Capítulo 17

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~Jennie POV~

Una vez que estuvimos lejos de la mirada de Lisa y ella se vio arrastrada en el círculo de periodistas, Irene y yo nos detuvimos a un lado de una mesa de bebidas y por fin pude soltar un largo suspiro de alivio.

Irene frunció el ceño y se cruzó de brazos para dirigirme una mirada recelosa.

-De acuerdo ¿Qué te pasa?-

-¿De qué?-

-A mí no me engañas Kim. Pasó algo con Lisa ¿Verdad?-

-¿Con Lisa? Irene, por favor- me encogí de hombros indiferente- ¿Qué va a pasar con ella? No pasa nada, todo está perfecto-

-¿Está perfecto? ¡Pero si acabas de huir prácticamente corriendo de su lado!- chilló en voz baja- ¡Debiste ver tu cara de alivio cuando llegué y le dije que quería hablar contigo!-

No solo Lisa, sino también Irene lo había notado. Maldición. Entonces sí era obvio que estaba molesta.

-Irene no seas dramática- entorné los ojos y tomé una copa de champagne del mesero que pasaba- Estás alucinando, no pasa nada-

Irene solo atinó a entornar los ojos y menear la cabeza.

-No estoy alucinando ni soy dramática. ¡Te conozco perfectamente y sé que algo te pasa! ¡Algo que tiene que ver con Lisa!-

Bien, de acuerdo, tenía que admitir que Irene me conocía perfectamente bien y no saldría de esa sin decirle que estaba pasando.

¿Qué iba a decirle, de todas maneras? ¿Qué Lisa se había acostado con su amante y que, aunque lo de nosotras era una farsa me sentía ofendida?

¿Qué Lisa me había "engañado" con otra cuando nosotras ni siquiera llevábamos una vida de pareja, mucho menos una vida sexual?

De todas maneras tendría que decírselo. Soltando una larga bocanada de aire miré a Irene quien seguía mirándome en espera a que hablara y mordí mi labio inferior ligeramente.

-Bien, sí, pasó algo. Algo con Lisa- lo miré a la distancia- ¿Recuerdas que perdió su reloj y ha estado buscándolo toda la semana?-

-Sí, incluso a mí me pidió que lo buscara en la oficina y en las salas de juntas. ¿Qué con eso?-

-Bueno...resulta que...-

Antes de poder continuar y como si alguien se apiadara de mí, la suave música que rondaba en el lugar bajó de intensidad mientras el presentador de la gala se paraba en medio del escenario y nos invitaba a sentarnos.

La gala daría inicio, y como todos los años Lisa diría unas cuantas palabras antes de comenzar la subasta de caridad.

Solté un suspiro de alivio.

-Te lo diré más tarde-

Y sin darle tiempo a decir o hacer algo y dejándola con la palabra en la boca, tomé a Irene de la mano para arrastrarla hasta mi mesa y sentarnos en nuestros lugares. Una vez que todos estuvieron en sus lugares y el maestro de ceremonias hiciera su presentación, Lisa subió al escenario y con esa sonrisa encantadora y seguridad que la caracterizaban, comenzó a hablar.

Con palabras certeras, una velocidad moderada y una seguridad impresionante, el discurso de Lisa iba al grano como todos los años, y sin poder evitarlo sonreí satisfecha. Ahora que vivía con ella podía darme cuenta que esa mujer era noble, honesta, directa y se andaba sin rodeos en todos los aspectos de su vida, y ser la única de ese salón que lo sabía me llenaba de una satisfacción que no podía negar.

Contrato de amor-- Adaptación JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora