Cap. 23

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Cuando las clases terminan acompaño a Megan a su nueva casa, que casualmente está justo frente a la mía.

-Nos vemos luego. -ella me despide con un corto beso y luego cierra la puerta.

Cruzo la calle y entro a mi casa -¿Por qué tienes esa cara de tonto? -me dice mi papá.

-Esta es una cara de felicidad. -sonrío.

-¿Y por qué tal feliz?

-Es que... Megan volvió. -contesto sonriendo para mí mismo.

-¿Cómo es que volvió? -se sobresalta mi madre saliendo de la cocina.

-Sí, y me perdonó, ¡Ella me perdonó! -exclamo arrodillándome en el suelo y alzando los brazos al cielo como todo un ganador.

-Pero Leo... no había nada que perdonar, tú llegaste al aeropuerto. -cuestiona ella preocupada.

-Pero tarde, llegué tarde. -le aclaro poniéndome de pie.

-Bueno Leo, lo único que te diré es... -pone su mano en mi hombro para aconsejarme como cualquier padre -Cuídate al hacerlo con ella.

-¡Papá! -digo serio y un poco molesto.

-¡¿Cómo se te ocurre decir eso?! Yo conozco a Megan y no es de esa clase de chicas. -lo regaña mi mamá.

-No digo que lo hagan ya, solo que se cuide o puede que pase lo que nos pasó a nosotros. -dice él en su defenza.

-No me lo recuerdes. -ella frota su sien un tanto cansada.

-Ya basta, si papá, me cuidaré. Pero no me la voy a tirar ensima todavía. -agrego para tranquilizar a mi mamá.

Creo que a lo que mi viejo se referia tiene algo que ver con mi marca de nacimiento, es un pequeño raspón en mi brazo derecho, según mis padres, cuando mi mamá estaba embarazada recibió un disparo y que papá se escapó de la cárcel cuando yo estaba por nacer... Creo que mis padres son unos mafisos o algo así.

Like Chasing the Clouds  [Secuela de El Día a Día]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora