El ascensor se detiene en el piso indicado y las puertas se abren.
-Aquí voy. -se alienta y suelta un suspiro al dar el primer paso fuera del ascensor.
Los padillos se ven tranquilos hasta que él escucha los gritos de Megan -Es ella ¡Megan! -exclama mientras comienza a correr. Pero por ese descuido, los padres de su novia se dieron cuenta de su presencia.
-Maldito. -el hombre agarra del cuello de la camisa de Leo y lo tiene contra la pared -¿Qué haces aquí?
-Una cárcel no impedirá que esté con Megan ¡Suélteme! -responde molesto.
-No, te quedarás hasta que la policía venga por ti. -contesta el hombre.
-Además tu mejor amigo es, ahora, el que cuida a nuestra hija, él es su pareja. -dice la mamá de Megan con cinismo.
-Ja, no saben nada. Yo le encargué Indy que cuide de Megan con su vida. -contesta el muchacho con una sonrisa de costado -Además sé algo que ustedes no. -agrega volviendo a estar serio.
-¡Desgraciado ladrón!
-¡Soy inocente y lo saben muy bien! -contraataca furioso, pero luego se calma -Lo siento.
-¿Qué? -habla el hombre confundido.
Sin que lo espere, Leo lo golpea en el estómago con su rodilla haciendolo caer al suelo adolorido.
-Por eso. -contesta mientras se aleja corriendo, su esposa se queda junto a él mientras que ven al joven correr hacia la sala de partos.
Megan se encuentra sobre una camilla con sus piernas abiertas, está agitada y sus cabellos se pegan por el sudor de su frente.
-Puja, puja. -le dice la enfermera, Indy está junto a ella tomándole la mano.
-¿Usted es el padre? -pregunta la mujer.
-No, soy el tio. -contesta él.
-¡Él no vendrá! -grita Megan por el dolor y luego vuelve a respirar agitadamente.
Leo entra a la sala en silencio y toca el hombro de su amigo, quién voltea y lo mira asombrado.
Leo le dedica una sonrisa a su amigo y toma su lugar -¡¿A dónde vas?! -pregunta ella cuando Indy la suelta, pero luego siente que alguien más toma su mano, ella mira a la derecha y sus ojos comienzan a llenarse de lágrimas al ver a Leo junto a ella.
-Leo, vinieste. -susurra con el llanto mientras acerca su cabeza hacia él.
-No me perdería el nacimiento de nuestra hija. -contesta el joven dándole un beso en su mejilla.
-¡¡Ah!! -ella suelta un grito por las fuertes contracciones.
-Tranquila, tu puedes Meg. -murmura él mientras la abraza y sostiene su mano.
Ni aunque la tierra se parta en dos Leo dejará a Megan en un momento como este, tan importante para ella.
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Like Chasing the Clouds [Secuela de El Día a Día]
Novela Juvenil❝Correr detrás de ti, es como perseguir las nubes❞