Hidden addiction

El comienzo de un vicio

"En el pasado"

*𝘕𝘢𝘳𝘳𝘢𝘥𝘰 𝘱𝘰𝘳 𝘋𝘦𝘪𝘯𝘦𝘳*

Insisto a Ayden que venga a la fiesta de Roler, pero no da fruto. Está tirado en el sofá con una birra y un cigarro, viendo un programa de vete tú a saber el qué y por mucho que le pida que venga con nosotros por el bien de él, no quiere.

Su vida iba bien. Era un tío divertido y muy buen amigo. Siempre andaba de un lado a otro, todo el mundo lo conocía en todas partes, hasta que su hermano murió en un accidente de moto. Desde hace un año exacto, no es el mismo. Ahora trabaja en una gasolinera cambiando el aceite a los coches, sale del trabajo y nada más llegar a su casa, se tira en el sillón. Pasa la tarde perdiendo la vista en la televisión y el conocimiento con el alcohol.

Da rabia ver cómo un amigo cercano a ti se derrumba y tú no puedes hacer nada. Con solo comparar cómo era antes a ahora, se me hace un nudo en la garganta y se me pone mal cuerpo.

-Cualquier cosa llámame a mí o a Roler- le ofrezco el puño- si se te pone el cuerpo golfo y necesitas salir, lo que sea- le dedico una sonrisa triste.

-Sí, sí - me choca el puño- pásenlo bien, ¿sí?- me responde con el mismo gesto.

Salgo de su casa, que está hecha un desastre y me dirijo a la moto. Me fijo que a mi derecha el garaje de Ayden está abierto y dentro veo la Triumph de Brad. Está totalmente destrozada por el accidente, tirada en el suelo. A su lado, la moto de mi querido amigo está tapada con una tela blanca, llena de plantas y suciedad.

Es que te deja tan mal sabor de boca todo. Brad había discutido con su novia y ella le echó de casa. Llamó muchas veces a Ayden, pero él estaba "ocupado". Andaba en un club con malas influencias que se metían en temas de drogas. No le contestó a ninguna de sus llamadas, ni mensajes. Brad salió con la moto.

Hay una carretera la cual nadie ha pisado nunca, salvo Brad. Miles de veces nos recordamos que por nada del mundo conduciríamos allí. En lo alto de una montaña al norte, donde la niebla cubre los árboles y ciega la vista a cualquiera. El chico no sabía dónde despejarse, dónde esconderse de aquella situación. Hasta que "la querida neblina", la horrible carretera, se le vino a la mente. Condujo hasta allí y, cuando llegó, vaciló con las curvas un buen rato. Sin conocerse la vía, cogió una de ellas a una velocidad bastante alta y, sin saber que la curva era cerrada, chocó. Su moto acabó totalmente destrozada y su cuerpo cayó al precipicio.

A todos nos dolió cuando nos dieron la noticia. Fue un shock, sobre todo para Ayden, quien no se enteró hasta que llegamos todos a la fiesta de cumpleaños que le había montado a Brad...

Al recordarlo todo, me dan ganas de vomitar, no puedo volver a tener este sentimiento. Dejo de torturarme la vista apartando la mirada del desastre del garaje y pongo rumbo a despejarme la mente.

Llegando a la casa de la persona que montó una fiesta, porque la verdad no sé ni quién es, escucho el zumbido de la música resonar en toda la calle.

Decenas de coches aparcados por todas partes impiden poder aparcar mi moto, hasta que la meto detrás de unos arbustos en la entrada de lo que parece ser la fiesta.

-¡Hey!- alguien grita a mi espalda -¡Deiner!- me vuelvo quitándome el casco, encontrándome con mi nuevo compañero de piso.

-¿Qué hay, Kaler?- le devuelvo el saludo, mirándole de arriba a abajo.

Es tan llamativo y lindo. Cuando encontré el anuncio de que buscaba compañero de piso le hablé por que estaba interesado, obviamente. Pero al ir a ver la casa, solo podía fijarme en él. En cómo intentaba explicar cada cosa de la casa y cómo me mostraba las habitaciones orgulloso por el decorado. Aunque ahora que vivimos juntos, me resulta más adorable cuando entra a mi habitación. Le jodí el diseño, puse un par de posters por toda la habitación y la pinté de negro. Sin contar que siempre está tirada y los cascos de la moto se me caen cada dos por tres por tenerlos colgando.