Al día siguiente, tal como dijo, Remus le escribió a Peter preguntando cómo le estaba yendo en lo que Sirius y James jugaban al Quiddicht en el patio trasero, mientras que el castaño tenía una vista perfecta de ellos dos a traves de la ventana de la cocina.
- Hey, Lunático! Que tal una partida? - gritó Sirius desde su escoba, ansioso por tener esos ojos miel en él aunque fuera un segundo-.
Remus, sin dejar de escribir, negó con la cabeza. James bufó.
- Vamos Canuto! Sabes que a Lunático no le gusta el Quiddicht.
- Lunático! - grita el pelinegro ignorando por completo a James-. Que tal entonces una apuesta? - Remus aún seguía escribiendo-. Cornamenta y yo daremos una vuelta a la manzana, gana quién sea menos visto por muggles.
Los ojos de James brillaron justo cuando Remus giró la cabeza de tal manera que lo hizo parecer una lechuza, hacer bromas en el colegio era una cosa que Remus toleraba pero era muy distinto hacer bromas fuera de este y que el Ministerio no lo considerara gracioso.
Sirius sonrió triunfante cuando Remus le miró con ojos entrecerrados, advirtiendo solo con su mirada, algo en los ojos del castaño, incluso desde esa distancia, Sirius notó un brillo que solo notaba antes o durante las noches de luna llena y un pequeño escalofrío recorrió su espalda de una manera agradable.
Ambas miradas se desafiaban la de Sirius con jovialidad y rebeldía la de Remus con paciencia y tranquilidad.
Sirius podría inventar una y mil cosas en menos de cinco minutos y podía hacerlas realidad en menos de ese tiempo pero algo que todos sabían, desde primer año, era que por más que Sirius fuera un torbellino de travesuras Remus estaría allí para ponerle un freno y no porque Remus no lo apoyara, no, todo lo contrario lo apoyaba e incluso mejoraba algunas de sus ideas pero la diferencia entre los chicos era que el castaño sabía cuándo retirarse, cuando algo era una buena idea y cuando no, cuando la broma dejaba de tener gracia y se convertía en castigo por otro lado Sirius no tenía ni la más mínima intención de detenerse por más que estuviera en el ojo del huracán, siempre lo llevaba todo al extremo.
Por eso la mirada de Remus era tranquila, sabía que tenía el poder de la persuasión, además confiaba en que Sirius tenía la conciencia suficiente para no pasar de ese chiste a la realidad y meter en problemas, innecesarios, a los Potter. Cuando Sirius le guiñó el ojo descaradamente Remus suspiró divertido y volvió su vista a la carta, James suspiró aburrido cuando vió los ojos de Sirius apagarse.
- Canuto - susurró con diversión-. Hagamos lo que dijiste, lo de la carrera.
Los ojos de su amigo centellearon por un segundo pero luego con el ceño fruncido, negó, era obvio que le costaba negarse.
- No va gustarle a Remus - James se inclinó un poco más hacia él-.
- Y desde cuándo le hacemos tanto caso a Remus? Hace un tiempo que no hacemos algo divertido y no estamos en Hogwarts además.
Sirius lo miró como si fuera idiota y porque lo era.
- Le hacemos caso a Remus porque es la mente maestra en nuestros planes - James lo miró dolido pero el más alto lo ignoró-. Y tienes razón, no estamos en Hogwarts así que nuestro prefecto favorito no nos servirá de mucho fuera del colegio.
James frunció los labios en un puchero que hizo reír a Sirius quién le tiró una Quaffle a la cara haciéndolo tambalear de la escoba pero se aferró rápido a ella para no caer, aunque no estaban muy lejos del suelo.
- Vamos a seguir jugando o vas a seguir acosando a Remus?
Sirius comenzó a seguirlo en la escoba para quitarle la Quaffle y volver a lanzarla a su cara pero era James Potter, el mejor buscador de Hogwarts, salió disparado con sus rápidos reflejos para no ser atrapado por Sirius.
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Sirius... Enamorado De Remus
FanfictionUna, no sé si, pequeña historia donde vemos a un Sirius Black enamorado de Remus Lupin que intenta confesar sus sentimientos pero le cuesta un poco debido a sus inseguridades cuando está con él. La verdad no hagan caso de esto, soy pésima describien...