Yoh Asakura y su hermana adoptiva Akiko Asakura se embarcan en el torneo de shamanes para cumplir sus deseos. Pero ella y Hao tienen una relación, posesiva por parte de el y cariñosa por parte de ella.... ¿que pasara?
Una historia relativa del prim...
Era una noche hermosa y estrellada, mi hermano y yo nos encontrábamos observado las estrellas en el cementerio, que hermosas. Mi hermano estaba sentado en el piso y yo estaba recostada en un árbol, no quiero ensuciar tanto mi ropa e Yoh debería hacer lo mismo, después de todo la que lava la ropa soy yo. De repente escuchamos una voz detrás de nosotros, parecía un chico algo apresurado, ¿adónde irá tan apresurado ese niño? Mejor le hablo para que baje la velocidad o podría caerse
Yo: que hermosas están las estrellas –el chico se detuvo y miro a las estrellas, lo logre
Chico: ¿estrellas? ¡Ay cierto que hermosas! *pausa* ¿¡tú quién eres!? –mi hermano se levantó del suelo y se sacudió el pantalón
Yoh: tú también has venido ver las estrellas ¿cierto? Pues adelante, vamos a verlas entre todos –dijo mi hermano volteándose hacia el chico
Chico: no gracias, ya es muy tarde. –Dijo, parecía nervioso- Además te equivocaste al decir esa frase, cuando son tres no se dice entre todos
Yo: jaja no, somos muchos –dije dándome vuelta para verlo, es muy pequeño, jeje que lindo
Chico: ¿Qué?
Yoh: si, nos referimos a los espíritus de aquí –dicho esto todos los espíritus del cementerio aparecieron, mi hermano abrazo por los hombros a dos fantasmas mientras a mí me abrasaba Moroha por los hombros
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(Moroha es mi espíritu acompañante)
El chico pareció espantarse porque se puso pálido luego grito y se fue corriendo, es una lástima.
Yo: vaya, parece que lo asustamos
Moroha: es un debilucho –dijo restándole importancia para luego desaparecer, a veces me sorprende lo desinteresada que puede ser
Yoh: pues sí, mejor regresamos a casa –dijo estirándose –ya me está dando hambre ¿Qué vamos a cenar?
Yo: si compramos todo, puedo preparar curry –dije pensando
Yoh: ¡pues no se diga más! –dijo enérgico y con su radiante sonrisa como siempre –¡es hora ir de compras!
(...)
Yoh: buenos días Aki-nee –dijo entrando a la cocina, hoy es nuestro primer día de clases así que me levante temprano para hacer tanto el desayuno como el almuerzo. El paso y se sentó en la mesa.
Yo: buenos días Yoh-nii –conteste sirviéndole dos tazones de arroz
Yoh: te levantaste muy temprano hoy ¿no es así?
Yo: claro, debía hacer también el almuerzo –respondí, coloque un tazón para él y otro para mí y me senté frente a el
-¡¡gracias por la comida!! –y comenzamos a comer en un agradable silencio
