Sasuke Uchiha es marginado desde su nacimiento por el echo de ser un varón Omega, por miedo a que traiga la mala suerte por su condición "rara" es expulsado de la villa a muy temprana edad, un día conocerá a un alfa que agonizaba por haber tenido u...
X: bueno es la mitad del pedido, pero te lo pasaremos porque en verdad das buenos productos, espero te recuperes para que puedas seguir surtiéndonos.
Sasuke: bueno te soy sincero, solo podré traer carne, mis verduras demorarán un mes en cosechar
X: tranquilo, esperaremos a que te recuperes y así continuaremos haciendo negocios.
Sasuke: gracias, Cuando esté listo le diré a Iruka para que te avise.
X: está bien, sé que no te llevas con los del valle, no pregunto solo observo, ahora me retiro nos vemos, (alejándose).
Sasuke: al menos vendí los productos que sobrevivieron, ahora en marcha aún tengo el cuerpo adolorido.
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Se demoró medio día más en regresar a su chocita debido a que su cuerpo aún no se recuperaba de la golpiza que le dieron aquellos sujetos, ya podía ver de lejos su chocita pero cuando iba a dar el siguiente paso un olor a madera y bosque inundó el ambiente, su nariz empezó a buscar aquel aroma y sus orejitas y colita de pantera salieron sin ordenarlos, su nariz lo llevaba hacía unos matorrales donde se encontraba un gran bulto, con un poco de miedo se acercó más, trago saliva y se agachó para voltear aquel bulto, cuando lo hizo pudo observar a un joven de tez trigueña y cabellera rubia, tenía golpes por todo el cuerpo y los labios estaban partidos, el ojo izquierdo estaba hinchado y sus manos tenían cortes y ampollas.
Sasuke: ¡¡oh cielos es un alfa!!! ( El azabache se exaltó al saber de qué casta era el rubio, trago duro y se dispuso a llevarlo, a pesar de no tener buena opinión de los alfas, no se atrevía a dejar solo a una persona y más si está herida.) Ojalá no me equivoqué contigo (fueron sus últimos pensamientos).
El pequeño omega tubo que arrastrar el cuerpo del alfa, él también estaba herido por eso no pudo transformarse en su animal, a duras penas llegaron a su chocita, lo acostó en su nido y esperaba que no se molestará ya que los alfas eran muy selectivos con los olores de los Omegas.
Salió de la chocita para encender la pequeña estufa que formó de adobe, coloco algunos palos secos para que encendiera más rápido, tomo un cuenco con agua y lo puso en uno de los hoyos para que tenga contacto con el fuego y empezar a calentarse, tenía que limpiar sus heridas, lo bueno que él tenía lo necesario para curarlo, debido a que era agredido regularmente tenía reserva de ungüentos para el golpe y vendas.
Cuando el agua estaba lista lo retiro de la estufa y volvió a colocar otro con nueva agua para preparar una ligera sopa, dejo puesto los ingredientes y bajo el fuego para que se cociné lento mientras el limpiaba las heridas del alfa.
Ingreso con cautela sin hacer el menor ruido, observo que el alfa no se había movido pero su semblante estaba más relajado, soltó un leve suspiro, dejo el cuenco con el agua a un costado y se arrodilló para empezar a retirar la ropa destrozada y con manchas de sangre.
Sasuke: ¿será que es un guerrero?, Pero en estas fechas no hay enfrentamiento entre reinos ¿Quién eres y por qué estás en este estado?
El pequeño Omega se hacía muchas preguntas mientras sus manos atendían las heridas del alfa, mientras limpiaba las heridas nuevamente el olor a madera y bosque llegó a su nariz, el Omega paro por un momento su tarea, movió su naricita similar a un conejito y abrió sus ojos por la sorpresa, el olor que lo llamaba provenía del alfa inconsciente
Sasuke: cálmate Sasuke, es un alfa herido y necesita de tu ayuda
El alfa seguía lanzando sus feromonas, el pequeño azabache no entendía porque lo hacía si no había una mujer Omega a los alrededores.
Sasuke: quizás está llamando a su Omega, si debe ser que tiene un lazo
El pequeño Omega soltó un poco de sus feromonas, esperaba que aquel tipo no se ofendiera por su atrevimiento, pero para suerte del azabache el alfa se tranquilizó y solo ronroneaba
Sasuke: que lindo, te voy a curar para que puedas ir con tu Omega
El Omega continuo con su tarea de curar el cuerpo del alfa, de vez en cuando miraba el rostro del hombre mientras dormía, sus ronroneos lo ponían ansioso, sabía que debía tranquilizarse los alfas solo buscan mujeres Omegas, para la sociedad un Omega varón nunca podrá emparejarse y dar descendencia, eso lo tenía claro, él vivirá solo y con él se perderá el linaje de sus padres, una pequeña lágrima caía por su rostro, aún le dolía recordar a sus padres, cuando estaba por limpiar aquella lágrima sintió como la mano de aquel alfa se posaba en su rodilla, se asustó un poco y quiso salir corriendo pero se armó de valor y se quedó en su sitio, al girar su cuerpo pudo ver qué el alfa aún estaba inconsciente.
Sasuke: debe extrañar a su omega, ya no pierdas tiempo Sasu, vamos a terminar de limpiarlo.
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Ya había pasado una semana y el alfa no despertaba, tuvo que armar un nido más pequeño dónde dormía, empezó a trabajar su cultivo para tener los vegetales en la fecha establecida, era mediodía y ya había terminado de regar la tierra estaba todo sudado así que decidió tomar un baño en el arroyo que estaba cerca de su chocita, al estar limpio decidió regresar a su hogar, el olor del alfa se había propagado por todo el lugar, el Omega ya se había acostumbrado a sus feromonas, antes de ingresar a la chocita decidió tomar en un plato unas uvas y peras de su canasta, ingreso sin levantar la mirada ya que sus pensamientos estaban en que pronto tendría trabajo por la cosecha.
X: ¡¡¿Quién eres?!!
Aquella pregunta lo congeló y su cuerpo se erizó, esa voz era gruesa e imponente, su Omega le pedía que moviera su cabeza y mostrará su cuello como símbolo de sumisión, pero el azabache se controló, sabía que el alfa lo tomaría como ofensa hacia su persona y podría acabar con su vida.
X: ¿te hice una pregunta acaso eres sordo y mudo?
El pequeño omega empezó a temblar, él no quería ofenderlo, con el tiempo aprendió que dándole la razón a los alfas los golpes eran menos, así que inhaló profundo para controlar sus nervios.
Sasuke: Uchi, Uchiha, me, me llamo Sa, Sasuke Uchiha.
Con esa respuesta se atrevió a levantar la mirada, para encontrar aquellos ojos azules como el cielo que lo estaban examinando, su corazón palpitaba, pero debía controlarse si dejaba que su Omega tomara el control estaría perdido.
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