› Padres 2 ꙳໋͙ HyunMin ⌕

capítulo cuatro

Para Jeongin era extremadamente loco estar siguiendo una persona como en las películas, más cuando Jisung se tomaba tan en serio la situación. Se escondía detrás de los árboles, rodaba por el suelo, incluso le había puesto un apodo.

— Simón, todo despejado.— le susurro mientras observaba como Félix y Changbin caminaban. Llevaban siguiéndolos un par de cuadras, suponía que caminaban hacia la casa de Changbin.

— ¿Por qué Simón?.— pregunto aguantando la risa.

— Yo soy Alvin, tu Simón y tenemos que rescatar a Teodoro.— respondió como si fuera lo más normal del mundo.

Jisung veía muchos dibujos animados y tenía mucha imaginación, se preguntaba si desde niño había sido así. Siguieron a los menores hasta que llegaron a una tienda donde entraron, suponían, a comprar. Jisung le indico que se quedarán escondidos detrás de un auto esperando el momento para entrar.

— ¿Que estás haciendo?.— una voz los hizo sobresaltarse. Ambos se giraron rápidamente, había un chico que los miraba confundido. Era alto, tanto como Jisung, y ahora lo que miraba tenían cierto parecido. Cuando el chico lo reconoció suspiro aliviado para luego volver su vista a la tienda.

— Espiando a Félix.— respondió sin tomarle importancia. Jeongin lo miro en busca de respuestas.— Jeongin este es mi hermano Chan. Chan este es mi amigo Jeongin.

El mayor lo saludo con la mano y el hizo lo mismo.

— ¿Por qué están espiando a Félix?.— pregunto divertido.

— Porque está con un chico.— respondió. La cara de Chan cambio inmediatamente se divertida a serie, se bajó y se escondió detrás del auto igual que ellos.

— ¿¡Con permiso de quién!?.— exclamó intentando no gritar.

Estos dos eran iguales.

— ¡Dice que de mi mamá!.— le respondió Jisung enojado.

— ¿¡Y mi papá sabe sobre esto!?.— pregunto mientras Jisung negaba.— Voy a buscarlo ahora mismo.— se puso de pie dispuesto a buscar a Félix.

— ¡Espera!.— su hermano lo tomo del brazo para empujarlo hacia abajo.— Si hacemos un escándalo Félix se enojara con nosotros. Hay que vigilarlo y si el cabrón se pasa de listo, vamos y lo golpeamos.— hablo como si fuera el plan más inteligente.

— Está bien.— respondió el mayor mirando atentamente hacia la tienda.

— Bueno, les recuerdo que Félix solamente le dará tutorías, no es una cita o algo así.— hablo Jeongin recibiendo miradas de enojo de parte de los dos hermanos.

— ¿Alguna vez has leído novelas?.— pregunto Jisung, el asintió.— Ya ves, los personajes que tienen tutorías siempre se terminan enamorando.

— ¿Y que tendría de malo eso?.— pregunto confundido.

— Ese niño nunca tendrá oportunidad con nuestro ángel.— le respondió Chan.

— ¿Y ustedes que hacen aquí?.— alguien los hizo sobresaltarse haciéndolos girar rápidamente. Era un hombre alto, no parecía mayor, tenía el pelo rubio y largo, tomado en una coleta.

— ¡Uy dejen de hacer eso! ¡Casi me da una infarto!.— se quejo Jisung poniéndose una mano sobre su pecho.

— ¿Por qué tú no estás en el trabajo y porque tú no estás en la casa?.— pregunto a los chicos.— ¿Y dónde carajos está mi niño pequeño?.— bien era el padre de Jisung y Chan.

— ¡Nuestro niño pequeño está en una cita!.— le respondió Chan. Al hombre el alma se le iba del cuerpo.

— ¡Tráiganme una coca! ¡Se me bajo la presión!.— el hombre se tiró al suelo como si se hubiera desmayado.