El Demonio De Chris [REUPLOAD]

VII: Ned Parrison

La tarde del 4 de Mayo, vaya día tan sombrío. Calles relativamente solas y tiempos de sequía. Enciendo un tabaco y bebo un café igual que cada mañana como de costumbre. Contemplo las figuras de las nubes y como un niño imagino siluetas en ellas. Días muy raros los anteriores, nada que contar a nadie, nada que me puedan creer. Pesadillas, alucinaciones y cosas que tal vez no fueron ningunas de las dos anteriores. Siento que exageré un poco con mi acto de culpabilidad. Que falta de humanidad de mi parte hacer eso, hubiera sabido que la culpa que tenía que sentir no había de ser tan grave, ese mensajero de Serof es todo un mentiroso. Como me va a hacer esto, nunca me voy a olvidar de esa gran cantidad de vacas y becerros envenenados. Espero que nadie los coma. También he sufrido múltiples violaciones de parte de él, que odiaría acostumbrarme a ellas. Tengo en mi cuello varios hematomas y chupetones de ese asqueroso demonio, y mis partes íntimas ni se diga.

Al menos hablé con el Dios del Suicidio, puto cerdo no es más que un sádico. Por su culpa me incluyo en su paquete de enfermos mentales ya que no debí de haber hecho tal acto de violencia con esos animales. Recibí suficientes respuestas para estar más cómodo. Voy a firmar el libro. No buscaré a nadie, Serof se puede encargar.

Me dirijo hacia el vertedero de las notas a la hora correcta y llego a la choza. Empiezo a escribir nombres de familiares suicidados para recordar antes de hacer el gran paso. Escribir mi nombre en la máquina de escribir me da miedo, tal vez Serof mienta y la tierra prometida no es lo que espero, dudo que todo se reinicie y hacer como si nada de esto pasó, pero nada es más ficticio que lo que estoy viviendo justo ahora, así que haremos el intento de creer.

No me siento preparado, estoy que me voy de aquí. Además, voy a hablar con Serof. Pero dudo que haya algo que me cause culpa después de lo anterior. Voy a visitar a un conocido mejor. Aún queda tiempo

Tengo un amigo llamado Chris Horan, es mi mejor amigo de la infancia y la actualidad. Vive en un sótano escondido de su familia. Está un poco mal del cerebro después de un accidente de auto. Todos creen que murió, solo yo lo sé. Su problema cerebral no es de esos que los hacen hablar raro, sino que ahora vive temblando y siempre está todo torcido en una silla de ruedas, pero aun habla. Él dice que puede hablar con Serof cuando quiere, por su culpabilidad de no ir a ver a su ex mujer y su hija

Mejor iré hacia allá antes de entregar mi vida, hay que traerlo también. Muy probablemente no estuviera así por esto de Serof, y tengo un duda también.

Me dirijo hacia la casa rodante de Chris, toda maloliente y sucia.

—Hola Chris, vine a hablar contigo.

—Hola, ¿cómo está todo? —Me dice temblando por su condición

—Todo bien, quería decirte que fuéramos a un lugar. Iremos al vertedero. Pero tiene que ser rápido. Ponte algo para que no te identifiquen. Yo ruedo tu silla —Muy exaltado le digo ya que no que el límite de tiempo del vertedero se acaba rápido.

—Okey, está bien. Vamos rápido. —Me afirma y se pone gorra, lentes y un tapabocas oscuro

En lo que llegamos al vertedero, veo mi reloj y aún nos quedan 37 minutos.

— Escribe tu nombre, después yo escribo el mío. Es para asegurarme que solo falte uno para acabar con esto y empezar de cero. Imagínate estar con tu familia de nuevo

— Eso es lo que quiero Ned, escribe tu nombre primero. Así tendré más seguridad.

Procedo a escribir mi nombre y empiezo a ver todos mis recuerdos, con mi familia, mis amigos, gente desconocida que vi por ahí que no recordaba. Abro mis ojos y sigo allí, veo a Chris pero él no me ve. ¿Acaso soy un alma en pena?

Empiezo a ver que Chris no escribe su nombre y empieza a irse sin más hacia las afueras del vertedero, ¿qué clase de mierda es esta? Como me pude haber confiado de un psicópata que finge su muerte.

Noto que después de que el vertedero desaparece vuelve al terreno y deja su silla de ruedas y se va caminando por las sombras como una persona totalmente sana, nos estuvo engañando todo este tiempo.

Mientras lo persigo descubro que esta vez no va a una casa rodante sino a un edificio viejo, parece ser la vieja zapatería. Va hasta el segundo piso y allí jala un falso candelabro que abre una compuerta con escaleras largas hacia abajo como si de un sótano se tratase.

Al entrar a ese sótano veo a un montón de tipos raros con trajes de culto con batas moradas y un ambiente tétrico con rituales

— ¿Nos trajiste lo que te pedimos? —Le dice un hombre sospechoso a Chris

— No, aún no les traigo el dinero. Pero por favor les ruego, no maten a mi ex esposa, no tiene la culpa —Dice Chris muy preocupado

— ¿Eres idiota o qué?, te estoy pidiendo estos diez mil dólares desde hace 5 malditos meses, le voy a dar 5 días de vida. Si no me traes mi dinero la asesinaremos, después serás tú. Esto te pasa a ti por crear todo este juego del demonio y nos metiste a nosotros en problemas.