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—¿Ya comenzaste a mover lo que te dije?.—preguntó mi papá.—Mel tiene que volver a las tarimas,pilas pues que se me está acomodando la nena.

—Ash,dejame hacer mi trabajo,¿si?,yo sé perfectamente cuando tengo que hacer o cuando debo dejar de hacer así que dejame sana.—respondió mi mamá.

Me colgué la mochila y salí de la casa tratando de hacer el menor ruido posible,necesitaba conseguir algo de tranquilidad e inspiración para salirme de este maldito bloqueo que no me dejaba terminar la canción.

—Me llamas a las seis de la mañana, se nos hacen las doce y tu en mi cama...El reloj marca las cuatro y te llama de nuevo, pero a ti sin cojone' porque nos queremos...—comencé a cantar sobre la pista que sonaba en mis AirPods.—No me lo niegues, vive' un castigo, duermes con ella y sueñas conmigo...Dile que no se asombre si haciéndolo se te escapa mi nombre...—cuando quise darme cuenta había llegado a la zona de las comunas,una mujer estaba sentada frente a una especie de restaurante,el chico rubio que la acompañaba se me hizo conocido.—Lo digo aunque a veces lamente, tener por solo un rato lo que quiero para siempre...—dejé de cantar.

—¿Vos que hacés acá,me estás acosando?

—Pececito,cálmate.

—¿Qué modales son esos,Erik?.—el tipo me miró mal.—La nena ni siquiera llegó y ya estás hablándole así no se puede,señor.—se acercó a mi.—¿Vos conocés a mi nieto?.

—Pues al Pez Koi lo conocemos todos,¿no?.—sonreí.

—Ay no pero tú ere...—asentí.—¿Melymel es amiga de mi muchachito?.—comenzó a reír.—¿Tenés hambre?,dale vení,te preparo algo bien rico para desayunar.

—No quiero ser una molestia,nada más iba para algún lugar,estoy medio atascada con un tema y pues buscaba con que sacarme del hueco este...—pero la mujer no parecía tener ganas de escucharme.—Olvidate,dejá..—me hizo señas para que entrara.

—Siéntense.

Cuando el ojiazul se sentó a mi lado no me quedo otra que poner mi mueca de incomodidad para dejarle claro que yo estaba igual o incluso más jodida con este desayuno que él,no tenía ganas de estar en ese lugar,me quería ir a componer.

—¿Vos me estás siguiendo?.

—Que mamera.

—Nada más admítalo y ya .

—Yo no tengo tiempo para andar tras de ti,Erik,olvidate.—comencé a reírme.—¿Tan agradando ah?,el pez tiene complejito de Tiburón.

—Mirá,están hablando de tu papá.—comentó la mujer,vi como Erik ponía cara de disgusto,creo que era del grupo de personas que odiaba a Charly Cruz y bueno,supongo que tendría sus motivos.

—Ese man se va a pudrir allá adentro.

—¿También odias a Charly?.

—¿Qué te importa a vos?.—rodé los ojos.—Es un asesino y le jodió la vida a mi mamá.

—Pues en esas historias siempre hay más versiones,¿no?,quizá alguien le obligó o...—negó varias veces.—Okay..

—Es tu papá,no lo podés odiar,ya está cumpliendo su condena en la cana,¿ya qué,pa después salir y que su hijo esté acá esperándolo cargado de odio?.

—Doña Ligia,trajeron esto para usted.—la mujer fue hacia la puerta.

—¿Te molesta que esté aquí a punto de comer comida de tu abuela con vos?.—frunció el ceño antes de reír.—Fue coincidencia,yo nada más buscaba perderme,salí sin avisar a mis papás así que..

Princesa.[La Reina del Flow]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora