Todo ya cambió

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"Cuidala por mi..."

¿Cómo resumir la última semana?

Jennie, Jisoo, Rosé y yo fuimos a muchas tiendas donde vendían vestidos de novia.

Todo era como un deja vu para mí. Vivir dos veces el mismo escenario. Pero no con el mismo sentimiento que la primera.

Cada vez que Jennie salía del vestidor con un nuevo velo o un nuevo vestido aguantaba las ganas terribles de llorar y de decirle cuánto la extrañaba.

La semana pasó realmente rápido. Al parecer el destino ya me quería ver sufrir e hizo que el tiempo se acelerara. O al menos así lo sentí yo.

Estamos a un día para el gran día. Observaba desde mi cama el traje que había pedido y enviado a la tintorería para el día de mañana.

¿Por qué no me siento como la primera vez? Cuando estaba a un día de casarme con Jennie me sentía tan feliz a la vez que nerviosa. Ahora solo me siento destrozada y triste.

Sola.

Ella realmente me complementaba. Me hacía alguien mejor. Talvez ella si era mi alma gemela, pero éso no significaba que yo fuera la suya.

Al fin y al cabo, éramos dos adolescentes rotas en busca de hombro en el cual llorar.

Y quizá solo éramos eso, dos almas rotas que buscaban compasión y acabaron encontrándose la una a la otra. Rompiéndose aún más.

Sigo convencida de que nuestra historia de amor fue la mejor historia de amor jamás escrita, pero al final solo fue éso. Una historia.

¿Ella? Ella era el amor de mi vida, pero ella también merecía la oportunidad de encontrar al amor de su vida.

Suspiré y limpie las lágrimas que sin permiso cayeron de mis ojos y descendían por mis mejillas.

Tomé la manta y me tapé con ella.

Esperaba dormirme y no despertar de nuevo.

Adivinen dónde estoy.

En el cuarto del hotel, junto a Rosé, Jisoo y...Jennie. Dios mío, se miraba hermosa.

Ése vestido blanco crema le quedaba hermoso. Resaltaba cada una de sus curvas, toda su belleza. Pero yo no miraba éso, yo lo que admiraba era su belleza interior.

Jennie siempre fue una increíble chica. Una hermosa mujer que es perfecta a mis ojos. ¿Quien no la amaría?

Siempre cuidó de mi en todos los sentidos y así hice yo con ella. Cómo prometimos: "en salud y enfermedad."

"Hasta que la muerte nos separe..." Dije en susurro viéndola fijamente.

Ella se giró hacia mi y pude notar el dolor en sus ojos. ¿Fui tan estúpida al enamorarme de sus ojitos?

Se iba a acercar, pero, antes de siquiera moverse, la puerta se abrió revelando al señor Kim, quien me dirigió una rápida mirada fría al verme.

Nunca le caí bien a él. Mucho menos luego de haberme robado a su hija para irnos a casar a escondidas de él. Porque si, eso fue lo que hicimos.

"¿Lista?" Le preguntó.

Jennie no le prestó atención, seguía viéndome y yo intentaba evitar su mirada.

Song-shots (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora