Capitulo 13

248 23 12
                                    

Se encontraban sobre el Puente del río Han, en la autopista que iba hacia el norte, cuando Kyungsoo recordó a Luhan. Miró a JongIn, quien no pronunciaba palabra desde que li subió en el Rover y partieron.

—¿JongIn? —preguntó Kyungsoo con nerviosismo.

—¿Mmm?

—¿Qué hay acerca de Luhan?

—Le pedí a Minho que lo llevara a casa —respondió JongIn y la miró.

—¿A el no le importó?

—¿Por qué debería importarle? —inquirió JongIn.

—Bueno, yo... yo...

—No hay nada entre Luhan y yo, si es en eso en la que piensas —comentó JongIn con exasperación—. Lo llevé esta noche sólo porque Minho insistió en que llevara a alguien y fue el único en quien se me ocurrió pensar. El sabe muy bien que eso no significó nada.

—¡Te llamó querido! —le recordó Kyungsoo. No añadió que no lo soltaba.

—Luhan llama a todos querido. Kyungsoo, te dije que no volvería a tener una relación con Luhan —habló con impaciencia—, y hablé en serio. Nunca me tragué su historia. Pienso que se sintió culpable, pero respecto a esa depresión nerviosa... Por buena fuente supe que pasó gran parte de su tiempo en el extranjero, en la Riviera y esquiando.

Kyungsoo guardó silencio y un momento después JongIn continuó con la explicación.

—Comprendí que Luhan es una aficionado de la cultura. Le gusta mezclarse con gente del mundo artístico. El casarse con un escultor prometedor era lo correcto para el —sonrió con ironía—. Los hombres como Luhan no aman en realidad. Toman decisiones adecuadas. Ahora veo que en realidad nunca lo amé. El encajaba en mi idea del esposo perfecto, pues es atractivo, inteligente, independiente y competente. Se supone que es maduro. Tal vez merecía lo que recibí.

—No lo creo, JongIn —opinó Kyungsoo—. Nadie merece que le hagan lo que Luhan te hizo. Eso fue cruel.

JongIn lo miró con ojos amorosos, y las dudas que todavía tenía Kyungsoo, desaparecieron de inmediato.

—Sé que tú no me hubieras dejado de esa manera —comentó JongIn, —Nunca —murmuró Kyungsoo.

Una pequeña nube negra pasó por el rostro de JongIn.

—Dime, Kyungsoo, ¿has estado viendo a Minho?

El corazón de Kyungsoo se entristeció hasta que comprendió que lo que JongIn preguntaba era justo. ¿Acaso el no se preocupó al pensar que él reanudó su relación con Luhan?

—No había visto a Minho desde mi fiesta, JongIn. La verdad, no he salido a otro sitio que no sea a la universidad, desde aquella noche. No quise hacerlo.

La expresión de JongIn demostró alivio y sorpresa, así como un nuevo respeto.

—Yo tampoco, me sentí muy bien, Kyungsoo —confesó JongIn—. No pude trabajar, ni hacer nada.

—Noté... que no le pusiste nombre a esa escultura —indicó Kyungsoo. JongIn suspiró.

—Te prometí que tú se lo pondrías —le recordó JongIn.

—Pero... —empezó Kyungsoo. La mirada que te dirigió JongIn lo derritió.

—En el fondo, debo haber sabido que te buscaría, Kyungsoo...

—Oh...

—Ahora, calla, querido, y déjame conducir. Empiezo a impacientarme...

Hace frío —opinó Kyungsoo, cinco horas después, al bajar del coche. Hicieron el viaje en buen tiempo, aunque a el le pareció una eternidad.

Amante Renuente KAISOO (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora