Cap. 63

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El ascensor se detiene en el piso indicado y las puertas se abren.

-Aquí voy. -se alienta y suelta un suspiro al dar el primer paso fuera del ascensor.

Los padillos se ven tranquilos hasta que él escucha los gritos de Megan -Es ella ¡Megan! -exclama mientras comienza a correr. Pero por ese descuido, los padres de su novia se dieron cuenta de su presencia.

-Maldito. -el hombre agarra del cuello de la camisa de Leo y lo tiene contra la pared -¿Qué haces aquí?

-Una cárcel no impedirá que esté con Megan ¡Suélteme! -responde molesto.

-No, te quedarás hasta que la policía venga por ti. -contesta el hombre.

-Además tu mejor amigo es, ahora, el que cuida a nuestra hija, él es su pareja. -dice la mamá de Megan con cinismo.

-Ja, no saben nada. Yo le encargué Indy que cuide de Megan con su vida. -contesta el muchacho con una sonrisa de costado -Además sé algo que ustedes no. -agrega volviendo a estar serio.

-¡Desgraciado ladrón!

-¡Soy inocente y lo saben muy bien! -contraataca furioso, pero luego se calma -Lo siento.

-¿Qué? -habla el hombre confundido.

Sin que lo espere, Leo lo golpea en el estómago con su rodilla haciendolo caer al suelo adolorido.

-Por eso. -contesta mientras se aleja corriendo, su esposa se queda junto a él mientras que ven al joven correr hacia la sala de partos.

Megan se encuentra sobre una camilla con sus piernas abiertas, está agitada y sus cabellos se pegan por el sudor de su frente.

-Puja, puja. -le dice la enfermera, Indy está junto a ella tomándole la mano.

-¿Usted es el padre? -pregunta la mujer.

-No, soy el tio. -contesta él.

-¡Él no vendrá! -grita Megan por el dolor y luego vuelve a respirar agitadamente.

Leo entra a la sala en silencio y toca el hombro de su amigo, quién voltea y lo mira asombrado.

Leo le dedica una sonrisa a su amigo y toma su lugar -¡¿A dónde vas?! -pregunta ella cuando Indy la suelta, pero luego siente que alguien más toma su mano, ella mira a la derecha y sus ojos comienzan a llenarse de lágrimas al ver a Leo junto a ella.

-Leo, vinieste. -susurra con el llanto mientras acerca su cabeza hacia él.

-No me perdería el nacimiento de nuestra hija. -contesta el joven dándole un beso en su mejilla.

-¡¡Ah!! -ella suelta un grito por las fuertes contracciones.

-Tranquila, tu puedes Meg. -murmura él mientras la abraza y sostiene su mano.

Ni aunque la tierra se parta en dos Leo dejará a Megan en un momento como este, tan importante para ella.

Like Chasing the Clouds  [Secuela de El Día a Día]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora