✒ Capítulo 1

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Los días eran una rutina. Siempre despertaba en aquella cueva, con dolor de espalda; pues dormir sobre piedra no era muy cómodo que digamos, así como siempre estaba solo. Bakugou nunca se encontraba en el lugar cuando despertaba, incluso después de que cambiarán de "refugio" las cosas seguían igual. Tenía prohibido salir, ya había comida hecha para que comiera de desayuno y almuerzo, si tenía que hacer sus necesidades debía bajar a un árbol y volver a subir inmediatamente, pero el resto del día se basaba en él intentando entretenerse.

Era una nueva cueva así que tal vez habían nuevas cosas para hacer, como... Apilar las rocas que había dentro y ver cuál era la más grande! O quizá... Sacar a los insectos que habían! También podría... Dibujar en las paredes con lodo que encontró cuando fue a un árbol no muy lejano ha hacer lo que necesitaba! Bueno, puede que no sean las cosas más entretenidas o interesante y Eijirō lo sabía, lentamente se aburría más y más de estar en ese lugar. Sabía que a pesar de ser el sirviente de Katsuki lo único que hacía el rubio con él era protegerlo y evitar ser capturado.

Lo entendía y se lo agradecía, pero comenzaba a odiar su existencia misma. Luego de no encontrar ya nada más que hacer se sienta en el borde del acantilado para esperar. Que cosa exactamente? No está del todo seguro; tal vez a qué anochezca, quizá a qué su amo volviera, también puede que para observar el horizonte, o simplemente para esperar que alguien le diga que dejara de ser mitad dragón y se volverá completamente humano entonces podrá hacer lo que quiera e ir a dónde quiera sin tener miedo a que lo persigan y casen.

Abrazo sus piernas sintiendo algo de frío, apoyo su mentón en sus rodillas suspirando en el proceso. Comenzó a escuchar ruido entre los árboles, se sobresalto y fue a lo más profundo de la cueva evitando que siquiera un poco de luz lo tocará, contuvo la respiración hasta que escuchó un quejido e insultos de una voz conocida. Se acercó de nuevo al borde de la piedra para que quedaron a la vista solo parte de su cabeza y sus manos. Vió como en la superficie estaba Bakugou pero no podía ver muy bien la razón por la que maldecia.

_ Katsuki~_ Llamaba sin alzar mucho la voz. El rubio cenizo alzó la cabeza al escuchar su nombre viendo como cuernito y unos ojos rubí se asomaban por el borde de la montaña._ Está bien? Necesita algo?_ Preguntaba al ver que ya tenía su atención.

Parecía que el chico pensaba un momento su respuesta, lo miro confundido pues no sabía que debía pensar con exactitud. Solo debía decirle su problema y el bajara a ayudarlo. Luego de mirar a su alrededor se digno a hablar._ No es nada, ya voy a subir._ Respondió no muy fuerte para empezar a escalar.

Confundido por el comportamiento de su amo comenzó a observarlo desde aquella altura mientras pensaba en que le sucedía, no tardó en llegar el cenizo. Pudo observar que estaba lleno de rasguños y raspones algunas heridas que no tenía la última vez que lo vio._ Que sucedió? Si necesita ayuda con algo me lo puede pedir._ Le recordaba preocupado por el estado del mayor.

_ Me ayudaría que dejaras de hablar de forma tan formal, es molesto._ Gruño por lo bajo desplomando se en el suelo cansado._ Simplemente fue un día de mierda y quiero dormir._ Suspiro cerrando los ojos con la intención de dormir.

_ De acuerdo._ Se sentó en el suelo con las piernas cruzadas observando como Bakugou termino durmiendo en una posición que no se veía muy cómoda. "Quiero ayudar a Katsuki pero no sé cómo" Pensaba el pelirojo. Entonces cruzó una idea por su mente al verlo temblar un poco por el frío, primero se aseguró de que su acompañante estuviera completamente dormido, entonces salió de la cueva en busca de algunas ramas. Volvió a su nuevo hogar al tener lo que pensó suficiente, las apiló todas en un pequeña torre e intento escupir fuego hasta que recordó que en su forma humana no podía._ Perdón por romper las reglas amo._ Susurró ahciendo una reverencia.

En Un Mundo Medieval [Bakushima+OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora