Unique Magic - Club Winx T1

I.

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Capítulo Uno:
¿Un Hada?

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Un nuevo día en Gardenia. Los pájaros cantaban sobre los cielos, mientras los primeros rayos de sol se asomaban por el horizonte. En una de las muchas casa de la ciudad. Una joven dormía plácidamente, pues las vacaciones habían iniciado y por lo tanto sus días de levantarse temprano se habían detenido por un tiempo.

Eran al rededor de las nueve de la mañana, cuando por fin se levanto de la cama. Fue hasta el baño e hizo todas sus necesidades antes de bajar a la cocina, donde su hermano estaba preparando ya el desayuno.

Gaia nunca pudo conocer a sus padres verdaderos, pues Noah, su hermano, se había hecho cargo de ella, cuando los padres de el, tuvieron un accidente de trafico y perdieron la vida. Gaia tenia quince años por lo que el chico era veinte años mayor que su hermana. Por lo tanto, era casi como un padre para Gaia.

Noah: Buenos días, dormilona—dijo sirviéndole el desayuno.

Gaia: Oye, las vacaciones se hicieron para descansar—le dijo apuntándole con la cuchara que había tomado.

Noah: Lo que tu digas princesita—dijo besando la cabeza de su hermana—Tengo que ir al trabajo. No te metas en problemas.

Gaia: Nunca lo hago—susurro la chica.

Tomándose su tiempo para desayunar, disfrutando de cada bocado. Una ves que termino, lavo los platos y salió de la casa. Gardenia era un lugar agradable, y los vecinos muy amistosos, Pero, para Gaia no había nada diferente.

Como todos los días cuando su hermano se iba al trabajo, tomaba un libro de su cuarto y se iba caminando hasta el pequeño parque que había cerca de su casa, era el único lugar en el que se sentía cómoda para leer. Se sentó bajo un árbol y pronto se desconecto del mundo que la rodeaba.

Un pequeño conejo, se acerco hasta la chica dando saltos. Gaia lo noto y sonrió con ternura.

Gaia: Hola amiguito—dijo la chica acariciando su peluda cabeza—¿Te perdiste?

El conejo ladeo la cabeza. Unos segundos después se fue corriendo en una dirección. La chica supuso que su dueña estaba cerca, por lo que continuo con su lectura. Minutos después el conejo paso corriendo al lado de Gaia y después regresaba con alguien mas. La chica sintió curiosidad por saber lo que pasaba, así que siguió a la chica que creía era la dueña del conejo.

Gaia: Perdón, ¿Te molesta si te acompaño?—le pregunto Gaia a la chica.

Bloom: No, al contrario. Me encantaría—le respondió—Soy Bloom.

Gaia: Te recuerdo de la escuela—le dijo Gaia con una pequeña sonrisa—Soy Gaia.

Su pequeña charla se vio interrumpida, cuando vieron en un pequeño claro, unas criaturas extrañas. Pero, lo que dejo a ambas chicas sin respiración, fue ver a una joven batallando con aquellas cosas. Llevaba un atuendo extraño, y en su espalda salían una bonitas alas.

Bloom: Vaya—dijo—Viste eso, ¿Verdad?

Gaia: Por supuesto—le respondió sorprendida por lo que veía.

Xxx: ¡Apártense feas criaturas o sentirán la magia del hada del sol y la luna!—exclamo aquella chica extraña.

Una enorme criatura surgió de la oscuridad. Gaia no sabia que era, pero se parecía mucho a los ogros que solía leer en sus libros. La criatura comenzó a correr hacia la chica con la que estaba batallando. Dándole un fuerte empujón la tiro al suelo.