Capitulo 42: sentencia

29 7 1
                                    


BANG CHAN.

Desperté desorientado, apenas y sentía mi cuerpo, no recordaba nada, tampoco sabía dónde estaba ni cómo había acabado allí, en un lugar tan extraño y oscuro, solo una luz de que brotaban de las esquinas de una inmensa puerta.

Me sorprendí al ver que a pesar de que no sentía mi cuerpo estaba de pie detrás de un hombre, todos uniformados con trajes blancos. De repente recordé lo que había hecho y mi muerte en manos de Gabriel.

Traté de moverme pero sentí mis manos y pies atados al suelo que eparecia ser de tierra negra, si fuera más fina hubiera jurado que eran cenizas.

-No podemos movernos.

Una voz femenina detrás mío.

-¿Cómo? ¿Por qué?- pregunté intentando mirar por encima de mi hombro.

-Estamos haciendo fila, aquí nadie puede escapar, tampoco adelantarse, aunque en realidad nadie quidiera hacerlo, todos estamos en la misma situación- la voz de la chica se quebró unos instantes, parecía más por enojo que por llanto.

-¿Y por qué estamos formados?- pregunté mientras avanzaba un puesto más adelante al correrse la fila.

-¿Dónde crees que estamos? Mira a tu alrededor, ¿Crees que en la tierra podría haber un lugar como éste?.

No contesté, lo primero que se me vino a al cabeza era la espada de Gabriel cruzando de lado a lado mi corazón. Llevé por inercia mi mano, mi estómago se revolvió, pude sentir la sangre y el agujero en ese lugar.

-¿Ya recordaste? Ahora dime, ¿A dónde crees que vas a ir?- preguntó curiosa.

Guardé unos segundos de silencio, ahora entendía las miradas de morbo, todos querían saber la sentencia del otro para así satisfacerse pensando en que después de todo no fueron los más pecadores.

-No lo sé, ni si quiera tenía con claridad si existía un infierno- respondí con sinceridad.

-Ya con eso sé que tendrías una posibilidad de estar en el Limbo- escuché su voz analizadora.

-No sé qué sea, pero vaya a donde vaya me lo merezco- miré mis manos, sentía aún el asco hacia mí mismo tan fuerte que llegaba a fastidiarme.

-¿Qué hiciste para terminar aquí?- volvió la voz curiosa- Yo le disparé a los padres de mi mejor amiga y a ella la torturé con veneno por una semana, no me arrepiento.- dijo ella como si fuera algo tan normal causándome escalofríos.

-¿Por qué lo hiciste?- me aventuré a preguntar ahora, ya había respondido suficientes preguntas de su parte.

-Se lo merecían. Ella junto a su familia son unos completos locos- su voz cambió de tono, parecía guardar rencor, pero reinaba la tristeza- Todo fué por venganza, mataron a mis padre por querer eliminar una piedra de su zapato.

Tenía tanta curiosidad de querer ver con quién hablaba, y traté una vez más de girarme, pero era imposible.

-No debiste hacerlo.

-¿Por qué no?.

-Seguiste el círculo de la violencia, será interminable si todo mundo reacciona de la misma forma- suspiré pesadamente, "Yo acabo de formar un círculo" quise decirle, pero me lo guardé, posiblemente era la primera y última vez que hablaría con ella.-Hacer justicia por tu propia cuenta no es lo correcto.

-¿Entonces quién más lo haría? ¿Qué crees que debí hacer? Estar de brazos cruzados viendo de cerca a quienes me dejaron sin familia no es lo mío- dijo con agresividad.

TENEBRIS - FIC CHANGLIXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora