【�Ｒｏｂａｄａ】| Arashi Keizo x Oc / Tokyo revengers

Prólogo

Una invitación había sido entregada a cada familia que asistió a la secundaria Kentak.

Dicha invitación decía que, en exactamente un mes, iban a realizar una reunión de ex alumnos, por lo que ciertas personas fueron arrastrados a comprarse nueva ropa decente.

—Aun no entiendo porque debo de volver a un lugar donde 21 chicas me rechazaron. —Comento de forma deprimida cierto pelinegro. —Además, no pasaron ni 10 años de que nos fuimos de ese horroroso lugar.

—Ni que la hayamos pasado tan mal, Shin-chan. —Dijo aquello un bicolor de largos cabellos.

—Habla por ti y por Benkei. —Soltó aquello inflando sus cachetes en forma de berrinche mientras observaba a sus hermanos y algunos amigos de estos que habían venido de colado.

—Es cierto, tú estabas entretenido robándole las chicas a Shin, mientras que Benkei andaba detrás de Nini-chan. —Hablo por fin el de la cicatriz, desviando su vista de su celular. —Pasaron 9 años que no sabemos de ella.

—De seguro y sigue tan bonita como siempre. —En todo el rato que estuvieron hablando de ella, el moreno no hablo al respecto, siendo notorio para sus amigos. —Aunque haya pasado tiempo, aún no la olvidas... ¿O me equivoco, Benkei? —Aquello fue soltado en un tono comprensivo.

—Nada asegura que ella vendrá. Después de todo, pasaron 9 años.

— No fue lo que pregunte, pero me conformo con eso.

En otro lugar no muy lejano estaba una rubia eligiendo un vestido de noche para dicha ocasión.

Esta mientras buscaba el vestido ideal tenía su teléfono en el oído, siendo sostenido por uno de sus hombros.

—Ya te lo dije Chanwoo, él no me acompañará. Según él, está muy ocupado en sus negocios. —Su voz sonaba cansada. — Sigo diciendo que es mejor que me quede con los niños.

—De ninguna manera, estas muy estresada, cariño. Debes de salir con o sin él, y si es sin él, mejor aún. —Comento desde el teléfono con una voz decidida. — Aun no entiendo porque sigues con él, eres mucha mujer para alguien así.

—Ya te dije, fue por mi familia. Pero ahora que tengo a mis solecitos no encuentro una salida clara.

—La salida hasta tiene luces neón, que tú te pongas gafas de sol es otra cosa. —La sinceridad del rubio hizo uso de presencia haciendo reír a su amiga. — Tú no te preocupes, yo me quedo con mis sobrinos adoptados y tú te vas a mover ese culo gordo, que por poco y lo tienes aplastado por las horas en la oficina.

—Está bien, está bien...—Dijo riendo. —Mira, ¿crees que este esté bien? —Le paso foto de un hermoso vestido negro que llegaba hasta mitad de las rodillas, con cadenas doradas enganchadas desde las dos tiras que iban a sujetarlo a su cuerpo. Este también tenía un escote discreto y un corte en el lado de su pierna derecha.

—Ese está perfecto. Tú ve y procura encontrarle papi nuevo a las bendis.

—¡CHANWOO! —Lo reto divertida del otro lado.

—Bueno, nos vemos, querida. Que no tonos somos ricos.

Y así la conversación termino.

Ahora solo faltaba esperar.

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Primera historia de esta cuenta.

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