—La confianza es una copa, que si la rompes y tratas de unir luego, quedarán rajaduras, y obviamente jamás será igual, el líquido que pongas dentro escurrirá por todos lados y será algo molesto. Así la confianza de una persona, una vez defraudada jamás volverá a ser la misma, tendrá marcas y no estará al 100% en ti. Hijo, no me defraudes, que de lo contrario, jamás creeré en ti de nuevo.
—Sabes de la responsabilidad que pones sobre mis hombros?
—Si, y porque confio en que puedes hacerlo la pongo en ti.
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Silencio (Escritos de una noche triste 3)
PoesíaEvocaciones de la muerte, pensamientos tristes y nostálgicos. Palabras ideales para un último adiós