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—Wow pero tú lo que tienes es un palacio,¿no?

—Pueden venir cuando gusten,plebeyos.—Erik dijo eso como si fuera su casa.

—No pues,¿eres el amo de llaves o como es esa vuelta mmm?,la dueña de la casa es ella.

—Mis papás.—le corregí.—Bueno,ya que Vanessita olvidó la cena yo creo que podríamos hacer ...—imité los sonidos de unos tambores.—¡Concurso culinario!

—Ay no,soy pésimo cocinando.—se quejó el Pez.

—¡Tú abuela lleva un restaurant!.—dije con incredulidad,él comenzó a reírse porque entendió la ironía de la situación,era difícilmente comprensible.—Suerte,harán mini pizzas,busquen la receta y si alguno logra hacer algo comestible,me comprometo a prepararos las mis,con una receta especial.

—¿Cómo de especial?.—preguntó Pite usando un tono de mafioso y se encontrase en mitad d Sina reunión con algún capo de la droga.

—De lo deliciosas que estarán,van a llorar más que un bebé que recién llegó al mundo,¿Cómo la ves?

—Es justo.

—Me disculpan,tan boba.—le di un golpe en la frente.—No les ofrecí nada de tomar,¿no quieren nada?

—¡Vino!.—gritaron todos al mismo tiempo.

—¿O...kay?.—me bajé del taburete.—Miren...aquí tienen bandejas para el horno,le colocan este papel encima,please para que mi mamá no me pegue con la chancleta más tarde,les dejaré este horno calentándose,en la habitación contigua hay otro y después tienen este de acá.

—¿Qué cocina tiene tres hornos?.—miré a la rubia.—Me encanta.—comenzó a aplaudir emocionada.

—La despensa es esa puerta de allá,el que se quede con el horno de la otra sala tiene también todos los ingredientes,la nevera está a full de comida,los que se queden acá van a tener que compartir pero pues hay de sobra.—encendí el último horno para que fuera precalentándose.—yo voy por el vino.

—No te tardes.

Fui a la bodega a buscar algunas botellas,tuve que mirar con detenimiento para no sacar las botellas que mis papás solían usar para las reuniones más importantes,por suerte parecía que hacía poco que habían repuesto las botellas así que podía coger más.

—Ya volví.—lo dije suficientemente alto para que me escucharan.—Te vas a poner pero que bien sucio,Cruz!.—me moví rápidamente para agarrar un delantal,me miró atento mientras se lo colocaba y después comenzó a reírse,no lo comprendía hasta que agarró mantequilla y me lo puso en la nariz.—¡Serás...hijueputa!.—le di varios golpes en su brazo.—Te quedaste sin delantal.

—Oye,no...—siguió riéndose.—Perdón,dale,pónmelo de nuevo,no traje ropa de cambio.—rodé los ojos.—Sé buena.—volví a atarlo.

—¡Mel!.

—Voy,Vane.—fui a la sala de al lado ya que al parecer ella se había decantado por esa.—¿Qué pasó?

—Nada,estaba aburrida,quería conversar con alguien,Pite tiene a mi hermano.

—¿Te desterraron?

—Sí,¿lo puedes creer?

—En realidad si.—ambas comenzamos a reírnos tan fuerte que tanto el Pez como Pite se asomaron.—Ay váyanse,chismosos,¿qué tal ah?.—dije con una indignación exagerada.

—Bueno....¿has conseguido hablar algo con Irma?

—No,ni cómo hacerlo pues,ella no me quiere escuchar ni nada.—suspiré.—En parte lo entiendo porque pues si es cierto que paso mucho tiempo con Erik pero...—ella dejó de amasar.—No tengo hermanos,desde que estoy metida en la industria tampoco tengo amigos de verdad porque pues siempre se te pegan por interés así que hasta ahora no tuve ninguna amistad así y no sé,lo prefiero a estar sola,me da miedo quedarme sola nuevamente.

Princesa.[La Reina del Flow]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora