𝒔𝒘𝒊𝒇𝒕𝒊𝒆 • 𝗶𝗻𝗲𝗳𝗳𝗮𝗯𝗹𝗲 𝗵𝘂𝘀𝗯𝗮𝗻𝗱𝘀

𝚒𝚗 𝚝𝚑𝚎 𝚋𝚎𝚐𝚒𝚗𝚗𝚒𝚗𝚐 (𝚛𝚞𝚗 𝚊𝚠𝚊𝚢 𝚗𝚘𝚠)

Nunca había estado tan feliz de no entender un bledo de lo que Aziraphale parloteaba haciendo tiernos gestos, hasta que no le podía parar la boca sobre la rubia americana.
No entendía como es que su pareja se había aguantado tanto tiempo en hablar sobre la biografía completa de Swift. Así que se le ocurrió preguntar.

"¿Y cuando empezó todo esto?" el rubio lo vió confundido, "hablo de... ya sabes, tu fanatismo hacía ella."

"¡Oh! Bueno, obviamente no es tan lejana la fecha. Fue en una tarde de otoño del dos mil diez... ¡De hecho! Escribí sobre ello en mi diario*¹." se levantó de su sofá individual con la finalidad de buscar el objeto dicho.

Lo mientras, el demonio se dedicaba a sólo seguir con la mirada, tomando un par de sorbos de su copa.

"Aquí está." anunció regresando a su lugar y hojeando el libro. "Veamos..."

"¿Tienes ese diario desde los dos miles?"

"¡Oh, no! Este no es el diario que uso en este momento, tengo miles de estos guardados en un lugar secreto."

"No creo que sea tan secreto tu escritorio."

"Hm, no, lo sé, este lo tengo ahí ya que no lo he guardado, los demás están en un lugar oculto."

"¿El segundo piso?"

"'Primero de Diciembre del dos mil diez. Mi quiero diario: Hoy fue un día realmente tranquilo, pero eso no le quita lo fabuloso que llegó a ser. He ido a matar tiempo a una tienda de discos del SoHo, simplemente para poder escuchar algo de ruido, Crowley fue a vigilar al anticristo, tiene planeado que unos tres años más encontremos la forma de acercarnos a él, por lo mientras, lo vigila desde las sombras. Así que estuve sólo buena parte del día.
Entré a ese establecimiento que tenía una sensación extraña, el amor se sentía en cada esquina, estaba seguro que se debía a cada fanático de la música que entraba y se llevaba una pequeña pero acogedora experiencia en el lugar, era precioso.

Recorrí los pasillos paseando mis ojos por cada portada que estaba en exhibición, probablemente terminaría comprando algún vinilo que tuviera Las Cuatro Estaciones de Vivaldi en él. Oh, si tan sólo hubiera sabido que me esperaba.

Por supuesto que tomé un buen vinilo –de Mozart–, pero algo llamó mi atención no de inmediato, pero lo hizo.
Entre los ejemplares, había uno en particular que lograba resaltar en mi mirada. Era de un fondo blanco y tenía la pintura de una señorita con un vestido púrpura, se veía magnífico y me pareció algo maravilloso.
La tipografía con la que venía era preciosa, los colores eran llamativos, quedé encantado."' soltó una pequeña risa interrumpiendose.

"¿Hm?"

"Ah, lo siento, es que... Hice, inconscientemente, una referencia a una canción del álbum." aclaró su garganta y siguió leyendo. "'Las letras decían Speak Now - Taylor Swift, realmente nunca había escuchado ese nombre en mi vida, pero la curiosidad pudo conmigo, así que compre ese vinilo de igual forma.
Llegué de vuelta a la librería dirigiéndome directamente al gramófono, guardé el vinilo de Mozart y me dispuse a colocar el de la señorita de vestido púrpura, la curiosidad me estaba matando, no sabía que me esperaba.
Y vaya que la sorpresa fue grata.
No era nada a lo que yo acostumbro escuchar, pero no era para nada malo, no era Bebop, era fantástico.

La voz de la señorita era tan linda y las letras eran entrañables, fue como... ni siquiera sé cómo describirlo, pero era maravilloso.

Así que tuve una idea. Fui a mi preciada computadora, la encendí y busqué el nombre de la señorita. Era tan extraño usar el aparato para algo que no fueran cuentas, pero lo estaba valiendo.
Sigo buscando información sobre ella y la música que hace, sólo paré eso para escribir mi descubrimiento.

Postdata: mañana regresaré a la tienda a comprar su álbum debut y Fearless, necesito escucharlos.'"

"Heh... ¿y todavía tienes ese vinilo?"

"¡Por supuesto!, Oh, pero... lo tengo en la trastienda, no tardo." y se retiró dejando al demonio sólo con el diario en su asiento.

Crowley no se consideraba alguien que le gustaba meterse en las cosas ajenas de los demás... pero en ese momentos las ganas pudieron más que él, así que de aproximó lentamente a dónde el libro, lo hojeó un poco y paró en una página al azar.

'Veintidós de Octubre del dos mil trece. Mi querido diario: Me encuentro tan emocionado hoy día. No nada más porque hoy me preparé la taza de té más deliciosa que he hecho hasta la fecha, tampoco por el postre de desayuno que Crowley amablemente me había traído... bueno, tal vez eso también sea totalmente espléndido, pero hay algo más. ¡Y eso es que la señorita Swift sacará otro álbum hoy mismo!, Oh, buen Dios, estoy tan emocionado de escucharlo completo, de ver lo que la gente opina sobre ello, no puedo esperar, puede que mañana hable de él, ya casi será media noche y ya he ido a comprar el vinilo, así que mañana escribiré sobre Red, hasta entonces.'

Volteó rápidamente la hoja para leer lo del siguiente día.

'Veintitrés de Octubre del dos mil trece. Mi querido diario: Bueno... es realmente extraño en mi no saber cómo empezar con el relato.
En primer instancia: Red fue tan preciosa como imaginaba, me puedo atrever a decir que fue más de lo que imaginaba, creo que la señorita Swift nunca me decepcionará.
Aunque... también tiene un... poder... para hacer que piense demasiado.
Te seré honesto, lloré con el álbum, fue tan... extraño, nunca había sentido tanto en un mismo momento.

El significado de cada canción me destrozaba y me encontré sollozando en casi cada track, provocando que inconscientemente recordara mis miserias personales.
Estoy preocupado y angustiado por todo lo que está pasando. Hace no muy poco Crowley y yo empezamos a hacernos cargo del anticristo, y por más que esté emocionado por pasar más tiempo al lado de él y poder tratar de detener este desastre de raíz, temo de que algo salga mal, de que todo nuestro esfuerzo sea en vano, que al final... terminemos separados. Y me aterra cada día la posibilidad de ello. Pero no quiero decírselo a Crowley, no porque no confíe en él, nada de eso, es más bien por la posibilidad de que se estrese o que lo haga sentir mal.

Él no tiene la culpa de nada, siempre me he sentido afortunado de tenerlo, lo menos que podría hacer es molestarlo con eso, así que quiero confiar en que funcionará.

Por el momento, un resguardo de todo lo malo que estaba pasando era escuchar a la señorita Swift, me reconforta y también lo siento como un impulso a seguir. Tal vez no la conozca en persona y tal vez nunca lo haga, pero siempre será especial para mi, me ha brindado comfort y no podría estar más agradecido, lo menos que puedo hacer es escucharla y apoyarla como ella lo ha hecho, como en estos momentos.'

"¡Uff!, Estaba escondido entre las cajas de algunos papiros que tengo." escuchó tras suyo espantandolo provocando que temblorosamente dejara el libro en su lugar. "No sé que estaba haciendo ahí... pero, oh, bueno." el rubio llegó frente suyo extendiéndole el vinilo, este lo tomó lentamente entre sus manos examinandolo no tan profundamente. "Le tengo mucho afecto."

"Sí, me lo puedo imaginar." volteó a ver el rostro del ángel, el cual tenía las manos entrelazadas a la altura de sus hombros y una sonrisa brillante. "Ángel, tú sabes que puedes contarme lo que sea, ¿no es así?"

"Uh-uh, sí, lo sé. ¿A qué se debe que me lo digas?"

"Un recordatorio, nada más." hizo una pequeña mueca volviendo a ver el álbum, tratando de recordar algo muy a fuerzas, conectando información y datos que Aziraphale le había dicho en meses. "¿No es...?, umh, ¿cómo se llamaba...? ¿Edición de Taylor?"

"¿Versión de Taylor?" soltó un pequeña risa que hizo al otro sonreír. "No, querido, no lo es."

"Ow, bueno, entonces." tomó la mano del rubio haciéndole una seña de que se sentara lado suyo, el otro entendió y así lo hizo, después, el pelirrojo besó el dorso de la mano que todavía sujetaba. "Cuando salga*², te compraré cada vinilo existente que esté a la venta, tal vez una playera o cualquier cosa, lo que tú quieras."

*¹¿Voy a explotar el hecho de que es canon que Aziraphale tiene un diario?, Sí.

*²Sí, estoy desesperado por Speak Now (Taylor's Version).