.

En Un Mundo Medieval [Bakushima+OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora