Celos

686 56 4
                                    

Resumen: Chifuyu/Mikey. OmegaxOmega. Smut. R-18. Cuando no hay un alfa cerca, los omegas calman sus celos juntos. Porno sin trama.

Nota: No me miren *Se esconde bajo una piedra*. Me avergüenza mucho escribir mis puercadas, no lo voy a negar, pero eso no hace que las deje de escribir.

8. Celos

El olor dulce llena la habitación juntos con los sonidos húmedos, y los jadeos y gemidos llenos de placer.

Los dedos de Mikey trabajan entre los pliegues húmedos del omega que chilla y retuerce bajo su toque, mientras siente la humedad de su propios líquidos bajar por sus muslos.

Su celo ha llegado repentinamente, y por alguna extraña razón, se ha sincronizado con el otro omega de la habitación.

No hay un alfa cerca que calme sus necesidades, por lo que lo hacen entre ellos, mientras se dejan consumir por las feromonas y calmar el dolor en el vientre de ese vacío que clama por un nudo.

La época de apareamiento es así.

Chifuyu lo acerca para besarlo de forma húmeda, sus lenguas juegan y los gemidos son ahogados en la boca del otro, mientras se comen la boca.

Mikey talla sus piernas juntas tratando de conseguir un poco de fricción y alivió en su centro, el fluido espeso y viscoso baja en mayor cantidad, mostrando lo necesitado que se encuentra.

Chifuyu bajo de el suelta un suave sollozo cuando sus dedos han encontrado ese punto dulce dentro de él, por lo que Mikey sigue con lo suyo, el celo dentro de poco alcanzará su punto más alto.

Llevan horas así, masturbándose el uno con el otro, buscando alivio al dolor de su vientre y a la imperiosa necesidad de ser llenados por sus respectivos alfas.

Mejillas sonrojadas y sudor escurriendo por todo su cuerpo mientras sienten ese calor abrasador que les quema y los pone mansos y necesitados.

Matsuno se tensa y sostiene las sábanas, mientras siente la forma en que ese nudo en su interior quiere explotar, está cerca, muy cerca, mientras Mikey sigue trabajando con sus dedos y dejando mordidas y por su piel, de su cuello hacia abajo.

El olor a omega en celo de la habitación es vicioso e intoxicante, las feromonas están al tope, si un alfa entrará en ese momento, seguramente ni el mejor autocontrol del mundo lo detendría, probablemente también entraría en celo.

Chifuyu mueve sus caderas para aumentar el ritmo de los dedos del otro omega, persiguiendo su orgasmo.

No pasa mucho antes de que llegue, mientras se aferra a las sábanas y jadea alzando la vista al techo, junta las piernas temblorosas y las aprieta, mientras siente las réplicas.

Las sábanas están empapadas de sudor y fluidos, la saliva le escurre por la comisura de los labios.

Mira a Mikey que ha llevado sus dedos empapados a su propio centro buscando su propio placer, y Chifuyu siente como esa simple vista le ha hecho escurrir más humedad entre sus piernas, el calor se extiende por todo su cuerpo y quiere más, necesita sentir más para curar esa picazón, esa necesidad.

Vuelve a besar a Mikey, mientras pasa sus dedos por sus pliegues y luego por su miembro, esa parte erógena que los alfas ignoran porque no les es útil, los omegas masculinos así son.

Y Chifuyu piensa en lo bonito de los omegas, y las ventajas que hay en ser uno, más allá de poder procrear y más allá de ser el último eslabón de la jerarquía, aquellos que no son tomados en cuenta porque la supremacía alfa niega que vean lo que un omega tiene para ofrecer.

Jadeos llenan la habitación, mientras Manjiro mueve sus caderas y alza el rostro, dejándose llevar por el placer, abre la boca y gime con fuerza cuando más se acerca.

—Casi, casi, ¡Ah! —Mikey toma su muñeca y lo guía—curva tus dedos...—le dice, mientras se abre más de piernas y le muestra, Chifuyu ya puede sentirse salivar por la vista, su propia humedad escurre y gotea hasta las sábanas—¡Si! ¡Así! ¡Justo ahí!

Los ojos de Mikey se ven más oscuros de lo que son, si eso es posible, por la excitación, sus propias pupilas deber verse enormes en este momento, porque Chifuyu está igual, el celo esta comenzado a alcanzar el pico más alto y eso que llevan horas, complaciéndose.

Lo vuelve a besar, sus dientes chocan y es descoordinado, lleno de saliva que gotea entre ellos.

Cuando se separan Mikey está viendo la forma en que lo dedos de Chifuyu entran y salen de su centro y la saliva gotea de su boca.

Su orgasmo golpea con fuerza, las piernas le tiemblan y gime, mientras solloza de placer y le da a Chifuyu una sensación increíble, porque ha logrado deshacer a Mikey 'el invencible' de una forma que ningún alfa podría.

Pasa un momento antes de que Mikey recupera el aliento, pero para cuando lo hace, a Chifuyu le toma un largo momento entender lo que está pasando, hasta que lo ve entre sus piernas, muy cerca de la fuente de su humedad, para luego sentir la lengua fría en su entrada y estando sensible por el celo y las horas llenas de estimulación, sabe que no durará mucho.

Sus manos se aferran al cabello de Mikey, mientras lo empuja más en su entrada y se acomoda mejor, poniendo sus piernas sobre los hombros del otro omega.

Mikey lo saborea como lo hace con sus dulces y lo tiene viendo estrellas.

Está seguro de que ningún alfa puede trabajar con su boca como Mikey lo hace.

Una de sus manos viaja a uno de sus pezones que están duros y sensibles porque horas antes habían estado entre la boca de Mikey y los había chupado tan bien, sin lastimar y dándole solo placer.

Arquea la espalda, siendo que estaba cerca, su vientre lleno de fluidos por todos los orgasmos robados desde que su celo comenzó.

—¡Ah! ¡Más! Por favor—dijo mientras sentía como en su vientre el placer se extendía y ciertamente la legua y los dedos de Manjiro trabajaban tan bien como lo haría un nudo alfa.

Y lo mejor es que esto no se acababa en cuanto el alfa terminaba, ni necesitaba de un periodo refractario.

Probablemente grito cuando llego, pero no estaba tan seguro porque no tenía ningún control sobre lo que pasaba a su alrededor, lo único que llenaba su mente era el placer que traía replicas consigo que lo dejaron temblando y jadeando.

La boca de Mikey se posó en su vientre, alrededor de su ombligo donde su legua comenzó a recorrer la piel, limpiando todo el semen que había soltado.

Los omegas como tal no producían esperma, por lo que no podían embarazar a otros omegas, ni a betas femeninas, pero aún así solían producir fluidos cuando llegaban a sus orgasmos.

Tan pronto termino de limpiarlo, Mikey lo miro con el rostro sonrojado y sudado, luego le sonrío y le pregunto—¿Quieres seguir?

A lo que el Matsuno contesto—Por supuesto, estoy en celo después de todo.

.

N/A: Hay personas que se les da muy bien el escribir Smut y los admiro, porque a mí me cuesta un montón.

Como sea, se va sin correcciones este capítulo. Estoy un poco triste porque realmente quiero acabar el omegacember, pero no esperaba que mi diciembre fuera tan movido, había un montón de cosas que no esperaba y luego de 2 años de encierro, pude salir y hacer unos trámites.

OMEGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora