Capítulo catorce.

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—Tengo frío.—HyunJin dijo, y JeonGin asintió, separándose de el y sentándose en su asiento, subiendo sus bragas y subiendo su shor, arreglándose, tratando de evitar no pensar en lo que había pensado hace unos minutos.

HyunJin comenzó a abotonar su pantalón, y puso sus manos en el volante, viendo el preservativo desechado en una bolsa improvisada para tirarla luego, y volteó a ver a JeonGin. Sólo tragó saliva, y suspiró.-Entonces, a tu casa.

—Sí, sí.—Volteó a ver la radio, seguía siendo temprano, pero ya había anochecido. Sólo apretó sus piernas, apartó el fleco de su rostro, y la miró.—Entonces, creo que no lo haremos en otros meses.

—Tal vez, acordamos que sólo sería una vez al mes y las otras ejercicio real.

—Tener sexo es ejercicio real.—HyunJin sólo prendió la calefacción, y suspiró, riendo, pero negó.

—Como digas.—Su mano en la palanca para poner el carro en reversa y salir del estacionamiento de ese muelle donde habían tenido actividad sexual. No decían nada, sólo dejaban que la música sonara en el camino.

Y realmente JeonGin sabía que si hablaba diría algo que incomodaría más la situación. Mordía sus labios de manera inconsciente, tragaba saliva con fuerza, y volteaba a ver a su mejor amigo que sólo veía al frente, concentrado en la carretera para llegar bien a casa. Hizo una mueca, pensando en lo que acababa de suceder. Mientras veía a su mejor amigo al momento de tener intimidad en su carro sintió las ganas de besarlo más fuertes que nunca, y no es que las haya sentido antes.

El sabía que no las había sentido, que esos impulsos de besarlo mientras hacían algún trabajo era porque tenía curiosidad sobre besar sus labios, para saber qué se sentiría besar a su amigo. Sólo era eso, curiosidad.

—Innie, llegamos.—Y el menor sólo frunció su ceño al ver su casa, y sonrió, volteando a ver a su amigo.—¿Estás bien?

—Sí, sólo que tus diez pulgadas me llegaron al cerebro.—HyunJin rió, negando, y después relamió sus labios.—¿Bajamos?

En cuanto bajaron, JeonGin gritó avisando que había llegado y su madre bajó corriendo, sonriendo al ver a HyunJin. Segundos después bajó su padre, ambos riendo.

—HyunJin, ya alistamos tu pijama y el cuarto de JeonGin ya está listo para que puedan subir a dormir.—BaekHyun habló, abrazando a su esposa y besó su mejilla.—Tu madre habló para saber si iban a dormir aquí, así que, todo listo.

Y JeonGin rió, negando, al ver a sus padres sonreír tan felices porque su mejor amigo se iba a quedar en casa. El menor los abrazó y besó sus mejillas, saludando.

—Vamos a dormir.

Y realmente desde el momento que comenzó a considerar que su mejor amigo era ardiente todo su día se estaba perdiendo porque en cuando menos se dio cuenta, ya estaba acostado viendo el rostro adormilado de HyunJin, que lo veía con una sonrisa.

—¿Crees que está bien lo de tener relaciones?

—¿Ya te estás enamorando de mi?—Preguntó HyunJin, no tan en tono de broma, porque sus ojos se abrieron para verlo y poder analizar su rostro de una manera atenta. Su vista viajaba de sus labios a su nariz, y después a sus ojos.—¿O qué?

—No, es sólo que, nada, pensé que tú eras el enamorado de mi.—Una sonrisa triste por parte del mayor, considerando realmente sobre decir eso, sobre confesarse al menor en esa noche después de tener intimidad. Relamió sus labios, apretó sus puños, y suspiró.

—Eres mi mejor amigo, JeonGin, aparte, a ti te gusta SeungMin, ¿Que no es por el que quieres adelgazar?—Le tocó el hombro, riendo, y el mencionada miró la barbilla de su amigo, tragando saliva. Su vista subió, se acercó a sus labios, y dejó un pequeño piquito ahí, dejando a un demasiado sonrojado HyunJin que sólo lo miraba sorprendido.—Innie...

—¿Te gusta RyuJin?

—¿Por qué me besaste?

—No lo sé, sentí el impulso, ¿Te gusta RyuJin?

—La acabo de conocer, Innie, ¿Por qué me gustaría?— JeonGin sólo mordió sus labios al pensar que a la rubia si le gustaba su mejor amigo, y volteó.—¿Te sientes celoso de ella?

—No, ¿Por qué me sentiría celoso de ella?—El mayor sólo negó, riendo, y se recostó mejor en su almohada, viendo a JeonGin a los ojos.—Hyun, tengo frío, abrázame.

—Como usted ordene, mi rey.—JeonGin rió ante el comentario de su mejor amigo, y se ladeó para esperar un abrazo,  del mayor, que lo hizo. Sus manos sostuvieron su pequeña cintura, y después, sintió el calor corporal del otro en su cuerpo. Suspiró, tierno, y su cabeza terminó en el pecho del otro.

—Hyun, buenas noches.

Y el otra sólo suspiró, lo abrazó más fuerte contra su pecho, haciendo el corazón del menor latir hasta casi salir de su boca. Sólo se acercó más a su cuerpo, pegó su trasero con fuerza a la entrepierna del otro, y escuchó un gemido.

Podría provocarlo de nuevo.

Comenzó a restregar su trasero en la entrepierna del otro, pero sólo escuchó al otro suspirar, acercar más su cintura al cuerpo del otro, y comenzar a restregarse también pero con timidez. Sentía el vaivén lento, pero después, pararon.

—Sólo hay que dormir y en unos meses volvemos a hacer eso.

Y aunque JeonGin no quiso pensar, se entristeció por eso, pensando en que ya sólo podría pasar a ser sólo su mejor amigo y no más su amante por esos meses, pero luego recordó que el había sido la que acordó lo de los meses. Sólo suspiró, se separó un poco del cuerpo del otro, pero no dejando de abrazarlo.
Sólo se acercó un poco más, pero no de esa manera seductora, y volteó a verlo por completo. Su mano se posó en el hombro contrario, acariciándolo.

—Buenas noches, JeonGin.—Una sonrisa del contrario, que volvió a besarlo, tomando al otro por sorpresa.—JeonGin, los amigos no se besan en la boca.

—Lo sé.

—¿Y por qué lo haces?

—Porque me gusta besarte, HyunJin, y me gustaría que tú también lo hicieras.—Y el castaña abrió su boca sorprendido por las palabras del otro.

—Y el castaña abrió su boca sorprendido por las palabras del otro

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9/10

Diet Of Sex 🚩HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora