Recuerdo aún ese día con gran claridad.
En las frías calles de lo que siempre había sido mi hogar se rumoreaba que Vander había muerto y que el control pasaría a otras manos, pero no importaba quien fuera de todos modos aquí estamos muy jodidos.
—Buen botín niña—El viejo Dabi me daba la bienvenida la clínica como siempre—Ya sabes donde acomodarlas
—Claro, oye ¿Ya escuchaste lo que pasó?—Fui a la bodega donde guardábamos los medicamentos y demás cosas para tratar a los enfermos acomode todo rápidamente y regrese con Dabi quien revisaba algunos papeles.
—Si, hay un alboroto por eso, sin Vander la estabilidad prácticamente es nula aquí, así que ten mucho cuidado—Me volteo a mirar un segundo y yo asentí—Ve a descansar
Camine al pequeño cuarto donde dormía, yo era huérfana como muchos otros niños del distrito, el doctor Dabi me había acogido y bueno yo le ayudaba robando cosas para la clínica y atendiendo a las personas
Estaba por quedarme dormida cuando escuche un gran estruendo, baje lentamente las escaleras con una barra de metal en mano.
—¡Suéltenme!—Dabi estaba forcejeando con los vigilantes quienes para calmarlo le dieron un puñetazo.
—Bien, parece que cierto doctor se ha estado robando materiales de Piltover o mejor dicho ha estado enviando a su pequeña rata—Dijo para después instintivamente mirar hacia mi por el ruido de la barra golpeando la pared—Miren nada mas, atrápenla
—¡Corre!—El grito de Dabi me hizo regresan en mi, hace tiempo habíamos hablado de qué hacer si nos atrapaban, con lágrimas en los ojos subí corriendo a toda velocidad, dos vigilantes me perseguían, entre a mi habitación tranque la puerta y tomé la mochila de emergencias, el bloqueo no iba a durar mucho más así que salí por la ventana, cuidaba mi agarre pues no quería acabar estrellada en los pies de los cuatro vigilantes que estaban afuera, logre llegar al techo de la casa de al lado justo cuando los vigilantes se asomaban por la ventana.
Había corrido bastante tiempo, mis piernas temblaban como gelatina, después de un largo rato mas caminando llegue a nuestro refugio de emergencia que ahora ya solo seria mío, fue ahí cuando me permití romperme a llorar, en mi mente no paraba de preguntarme porque las cosas debía de ser así, nosotros solo queríamos salvar personas, pero el sistema de salud no nos brindaba los insumos necesarios, así que teníamos que conseguirlos o ver morir a personas por lesiones o enfermedades.
Seguí en mi labor de tratar a los enfermos, pero con menor eficiencia y aun me arriesgaba en Piltover para conseguir las medicinas, todo sin que nadie supiera cómo encontrarme o al menos eso creí yo.
—Eres muy escurridiza niña—Aquella voz de mi me erizó la piel, no me había dado cuenta de que me seguían—Pero no muy cuidadosa
Ajuste más mi capucha y trate de salir corriendo pero me tomo rápidamente de mi brazo derecho.
—Por favor déjame, no te he hecho nada—Suplique mientras trataba de que soltara mi muñeca pero era más fuerte que yo, y bueno mucho más grande.
—No te haré nada si colaboras con nosotros, dicen por ahí que eres buena "doctora" así que si es cierto vendrás con nosotros—¿Un trabajo? Eso era extraño, tome valor subiendo mi mirada, nuestros ojos conectaron aquella mirada tan seria junto a los arañazos de su rostro la hacían muy intimidante—Si te preguntas qué ganas con todo eso, pues tendrás un lugar donde vivir, comida, una paga y protección