|24 - Errores que solemos cometer|

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|N/A: Les recomiendo que vuelvan a leer el capítulo 6, porque los siguiente es un flashback|


Yoongi miraba fijamente a Seokjin, trataba de mostrarse frío, quería demostrar que la manera en la que salieron sus rudas palabras eran sinceras, pero sentía culpa. Sin embargo no podía romperse en ese momento, no cuando sentía lo demás a su alrededor se derrumbaba. 

Aún manteniendo la postura, se dio la vuelta y comenzó a andar.

—Gi —Seokjin lo llamó y se detuvo— Tú... vendrás a buscarme ¿verdad? ¿Vendrás por mí?

Podía ver el temor en los ojos de Seokjin y eso le provocaba dolor en el pecho.

—Lo haré —aseguró.

Volvería, sin duda planeaba hacerlo.
Sin embargo, Yoongi nunca creyó que esa sería la última vez que vería a su amigo imaginario por mucho tiempo.

Mucho menos que su vida cambiaría por completo desde ese momento.

Se dio la vuelta y comenzó a andar, sin mirar atrás, sólo no quería detenerse. No quería herir a Seokjin, pero de verdad necesitaba estar sólo.

Caminó hasta que el cielo comenzó a oscurecer, en realidad no tenía un lugar a donde ir, sólo vagó por las calles tapizadas de hojas secas de su barrio. Después de haber recorrido calles tras calles estaba agotado, al caminar sus músculos dolían, debía ir a ver un doctor sin duda, sus costillas izquierdas dolían, el maquillaje se había borrado por el sudor, revelando las manchas rojizas y moradas de su rostro, la gente al rededor lo miraba como si de él se tratara de un matón.

Caminar lo ayudó a sentirse más relajado que antes. Los faroles estaban encendidos y las calles vacías, era hora de regresar a casa, antes de que se armara un gran drama.

Quizás Seokjin tenía razón, quizás debería hablar con mamá y explicar todo. Arreglar las cosas. Tal vez podrían hacer algo al respecto. Suspiró, deseando que su madre fuera un poco más comprensiva esta vez. 

Comenzó su trayecto a casa, quería llegar lo antes posible, quería ver a Seokjin y sobre todo quería disculparse con él.

No había ido muy lejos, unas calles más y llegaría a casa. Sin embargo unas voces y risas familiares que salían de un restaurante llamaron su atención, poniéndolo alerta. Se escondió en callejón junto a un restaurante, detrás de unas cajas de botellas vacías de licor. Las voces se acercaron más y esos chicos se detuvieron para comenzar a repartirse cigarrillos.  

Era el grupo de chicos que lo habían golpeado aquella tarde.

Los adolescentes reían y se empujaban los unos con los otros justo delante donde se había escondido.

—¿Creen que ese perdedor vuelva a clases mañana? —dijo uno de ellos.

—¿Hablas de Min Yoongi? No tiene opción —respondió el más alto de ellos— Es un completo raro.

—Lo he escuchado hablar solo muchas veces —responde el otro mientras prende un cigarrillo— Algunos dicen que está completamente loco o que ve fantasmas.

—Es un inadaptado —le quita el cigarrillo a uno e inhala de él— Con lo que sea que hable, es un fenómeno.

Yoongi no sabía en qué estaba pensando cuando por su propia voluntad derribó la torre de cajas sobre ellos, quienes cayeron al cayeron al suelo al ser golpeados por botellas vacías de soju que se quebraron por todo el suelo y enfurecidos voltearon a todas partes buscando al responsable de tal acto.

Diario de un amigo imaginario ~ JinSuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora